domingo, 29 de marzo de 2015

Seres Irrepetibles






Cuando hace un tiempo colaboré en la publicación "La voz del Besaya" , tuve la suerte de que mis artìculos tuvieron muy buena aceptación entre los lectores de este periódico. Por motivos que no vienen al caso, estos artículos se dejaron de publicar. Sin embargo y dado como digo la buena aceptación, de dichos escritos, creo que será buena idea la reedición de algunos de estos, en la página del blog que he creado en internet, pues visto los muchos lectores que la siguen, seguro que habrá algunos a los que su lectura, les traerá muchos recuerdos. Y si por todo lo que recabo en mi blog, le he puesto como título " Las Historias de mi Valle," en la lectura de estos artículos, van a encontrar sin duda ninguna muchos recuerdos de las historias de nuestros valles. 

Pues bien empezaré con uno, en el que estos "seres irrepetibles" trajeron muchos de esos recuerdos.


 SERES IRREPETIBLES.



 En todos los pueblos aunque nos remontemos a los tiempos mas lejanos, hemos conocido, o nos han contado hechos y anécdotas de las gentes que vivieron entre nosotros. Todos ellos de una forma o de otra han pasado las  barreras de la memoria y siguen entre nosotros, surgen, surgen en cualquier conversación o en referencias a dichos o hechos, por lo que a pesar de los muchos años que hace que se fueron de nuestras vidas, esos hechos y esas anécdotas, esas vivencias que nos transmitieron hacen que no los olvidemos.
La mayoría de estos seres irrepetibles yo , que ya cuento mis años, no los llegué a conocer, o en algunos casos aunque así fuera su memoria física se me ha ido difuminando en el tiempo, sin embargo están en la memoria popular, se sigue hablando de ellos, sus familias siguen caminando entre nosotros, y casi todos ellos tienen una genética que nos los recuerda, o se los recuerda a las personas mas mayores que los conocieron y los trataron, y sea por su físico por o por su forma de ser siempre dicen aquello de..-Cada día te pareces mas a tu abuelo, o a tu padre, o a cualquiera que halla formado parte de la saga familiar, y como digo seguro que conservaran en el recuerdo muchos dichos con los que  amenizaron, o todavía amenizan cualquier conversación, esto es cierto pero cada vez menos, pues los mas jóvenes no tienen ningún interés en estas remembranzas, y es una pena  pues se pierden muchas cosas por el camino, es como cuando se contemplan en algunas casas esas fotos que el paso de los años hace decadentes, pero que cuando las contemplamos, solemos preguntar ¿Y esos quienes eran?..Se nos responde por la persona preguntada, y que dado el caso puede ser que pase con mucho de los ochenta años,  Pues mira esas que están detrás eran mi madre y mi tía, el que está delante sentado era mi padre, y esa cría que tiene sentada en las rodillas soy yo. Si esta persona que nos muestra las fotos es ya largamente octogenaria, no nos hace falta  echar muchas cuentas para preguntarnos donde estarán los huesos de aquellos que la acompañaron en las fotos.
Hoy día esas fotos y esos cuadros que durante tantos años decoraron las paredes de los comedores de nuestros padres y nuestros abuelos en la mayoría de los casos habrán pasado al baúl de los recuerdos, y esto es un decir, pues lo mas seguro habrán ido a parar ni se sabe donde, quizás la polilla habrá acabado con ellos en algún rincón olvidado de cualquier desván o trastero, o tal vez algo mucho mas doloroso, metidos en un saco en algún vertedero.



Pero para que este aldabonazo no suene tan duro en nuestras conciencias, vamos a creer sin embargo que esas personas mayores que nostálgicamente siguen conservando esas fotos del recuerdo, son las que nunca se desprenderán de ellas, y son las que guardan en su memoria esos dichos y esas anécdotas que vivieron junto a ellos. Por ejemplo, a mi me gusta sentarme un rato después de comer a tomarme el café o alguna tisana que también me gustan, debajo del balcón de mi casa  y escuchar las cosas que recuerdan estas vecinas mayores, y que van llegando unas por un camino y otras por otros para pasar un rato de charlas sentadas en el vejo banco, como digo debajo del balcón de mi casa, a veces tengo que espabilarme, pues dependiendo de que el tiempo esté soleado estas buenas piezas se me colocan en el alargado cojín que les pongo en el banco, y cualquiera les dice que yo quiero sentarme,-Anda tráete una silla o un ´´tajucu`` ¡y si no haber andado mas lista¡.
Pues bien, de Carmina la de la Llosa (la rojita), de Lines la de el Estanco, de Angelita la de Polo, o de cualquier otra de estas asiduas visitantes que vienen, -según ellas,- ha hacerme un rato de compañía, (la mayoría de las veces tengo que dejar algún quehacer para que el rato de compañía se lo tenga que hacer yo a ellas), son de quienes mas he aprendido de las historias de nuestro pueblo y de sus gentes, y de lo que no me cabe ninguna duda es de que si éste reportaje que estoy escribiendo tiene algún mérito solo se lo deberé a las muchas vivencias y recuerdos que éstas enciclopedias de la vida me cuentan, o que yo les escucho hablar entre ellas, pues de la mayoría de esas situaciones que ellas recuerdan son para mi una fuente del saber popular, y lo cierto es que todo lo que he aprendido y lo que me he reído con ellas no tiene, precio, también creo que para sus memorias todos esos recuerdos que afloran en sus conversaciones, son un bien muy necesario



 -¿Reacuerdas cuando las de la Torre nos dejaban abierta la portilla  para que  nos coláramos en la huerta y poder cojérle las peras a Don Fausto?- Si ja, ja, ja, fue aquella noche que Pili tropezó y se cayó todo lo larga que era en el regato de los orines,¡buena se puso era mucha peste¡-…Las que le abrieron la portilla del huerto eran otras buenas piezas parecidas pero es que además eran las sobrinas de aquel a quien iban a asaltar el peral, o sea que las cómplices estaban dentro de la misma familia. ¿Y de la tarde de la magosta en la ´´llana``de Rosecu? si fue cuando después de comernos las castañas Cuca se trajo la sartén arrastrando, bien nos ´´pasamos`` con el anís aquella tarde, si pero cómo nos lo pasábamos,   
De algunos de estos personajes que todos guardamos en nuestros  recuerdos son sobre todo aquellos de nuestros años escolares, son aquellos vecinos que vivían cerca de las escuelas, y a los que en muchos casos volvíamos locos con nuestros juegos y nuestros alborotos, pero que llegamos a tenerlos como algo nuestro, tal vez por que en muchos casos un rebaño de mas de cuarenta críos y otros tantas de crías entre las dos escuelas del pueblo, los teníamos que tener hasta la coronilla, en otros momentos también los entreteníamos, todos ellos eran gente mayor, o al menos desde nuestra edad de escolares así nos lo parecían, y nuestros jugos les hacían asomarse a aquellas ventanucas o miradores a los que a veces se asomaban y se quedaban mirándonos como jugábamos, tal vez recordando al ver aquella energía de nuestros juegos su  pasada niñez tan breve, pues todos ellos seguramente tuvieron que ayudar en las tareas de sus casas desde una muy temprana edad, ¡-Quien no recuerda a ´´Candiducu,`` con su pequeña estatura y su cara de niño viejo, con aquella voz de flauta llamándonos ´´pajeras,`` asomado al pequeño mirador de su casa. O a su hermana Teresuca con aquellas faldas largas y oscuras y el sempiterno delantal, o el pañuelo atado debajo de su barbilla. ¡Y quien no recuerda a Margarita y al Mozón, siempre malhumorados y que nos tiraban con cualquier cosa que tuviesen desde el balcón de su casa para espantarnos, como si de un perro o un gato se tratase, lo malo era que en la mayoría de los casos aquello con lo que nos tiraban solían acertar de lleno. Otros vecinos de la escuela  que siempre recordaré eran Loina sentada en su silla en el pequeño balcón de su casa, con aquel movimiento de ´´perlesía`` en sus manos y en su cabeza, y que la acompañó en los últimos años de su vida.


 




 O la mala leche del tío Joseíto, su marido al que no nos acercábamos ni de lejos por si nos soltaba alguna bronca o algún ´´meneo`` que también se podía dar el caso.  Desde luego ay que entender a ésta gente, sobre todo desde la edad que ahora tenemos, lo muy trabajado de sus vidas, los muchos niños que habíamos en los pueblos en aquellos años y que entre los que acudíamos a las escuelas seriamos sin duda alguna el ´´mejór de cada casa, el aguantar día a día los juegos y los gritos de tantos chavales alborotando el barrio no seria poca cruz, pero la escuela estaba allí y nosotros en el recreo no teníamos mas que hacer que jugar y alborotar, todo lo demás era circunstancial   
Volviendo a  los dichos de nuestra gente, han pasado todos ellos a través de los años, y con  los recuerdos surgen los dichos, pues las personas que nos los han transmitido no los han olvidado, muy a menudo escuchamos en nuestras casas aquello de…como decía el tío tal… o, ¿te acuerdas de las ocurrencias de… En este caso se podían contar un buen número de ´´Marias``tales como Marimolinu, Mariforo, Marigaspar, Maricandida Marilinares… Y si no eran ´´Marialgo`` eran de algo como, Adela la de San Roque, Ción la de el Cortijo Josefa la de Toñu, Mariuca la de Aurelio Juliuca la de Encio Amparo la del tío  Julio… Las Marias eran así, todo seguido, como si de unos apellidos se tratase, o mas justo será decir que son así,  pues a la mayoría  así se las sigue llamando. Todas ellas y muchas mas nos dejaron recuerdos de aquella forma tan peculiar de decir las cosas, y aunque muchas de ellas ya hace muchos años que nos dejaron para siempre, no así sus expresiones ni su forma de ser, por ejemplo a ´´Marimolinu``la recordamos siempre con algún ´´coloño`` de ´´tarmaos`` o  ´´escajos``o con algún saco de castañas a la cabeza y con aquella manera de hablar en la que a veces le sobraban las palabras, o a su hijo Joseón con el que necesitaríamos un traductor para poder entender lo que nos decía. De Mariforo lo que mas recordamos de ella era verla apoyada en la portilla del huerto de Cion la de el Cortijo, mirando como bailaban las muchachas en el Portalón de Jesús el Pasiego, y fijándose bien en todos los detalles para al día siguiente preguntar quienes eran los muchachos que bailaban con ellas, de donde eran, o quien era aquel que parecía que bailaba mas bailes con una sola que con las demás, lo normal vaya, un entretenimiento como otro cualquiera, ella lo que quería era enterarse de algo, esto no era nada  malo, en realidad el único entretenimiento que los domingos por la tarde tenían muchas mujeres de mediana edad era contemplar desde el portal del Pasiego como se divertían bailando o ligando con algún muchacho llegado de otros pueblos con las muchachas del baile, quien se lo podría reprochar eran años en los que había pocos entretenimientos para un día festivo, y desde luego el baile del Portalón era de lo mas entretenido.



Lines la de el Estanco cuenta como una tarde ya anochecido, estaba su madre entretenida en un apartado de la cocina, y acababa de cocer una caldera de boronas, eran por los meses de Noviembre o Diciembre, no recuerda bien pero por esas fechas se hacía la matanza, pues bien sigue contando Lines- como mi madre estaba tan ensimismada tardó en darse cuenta de que tenia dos personas en la cocina, al darse cuenta de que eran Pepe Rubin y Mingo el de Celucos, personas bien recividas en la casa les dijo que se sentaran a comer un borono de los que acababa de cocer, No te preocupes Ginia que ya lo sacamos nosotros y nos lo acabamos de comer,- Por otra parte me cuentan, quién no ha escuchado alguna vez las ocurrencias del tío Nelín de Riclones, de quien se solía decir que parecía que se las estaban escribiendo, como cuando le decia a su hija ´´Maripozu``cuando ésta iba a las romerías – ten ´´cuidau,`` que ´´pa`` esas cerraduras valen ´´toas`` las llaves.- O aquel  ¡San Dios¡ tan expresivo con el que solía empezar o acabar sus ocurrencias, como cuando le preguntó a un chavaluco que si había visto a ´´las sus ovejas`` el muchacho le contestó –si ahí arriba están  encima de unos castañares, a lo que el bueno de Nelín le contestó, ¡San Dios ¿en las cogollas?.
Pero si de algunas de estas gentes irrepetibles han sido recordadas por sus ocurrencias estas fueron la tia Vitorina y Ángeles su hija, esta la recuerdo mucho mas, (no así a su madre) por ser yo fija desde que era una cría en su casa e inseparable de su nieta con la que me ha unido desde siempre una cordial amistad, Ángeles a la que todos conocíamos como la ´´Piculina`` era una mujer enérgica y muy alabarientada por todo, trabajadora del campo de sol a sol, adicta al café en cuya cocina jamás faltaba aquel puchero renegrido del que nunca se vaciaban todos los ´´posos``pues ella decía que el café tiene que tener sabor en el fondo, y lo cierto era que el café tenia que ser bueno, pues todavía hoy recuerdo el olor del café de puchero de Ángeles.
En el pueblo por entonces en la mayoría de las casas se criaban abejas pues a la miel se la consideraba como un bien medicinal, y en casa de Ángeles había alguna que otra colmena, si se daba el caso de que las abejas se salieran de la colmena Ángeles se colgaba del cuello uno de los campanos mas sonoros de su casa (que no había pocos) y recorría todo el pueblo tras ellas hasta conseguir reunirlas para volverlas a su colmena. Nunca fui capaz de descifrar por que aquel sonido reunía a las abejas pero lo cierto era que Ángeles no perdía nunca ningún enjambre. También se la recuerda por aquella forma de cantar tan retorneado, en las fiestas populares, y  sobre todo en las canciones de la Iglesia en las misas festivas, pues además de retornearlas Ángeles tenía muy buena voz. Eso y aquel, Ora, Ora, Ora, ¿Paéte? Eran sus mejores señas de identidad, y con las que solía amenizar cualquier conversación.




 Sin embargo por lo que tengo oído, si alguien podía superar en dichos ocurrentes a Ángeles la ´´Piculina`` esa era, según tengo entendido, su madre, la tía Vitorina. Era esta una de las mas populares del pueblo por su forma sencilla y ocurrente de expresarse yo como digo no la llegué a conocer, pero si de alguien se recuerdan referencias de su manera de ser  esa era la tía Vitorina.  Ángeles convivió toda su vida con su madre, las dos eran viudas pues Ángeles enviudó joven, por lo cual los hijos de Ángeles los crió prácticamente su abuela Vitorina, y de los dichos con los que la tía Vitorina amenizaba la niñez de sus nietos se podría escribir un buen diario. Estos fueron creciendo pero las anécdotas que con ellos vivió son temas que todavía se recuerdan. Aunque todo esto que fue la vida de nuestro pueblo se está perdiendo, pues las personas que nos relatan esas vivencias son muy mayores, o lo que es peor, nos van faltando, yo procuro recopilar todo lo que puedo de ellas, y aunque comprendo que a mucha gente le pueda recordar a cosas trasnochadas para mi son la historia de nuestro pueblo, son como esas viejas Iglesias que se van derrumbando por el paso de los años, y que cuando alguien decide restaurarlas se procura darles el mismo esplendor que en su día tuvieron, y así su recuerdo no se nos olvidará nunca, por eso yo agradezco a quienes me recuerdan esas  vivencias pues quienes las lean las podrán valorar en su justa medida.


Así por ejemplo de  la tía Vitorina se recuerda lo preocupada que estaba un día por la indigestión de su nieto y ella lo comentaba  así,-Llegó ´´el mi Pito`` con mas hambre que ´´el perru de un señoritu`` y como es un ´´burru blancu``se comió cuatro tortas al ´´rabion`` y ahora no hace mas que ´´quejase`` ¡Ay Vita que malu estoy.¡ Pito era su nieto  pequeño, y es de él y de su abuela de quien mas anécdotas se recuerdan, pues de su otro nieto,  Esteban solía decir-que era mas ´´pinchu-`` mas presumido, para que nos entendamos, En otra ocasión ya mozos, Vitorina contaba lo que le pasó a su nieto en una romería de la comarca, Fue ´´el mi Pito`` al Cristo a Bielva y le robaron la bicicleta, cuando la encontró le habían ´´rotu`` el ´´maniquí`` y le habían ´´robau`` el ´´soplon.``Creo que a la buena de tía Vitorina no le hacen falta traductores, todos entendemos lo que nos quería decir.  Pues nada mas por ahora, aunque en el recuerdo se quedan muchas, muchísimas mas cosas de esos seres irrepetibles, a los que con el tiempo les daré otro repaso, yo solo agradezco el espacio que me conceden en nuestro periódico para poder contarlos y como se que estos relatos tienen muy buena acogida, en alguna otra ocasión recopilaré algunos mas. 


                                                                                                                                                    
                                                                                                                                                
                                                                                     FIN.
                                        Mary  Pérez de Celis.

3 comentarios:

  1. Amparito Varela Gòmez13 de abril de 2016, 13:33

    He pasado un rato muy alegre recordando esas vivencias que tú describes tan bién ,por que lo he vivido ,ya casi no quedan personas que recuerden éstas cosas,lamentable mente todas s han ido marchando y el tiempo ha borrado su recuerdo .Te agradezco Mari que tú nos lo hagas recordar, Sigue escribiendo que nos alegres algo la vida ,y nos gusta mucho por que recordar és volver a vivir.Gracias

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    1. Gracas por tus palabras de ánimo Amparito, yo procuraré seguir contando las historias de nuestros valles, las antiguas y las actuales, pues estas con el tiempo tambien formaran parte de nuestros recuerdos

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