EL ZURDO DE BIELVA ,- LA LEYENDA,-
Uno de los reportajes de los que mas
satisfecha me he sentido. ( y no por que sea todo el mérito mío) fue el
dedicado a la legendaria figura del Zurdo de Bielva. Reconozco que este tema para mi era bastante
desconocido, pero no por que no fuese algo que yo no hubiese visto practicar,
muy al contrario, este deporte siempre ha sido uno de los mas jugados en la
zona del Nansa, de donde por cierto se han dado jugadores que han estado a la
altura de los mejores de nuestra provincia, y sin temor a equivocarme, creo que
del que voy a intentar transcrivír el siguiente artículo, ha sido el mejor de
todos los tiempos. Pero como otros muchos artículos que en su día di a conocer
en una publicación en la que, como ya he
recordado en otras ocasiones, fui colaboradora, quiero que sean ahora los muchos y nuevos
amigos que se han incorporado a mi blog, "Las Historias de mi Valle "
los que puedan tener un mayor conocimiento de aquellos reportajes. De lo que yo no estaba muy segura era de cómo
enfocar las diferentes variaciones que se dan en este tema de las jugadas, sus
nombres, o sus tiempos. Para todo ello me propuse buscar la mejor información
posible, y para hacer un poco de historia de éste personaje, me he puesto a
rebuscar entre todo lo que tengo recopilado en casa sobre biografías, de lo
mucho y bueno que hemos tenido nacido en nuestra tierra. En aquel tiempo yo no tenía Internet, pero si tenía, y tengo,
una bien surtida biblioteca en la que de
una forma o de otra, siempre encuentro referencias de todo lo que quiero
tratar, sobre todo de temas de las que poca gente que conozca me puedan dar
referencias.
Pues bien, en una de éstas enciclopedias que
tengo del año "Maricastaña" encontré publicado un maravilloso reportaje,
en uno de los fascículos que formaban parte de la Revista de Cantabria de hace
creo que mas de treinta años. El
reportaje fue escrito para dicha revista y publicado en el número 45 de el tomo
número 5 por Mauro Murieras Echáve, y aunque yo le daré mi propio enfoque, las
referencias para éste reportaje estarán tomadas en su mayoría de lo publicado
en su día por el Señor Murieras. Creo que será también una forma de que se
actualicen, esos estupendos reportajes que tiene recopilada la Revista de
Cantabria, de hace bastantes años, pero a los que yo recurro cuando quiero
tener conocimiento de cualquier historia, dato o fecha, que tenga necesidad de
saber. Son buenísimos.
El zurdo de Bielva en realidad se llamaba
Rogelio González Viñoles, y ni era zurdo
ni era de Bielva. Pero creo que esto ya es archisabido. Nació en La Habana en 1897, y lo que le hizo
famoso pese a ser una persona de gran humildad, fue su prodigiosa habilidad
para el emboque. Dice Mauro Murieras, que el zurdo de Bielva perdió su última
partida cuando contaba solo 63 años, pero no fue ningún adversario que lo
superara en talla de buen jugador quien lo puso fuera de combate, sino las
malditas fiebres de Jodking, el día 12 de marzo de 1960.
Sigue el relato de éste biógrafo, que Rogelio
pese a su precaria salud, la cual le acompañaría toda su vida, no vivió de otra
cosa que del "estacazo", del estallido de las bolas contra los
ordenados y panzudos bolos, como los llamó el poeta José Hierro.
Son muchos los poetas que han cantado la
viril fuerza de la mano del mayor "estaquista" de la
historia de éste deporte que, pese a ser conocido como zurdo, no lo era en
realidad pues Rogelio era ambidiestro, si quería podía utilizar las dos manos
pues tenía la misma fuerza en ambas. Su otra historia, la mas desconocida, fue
la de su vida como ser humano. Como sigue contando su biógrafo, nació en la
Habana, de padre cantabro y madre isleña, y fue una vida bastante desdichada
porque según lo describe su historiador, fue un campesino- que al decir de su sobrino
Rilo, - poco aró y poco ordeñó, pues solo tenía dos "vacucas" que
daban poca leche y mucha necesidad, y en lo que se refiere a sus adversarios,
no fueron ni Manolo Gándara, ni Federico Mediavilla, ni el "Mozu" de
Campuzano, ni Ramiro el de Casar, con ser éstos unos fuertes contrincantes. Sus
adversarios mas tenaces fueron la escasez y la pobreza. Sus desplazamientos a
trabes de una Cantabria tremendamente atrasada en las zonas rurales, con unas
comunicaciones tercermundistas, fatigaban terriblemente la muy deteriorada
salud de éste gigante de los bolos, en lo único que era gigantesca su persona,
que por lo demás era muy menudo de talla y que fue sorteando todas las adversidades
que le surgieron en el camino, incluidas las de la debilidad de su propia
naturaleza.
De aquel campesino sin tierra, cuenta su
biógrafo, no era ni bueno ni malo, pues según Rilo su sobrino,¡ era un santo,¡
al que oyó muchas veces dar gracias a Dios a pesar de haber perdido alguna
partida ¡haber quien haría otro tanto¡ sigue diciendo Rilo, el cual fue testigo
muchas veces de ésta plegaria llena de santa conformidad,-Dios mío hoy querías
que perdiese, pues ya perdí, otra vez será, gracias.-
Siguiendo con éste filón de religiosidad,
aquél hombrecillo de la boina se sabe que daba gracias a Dios por todo, tanto
si ganaba como si perdía, y su entereza y su conformidad la demostraba tanto en
un caso como en otro.
Sigo sacando gran número de anécdotas del reportaje
publicado por Mauro Murieras en su día, y la verdad que es un documento tan
completo de la vida y andanzas de éste artista de los bolos que merece la pena
poder transcribir todo lo que pueda de ésta leyenda viva, como por ejemplo su
exhibición de derribar los nueve bolos de uno en uno, y mas increíble todavía,
el tirar una caja de cerillas con una bola desde una distancia de 15 m. y dejar
en pie el bolo sobre cuya cabeza se había colocado la caja de fósforos.
Con su sobrino Rilo, su mas ferviente admirador
y compañero de tantos días de gloria, y algunos de caídas, practicaba la jugada
de Guillermo Tell. Rilo se plantaba con
el brazo extendido y el bolo en su mano, y Rogelio lo volaba con su bolo de
madera "sin tocar ni manchar a su ayudante".
Un año muy importante en la vida de Rogelio
González, fue cuando tras proclamarse en 1945 campeón regional, se desplazó a
Sevilla para el campeonato de España, el año antes lo había ganado Manuel Maza,
pero la muerte impidió que lo defendiese ese año.
El zurdo no empezó muy fuerte, y en la
semifinal no parecía que pudiese tener grandes esperanzas pues le separaban
nada menos que 36 bolos con respecto al líder, Finín Igaréda, -los datos de
esta biografia son una fuente de recuerdos,- En una de las jugadas, el campeonísimo Salas le tomó una broma al de
Bielva, que un poco "amoscado" le contestó. ¡Mañana a las doce
hablaremos de esto! A la hora anunciada
la izquierda de Rogelio no andaba muy "fina", pues en tres tiradas
solo había sumado 30 bolos. Lucas el de Noriega le da un aviso y con una copa
de coñat en la mano le dice,¡ Rogelio vas a tener que embocar,! éste le
contesta, vamos a ver que pasa, ¡¡¿Qué pudo pasar?¡¡ se preguntaba muchos años
después todavía lleno de perplejidad su sobrino Rilo, un auténtico vendaval se
cernió sobre la bolera sevillana, Rogelio embocó tres bolas seguidas en la
cuarta tirada, en la quinta hizo dos emboques y en las siguientes empezó a dar
"leña" a diestro y siniestro y la bolera se convirtió en una
"traca," mientras, los aficionados se rascaban los ojos para ver si
lo que veían era cierto o lo habían soñado. El que mas tardó en despertar fue
Lucas Noriega que brindaba con una copa en cada emboque de Rogelio.
Rilo jura que nunca había visto una borrachera
como aquella, claro que a tenor de los emboques, las copas eran incontables.
Finin Igareda se vio obligado a buscar el golpe salvador desesperadamente. Mientras,
el de Bielva se permitió el lujo de jugar a "bolos," batió el recort y estableció una nueva marca
con 542 bolos, algunos dijeron que aquello era una despedida, el canto del
cisne, y el final de una grandísima leyenda.
Pero,- sigue contando Mauro Murieras,- todos los pronósticos fallaron, cuatro años
mas tarde en la peña bolística de Torrelavega, el hombruco de la boina con
cincuenta y dos años, dos hernias y una úlcera de estómago, venció a Ramiro
Gonzalez , "El chaval de Casar" en buena liz, quien,- con veinte años menos,-
mas de cien quilos de peso, y unos bolos tan gordos como mapamundis, según los
bautizó Adrián Solar, Rogelio consiguió un triunfo definitivo, y considerado
como la mayor gesta de la historia de los bolos. Este mago del emboque, embocó
(valga la redundancia) nada menos que trece veces, sumando 646 bolos y provocó
el mayor alboroto de entusiasmo jamás conocido en ninguna bolera de todos los
tiempos. Con la boina en la mano saludó al "respetable" recibiendo
como los grandes toreros la ovación del
siglo, y un montón de dinero que solidariamente y con gran entusiasmo se
recaudó entre el público que sabía de las muchas estrecheces económicas por las
que pasaba éste héroe de las boleras.
Sigue el relato, contando cómo Miguel Ángel
González ( Rilo) sobrino y compañero de partidas durante muchos años, fue
testigo de los mayores exitos y de las grandes azañas de su tío, y cuenta cómo
a petición de tres señoritas de San Vicente que querían ver jugar al que ya era
un genio de los bolos, ni corto ni perezoso, sin mas preámbulos se dirigió al
tiro y les brindó tres emboques seguidos, con los que complació con uno para cada
una a las tres damas por igual.
La referencia de su vida, fue, como ya he
relatado mas arriba, que nacio en la Habana de padre cantabro y madre isleña,
parte de su vida sin embargo transcurrió en el colegio de Cóbreces donde
estudió la carrera de comercio,-el zurdo tenia su cultura,- precisa su sobrino
Rilo, iba y venía a Cuba con cierta frecuencia, trabajó cuando tubo la edad, en
la sección de tabacos del hotel propiedad de sus padres, hasta que las cosas se
pusieron mal y regresaron a Bielva. Cuando
regresó definitivamente, Rogelio contaba ya con 33 años, y no sabía birlar, por
que en Cuba los bolos eran diferentes, mas panzudos, y el birle era parecido al
tiro,-explicaba su sobrino,- por esa razón el primer año perdieron "La
copa de la Reina," pero al año siguiente ganaron los dos zurdos, el de
Bielva y el de Mazcuerras, que dieron una lección didáctica sobre el juego de
los bolos y sobre el compañerismo, hasta que la guerra civil española los
separó definitivamente.
Esta es a grandes rasgos la historia del que
no duda nadie que fue el mejor embocadór de un deporte tan cántabro, tan
montañés como el juego de los bolos. Con
éste reportaje por el que doy gracias a Dios, por haber guardado la revista con
el artículo que en su día publicara Mauro Murieras, y que tanto me ha ayudado
en la redacción de éste que ahora transcribo, cierro éste, y que quiero
dedicárselo a los muchos y grandes jugadores de nuestra provincia, los de ahora
y los de antes, y muy especialmente a quienes se nos han ido últimamente, todos
ellos seguramente ya se habrán encontrado con esas glorias del pasado y seguro
que se jugarán algunas "tiradas"en esa gran bolera de nuestro universo,
¡Va por todos ellos¡.
MARI
PÉREZ DE CELIS.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHay que ver lo que son los tiempos ,si es ahora seria toda una estrella de los bolos y se habria echo rico también !!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues tienes toda la razón Jormazo citi, pero a esta estrella del emboque ( como a tantos otros) le tocó el tiempo que fue, y no el márquetin y la difusión que tendria hoy. Pero en honor a la verdad, este hombre ha sido muy famoso, en su tiempo y hoy día. En Bielva todos los años se celebra un Memorial en su honor.
ResponderEliminarA través de una Cantabria tremendamente atrasada.
ResponderEliminarMagnifico articulo, lo unico donde dices al principio Federico Mediavilla es Federico Mallavia, patriarca de toda la saga Mallavia de Torrelavega y tambien conocido como Ico el grande.
ResponderEliminarPerdón por el equivoco. Intentaré corregirlo. Un saludo.
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