Cuando hace un tiempo colaboré en
la publicación "La voz del Besaya" , tuve la suerte de que mis artìculos
tuvieron muy buena aceptación entre los lectores de este periódico. Por motivos
que no vienen al caso, estos artículos se dejaron de publicar. Sin embargo y
dado como digo la buena aceptación, de dichos escritos, creo que será buena
idea la reedición de algunos de estos, en la página del blog que he creado en
internet, pues visto los muchos lectores que la siguen, seguro que habrá
algunos a los que su lectura, les traerá muchos recuerdos. Y si por todo lo que
recabo en mi blog, le he puesto como título " Las Historias de mi Valle,"
en la lectura de estos artículos, van a encontrar sin duda ninguna muchos recuerdos
de las historias de nuestros valles.
Pues bien empezaré con uno, en el que estos "seres irrepetibles" trajeron muchos de esos recuerdos.
SERES IRREPETIBLES.
En todos los pueblos aunque nos remontemos a los tiempos mas lejanos, hemos conocido, o nos han contado hechos y anécdotas de las gentes que vivieron entre nosotros. Todos ellos de una forma o de otra han pasado las barreras de la memoria y siguen entre nosotros, surgen, surgen en cualquier conversación o en referencias a dichos o hechos, por lo que a pesar de los muchos años que hace que se fueron de nuestras vidas, esos hechos y esas anécdotas, esas vivencias que nos transmitieron hacen que no los olvidemos.
La
mayoría de estos seres irrepetibles yo , que ya cuento mis años, no los llegué
a conocer, o en algunos casos aunque así fuera su memoria física se me ha ido
difuminando en el tiempo, sin embargo están en la memoria popular, se sigue
hablando de ellos, sus familias siguen caminando entre nosotros, y casi todos
ellos tienen una genética que nos los recuerda, o se los recuerda a las
personas mas mayores que los conocieron y los trataron, y sea por su físico por
o por su forma de ser siempre dicen aquello de..-Cada día te pareces mas a tu
abuelo, o a tu padre, o a cualquiera que halla formado parte de la saga
familiar, y como digo seguro que conservaran en el recuerdo muchos dichos con
los que amenizaron, o todavía amenizan
cualquier conversación, esto es cierto pero cada vez menos, pues los mas
jóvenes no tienen ningún interés en estas remembranzas, y es una pena pues se pierden muchas cosas por el camino, es
como cuando se contemplan en algunas casas esas fotos que el paso de los años
hace decadentes, pero que cuando las contemplamos, solemos preguntar ¿Y esos
quienes eran?..Se nos responde por la persona preguntada, y que dado el caso puede
ser que pase con mucho de los ochenta años, Pues mira esas que están detrás eran mi madre
y mi tía, el que está delante sentado era mi padre, y esa cría que tiene
sentada en las rodillas soy yo. Si esta persona que nos muestra las fotos es ya
largamente octogenaria, no nos hace falta
echar muchas cuentas para preguntarnos donde estarán los huesos de
aquellos que la acompañaron en las fotos.
Hoy día
esas fotos y esos cuadros que durante tantos años decoraron las paredes de los
comedores de nuestros padres y nuestros abuelos en la mayoría de los casos
habrán pasado al baúl de los recuerdos, y esto es un decir, pues lo mas seguro
habrán ido a parar ni se sabe donde, quizás la polilla habrá acabado con ellos
en algún rincón olvidado de cualquier desván o trastero, o tal vez algo mucho
mas doloroso, metidos en un saco en algún vertedero.
Pero
para que este aldabonazo no suene tan duro en nuestras conciencias, vamos a
creer sin embargo que esas personas mayores que nostálgicamente siguen
conservando esas fotos del recuerdo, son las que nunca se desprenderán de
ellas, y son las que guardan en su memoria esos dichos y esas anécdotas que
vivieron junto a ellos. Por ejemplo, a mi me gusta sentarme un rato después de
comer a tomarme el café o alguna tisana que también me gustan, debajo del
balcón de mi casa y escuchar las cosas
que recuerdan estas vecinas mayores, y que van llegando unas por un camino y
otras por otros para pasar un rato de charlas sentadas en el vejo banco, como
digo debajo del balcón de mi casa, a veces tengo que espabilarme, pues
dependiendo de que el tiempo esté soleado estas buenas piezas se me colocan en
el alargado cojín que les pongo en el banco, y cualquiera les dice que yo
quiero sentarme,-Anda tráete una silla o un ´´tajucu`` ¡y si no haber andado
mas lista¡.
Pues
bien, de Carmina la de la Llosa (la rojita), de Lines la de el Estanco, de
Angelita la de Polo, o de cualquier otra de estas asiduas visitantes que
vienen, -según ellas,- ha hacerme un rato de compañía, (la mayoría de las veces
tengo que dejar algún quehacer para que el rato de compañía se lo tenga que
hacer yo a ellas), son de quienes mas he aprendido de las historias de nuestro
pueblo y de sus gentes, y de lo que no me cabe ninguna duda es de que si éste
reportaje que estoy escribiendo tiene algún mérito solo se lo deberé a las
muchas vivencias y recuerdos que éstas enciclopedias de la vida me cuentan, o
que yo les escucho hablar entre ellas, pues de la mayoría de esas situaciones
que ellas recuerdan son para mi una fuente del saber popular, y lo cierto es
que todo lo que he aprendido y lo que me he reído con ellas no tiene, precio,
también creo que para sus memorias todos esos recuerdos que afloran en sus
conversaciones, son un bien muy necesario
-¿Reacuerdas cuando las de la Torre nos dejaban abierta la portilla para que
nos coláramos en la huerta y poder cojérle las peras a Don Fausto?- Si
ja, ja, ja, fue aquella noche que Pili tropezó y se cayó todo lo larga que era
en el regato de los orines,¡buena se puso era mucha peste¡-…Las que le abrieron
la portilla del huerto eran otras buenas piezas parecidas pero es que además
eran las sobrinas de aquel a quien iban a asaltar el peral, o sea que las
cómplices estaban dentro de la misma familia. ¿Y de la tarde de la magosta en
la ´´llana``de Rosecu? si fue cuando después de comernos las castañas Cuca se
trajo la sartén arrastrando, bien nos ´´pasamos`` con el anís aquella tarde, si
pero cómo nos lo pasábamos,
De
algunos de estos personajes que todos guardamos en nuestros recuerdos son sobre todo aquellos de nuestros
años escolares, son aquellos vecinos que vivían cerca de las escuelas, y a los
que en muchos casos volvíamos locos con nuestros juegos y nuestros alborotos,
pero que llegamos a tenerlos como algo nuestro, tal vez por que en muchos casos
un rebaño de mas de cuarenta críos y otros tantas de crías entre las dos
escuelas del pueblo, los teníamos que tener hasta la coronilla, en otros
momentos también los entreteníamos, todos ellos eran gente mayor, o al menos
desde nuestra edad de escolares así nos lo parecían, y nuestros jugos les
hacían asomarse a aquellas ventanucas o miradores a los que a veces se asomaban
y se quedaban mirándonos como jugábamos, tal vez recordando al ver aquella
energía de nuestros juegos su pasada
niñez tan breve, pues todos ellos seguramente tuvieron que ayudar en las tareas
de sus casas desde una muy temprana edad, ¡-Quien no recuerda a ´´Candiducu,``
con su pequeña estatura y su cara de niño viejo, con aquella voz de flauta
llamándonos ´´pajeras,`` asomado al pequeño mirador de su casa. O a su hermana
Teresuca con aquellas faldas largas y oscuras y el sempiterno delantal, o el pañuelo
atado debajo de su barbilla. ¡Y quien no recuerda a Margarita y al Mozón, siempre
malhumorados y que nos tiraban con cualquier cosa que tuviesen desde el balcón
de su casa para espantarnos, como si de un perro o un gato se tratase, lo malo
era que en la mayoría de los casos aquello con lo que nos tiraban solían
acertar de lleno. Otros vecinos de la escuela que siempre recordaré eran Loina sentada en su
silla en el pequeño balcón de su casa, con aquel movimiento de ´´perlesía`` en
sus manos y en su cabeza, y que la acompañó en los últimos años de su vida.
O
la mala leche del tío Joseíto, su marido al que no nos acercábamos ni de lejos
por si nos soltaba alguna bronca o algún ´´meneo`` que también se podía dar el
caso. Desde luego ay que entender a ésta
gente, sobre todo desde la edad que ahora tenemos, lo muy trabajado de sus
vidas, los muchos niños que habíamos en los pueblos en aquellos años y que
entre los que acudíamos a las escuelas seriamos sin duda alguna el ´´mejór de
cada casa, el aguantar día a día los juegos y los gritos de tantos chavales
alborotando el barrio no seria poca cruz, pero la escuela estaba allí y
nosotros en el recreo no teníamos mas que hacer que jugar y alborotar, todo lo
demás era circunstancial
Volviendo
a los dichos de nuestra gente, han
pasado todos ellos a través de los años, y con
los recuerdos surgen los dichos, pues las personas que nos los han
transmitido no los han olvidado, muy a menudo escuchamos en nuestras casas
aquello de…como decía el tío tal… o, ¿te acuerdas de las ocurrencias de… En
este caso se podían contar un buen número de ´´Marias``tales como Marimolinu,
Mariforo, Marigaspar, Maricandida Marilinares… Y si no eran ´´Marialgo`` eran
de algo como, Adela la de San Roque, Ción la de el Cortijo Josefa la de Toñu,
Mariuca la de Aurelio Juliuca la de Encio Amparo la del tío Julio… Las Marias eran así, todo seguido,
como si de unos apellidos se tratase, o mas justo será decir que son así, pues a la mayoría así se las sigue llamando. Todas ellas y
muchas mas nos dejaron recuerdos de aquella forma tan peculiar de decir las
cosas, y aunque muchas de ellas ya hace muchos años que nos dejaron para
siempre, no así sus expresiones ni su forma de ser, por ejemplo a
´´Marimolinu``la recordamos siempre con algún ´´coloño`` de ´´tarmaos`` o ´´escajos``o con algún saco de castañas a la
cabeza y con aquella manera de hablar en la que a veces le sobraban las
palabras, o a su hijo Joseón con el que necesitaríamos un traductor para poder
entender lo que nos decía. De Mariforo lo que mas recordamos de ella era verla
apoyada en la portilla del huerto de Cion la de el Cortijo, mirando como
bailaban las muchachas en el Portalón de Jesús el Pasiego, y fijándose bien en
todos los detalles para al día siguiente preguntar quienes eran los muchachos
que bailaban con ellas, de donde eran, o quien era aquel que parecía que
bailaba mas bailes con una sola que con las demás, lo normal vaya, un
entretenimiento como otro cualquiera, ella lo que quería era enterarse de algo,
esto no era nada malo, en realidad el
único entretenimiento que los domingos por la tarde tenían muchas mujeres de
mediana edad era contemplar desde el portal del Pasiego como se divertían
bailando o ligando con algún muchacho llegado de otros pueblos con las
muchachas del baile, quien se lo podría reprochar eran años en los que había
pocos entretenimientos para un día festivo, y desde luego el baile del Portalón
era de lo mas entretenido.
Lines
la de el Estanco cuenta como una tarde ya anochecido, estaba su madre entretenida
en un apartado de la cocina, y acababa de cocer una caldera de boronas, eran
por los meses de Noviembre o Diciembre, no recuerda bien pero por esas fechas
se hacía la matanza, pues bien sigue contando Lines- como mi madre estaba tan
ensimismada tardó en darse cuenta de que tenia dos personas en la cocina, al
darse cuenta de que eran Pepe Rubin y Mingo el de Celucos, personas bien
recividas en la casa les dijo que se sentaran a comer un borono de los que
acababa de cocer, No te preocupes Ginia que ya lo sacamos nosotros y nos lo
acabamos de comer,- Por otra parte me cuentan, quién no ha escuchado alguna vez
las ocurrencias del tío Nelín de Riclones, de quien se solía decir que parecía
que se las estaban escribiendo, como cuando le decia a su hija ´´Maripozu``cuando
ésta iba a las romerías – ten ´´cuidau,`` que ´´pa`` esas cerraduras valen
´´toas`` las llaves.- O aquel ¡San Dios¡
tan expresivo con el que solía empezar o acabar sus ocurrencias, como cuando le
preguntó a un chavaluco que si había visto a ´´las sus ovejas`` el muchacho le
contestó –si ahí arriba están encima de
unos castañares, a lo que el bueno de Nelín le contestó, ¡San Dios ¿en las
cogollas?.
Pero si
de algunas de estas gentes irrepetibles han sido recordadas por sus ocurrencias
estas fueron la tia Vitorina y Ángeles su hija, esta la recuerdo mucho mas, (no
así a su madre) por ser yo fija desde que era una cría en su casa e inseparable
de su nieta con la que me ha unido desde siempre una cordial amistad, Ángeles a
la que todos conocíamos como la ´´Piculina`` era una mujer enérgica y muy
alabarientada por todo, trabajadora del campo de sol a sol, adicta al café en
cuya cocina jamás faltaba aquel puchero renegrido del que nunca se vaciaban
todos los ´´posos``pues ella decía que el café tiene que tener sabor en el
fondo, y lo cierto era que el café tenia que ser bueno, pues todavía hoy
recuerdo el olor del café de puchero de Ángeles.
En el
pueblo por entonces en la mayoría de las casas se criaban abejas pues a la miel
se la consideraba como un bien medicinal, y en casa de Ángeles había alguna que
otra colmena, si se daba el caso de que las abejas se salieran de la colmena
Ángeles se colgaba del cuello uno de los campanos mas sonoros de su casa (que
no había pocos) y recorría todo el pueblo tras ellas hasta conseguir reunirlas
para volverlas a su colmena. Nunca fui capaz de descifrar por que aquel sonido
reunía a las abejas pero lo cierto era que Ángeles no perdía nunca ningún
enjambre. También se la recuerda por aquella forma de cantar tan retorneado, en
las fiestas populares, y sobre todo en
las canciones de la Iglesia en las misas festivas, pues además de retornearlas
Ángeles tenía muy buena voz. Eso y aquel, Ora, Ora, Ora, ¿Paéte? Eran sus
mejores señas de identidad, y con las que solía amenizar cualquier
conversación.
Sin
embargo por lo que tengo oído, si alguien podía superar en dichos ocurrentes a
Ángeles la ´´Piculina`` esa era, según tengo entendido, su madre, la tía
Vitorina. Era esta una de las mas populares del pueblo por su forma sencilla y
ocurrente de expresarse yo como digo no la llegué a conocer, pero si de alguien
se recuerdan referencias de su manera de ser
esa era la tía Vitorina. Ángeles
convivió toda su vida con su madre, las dos eran viudas pues Ángeles enviudó
joven, por lo cual los hijos de Ángeles los crió prácticamente su abuela
Vitorina, y de los dichos con los que la tía Vitorina amenizaba la niñez de sus
nietos se podría escribir un buen diario. Estos fueron creciendo pero las
anécdotas que con ellos vivió son temas que todavía se recuerdan. Aunque todo
esto que fue la vida de nuestro pueblo se está perdiendo, pues las personas que
nos relatan esas vivencias son muy mayores, o lo que es peor, nos van faltando,
yo procuro recopilar todo lo que puedo de ellas, y aunque comprendo que a mucha
gente le pueda recordar a cosas trasnochadas para mi son la historia de nuestro
pueblo, son como esas viejas Iglesias que se van derrumbando por el paso de los
años, y que cuando alguien decide restaurarlas se procura darles el mismo esplendor
que en su día tuvieron, y así su recuerdo no se nos olvidará nunca, por eso yo
agradezco a quienes me recuerdan esas vivencias
pues quienes las lean las podrán valorar en su justa medida.
Así por
ejemplo de la tía Vitorina se recuerda
lo preocupada que estaba un día por la indigestión de su nieto y ella lo
comentaba así,-Llegó ´´el mi Pito`` con
mas hambre que ´´el perru de un señoritu`` y como es un ´´burru blancu``se
comió cuatro tortas al ´´rabion`` y ahora no hace mas que ´´quejase`` ¡Ay Vita
que malu estoy.¡ Pito era su nieto
pequeño, y es de él y de su abuela de quien mas anécdotas se recuerdan,
pues de su otro nieto, Esteban solía
decir-que era mas ´´pinchu-`` mas presumido, para que nos entendamos, En otra
ocasión ya mozos, Vitorina contaba lo que le pasó a su nieto en una romería de
la comarca, Fue ´´el mi Pito`` al Cristo a Bielva y le robaron la bicicleta,
cuando la encontró le habían ´´rotu`` el ´´maniquí`` y le habían ´´robau`` el
´´soplon.``Creo que a la buena de tía Vitorina no le hacen falta traductores,
todos entendemos lo que nos quería decir.
Pues nada mas por ahora, aunque en el recuerdo se quedan muchas,
muchísimas mas cosas de esos seres irrepetibles, a los que con el tiempo les
daré otro repaso, yo solo agradezco el espacio que me conceden en nuestro
periódico para poder contarlos y como se que estos relatos tienen muy buena
acogida, en alguna otra ocasión recopilaré algunos mas.
FIN.
Mary Pérez de Celis.
He pasado un rato muy alegre recordando esas vivencias que tú describes tan bién ,por que lo he vivido ,ya casi no quedan personas que recuerden éstas cosas,lamentable mente todas s han ido marchando y el tiempo ha borrado su recuerdo .Te agradezco Mari que tú nos lo hagas recordar, Sigue escribiendo que nos alegres algo la vida ,y nos gusta mucho por que recordar és volver a vivir.Gracias
ResponderEliminarGracas por tus palabras de ánimo Amparito, yo procuraré seguir contando las historias de nuestros valles, las antiguas y las actuales, pues estas con el tiempo tambien formaran parte de nuestros recuerdos
EliminarQue recuerdos más bonitos ,
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