domingo, 22 de marzo de 2015

JULIO, LA HISTORIA DE UN ARTESANO






Hola amigos. Hoy le quiero dedicar mi artículo a Julio Varela. Julio es la discreción en persona, tu te lo puedes encontrar muchas veces, o pocas al cavo del día, pero siempre te lo encontraras, con algún menester entre manos, sin embargo hasta hace relativamente poco, yo no tenía constancia de que este muchacho callado y tranquilo, además de cumplir con un trabajo, como todo hijo de vecino, (si es que hay trabajo, que esa es otra,) podía tener una habilidad tan pasmosa, para el labrado de la madera. Julio nunca fue a ninguna escuela, ni a ningún taller de aprendizaje, lo que sabe es solo ideado por su imaginación, sin embargo, de sus manos lo mismo sale un sillón, tan magnífico como un trono, que unas tablas para perchas con detalles de cordones, hojas de roble, círculos de estrellas…También entre sus maravillosas tallas se pueden encontrar, cornucopias cabezas de ciervos, de aves, de caballos…

Los arcones que salen de sus manos son una pura filigrana de detalles, desde las Estelas cántabras, pasando por los remates de sus acabados, con cientos de pasadas por unas maderas, en las que sus vetas pulidas sin descanso, destacan  como si fuesen de cristal.
Los bancos los encontramos de todos los modelos y tamaños, desde el mas elaborado para una entrada de casa, pasando por el siempre renovado escabel, el de asiento arconero, los de respaldo de cabecero…todos ellos  formando la madera el mas puro  encaje, tales son las finuras de sus dibujos.
 Los entrañables “tajucos” tan necesarios, y que nos recuerdan los pequeños bancos, que siempre vimos en los laterales de aquellas   chimeneas de las cocinas de nuestros abuelos. Julio siente un gran respeto por la madera, por eso mismo nunca desperdicia nada de ella,  los trozos mas pequeños, los aprovecha para hacer con ellos unos preciosos saleros con su tapa giratoria, en los cuales son muy destacables su gusto por el pequeño detalle, también el aprovechamiento que hace de troncos de madera retorcidos, duros como la piedra, pero que el sabe sacarle de entre sus atormentados nudos todo el ingenio que su imaginación le dicta.




 Los trabajos en madera de Julio, solo se comprende por que este, va acompañado de toda la  dedicación, que le deja su tiempo libre, son artesanías que no se miden en tiempo, son esa raigambre que de vez en cuando, brota en una persona joven a la que el gusto, el respeto por una tradición que siempre vimos en las casas de nuestros mayores, en las que todo se realizaba con dedicación y trabajo, saca a flote lo que los genes de esos antepasados nos dejaron como herencia. Seguramente, el de Julio no sea un caso aislado, muchos jóvenes solo con proponérselo, desarrollarían  habilidades que ni siquiera saben que las tienen, lo que pasa es que, para cualquier tarea en esta vida, además de esa habilidad se tiene que contar con mucha paciencia, y mucho amor propio para sacarlas adelante, todos  tenemos en la memoria a personas por  lo mucho que trabajaron, y cómo con dedicación y mucho ingenio, con pequeñas herramientas que, en  su mayoría, fabricaban ellos mismos, mantuvieron  a sus familias, y también por que con ello, supieron inculcarle esa responsabilidad por el trabajo bien hecho a sus hijos.



       


Hoy, como muy a menudo resalto en mis crónicas, los tiempos son otros, y las cosas cotidianas ya se nos dan hechas, y dependen mas de los horarios de unas Empresas, que tiene que sacar adelante su negocio,- algo muy necesario,- pues esas Empresas crean muchos puestos de trabajo, de los que dependen muchas familias, y que tambien, van en función de su utilidad.





   Por eso mismo los trabajos artesanales de Julio, no tienen precio,- bueno si que lo tendrían,- pero solo para aquellas personas que lo sepan valorar, y desde luego solo serian con un valor muy alto, tanto como aquellos que sientan la necesidad de tener una obra intemporal, una obra que pasados muchísimos años, siempre sería arte,  un arte que siempre se revalorizará con el tiempo, por cierto, un tiempo que Julio le dedica, después de su jornada laboral, y de atender con la misma dedicación las necesidades de la casa de sus padres, a la que junto con Sergio su hermano, ayudan en todo aquello que estos precisen.


 
   

                      
 Pues nada mas, solo que para aquellas personas que sientan la necesidad de contemplar, y valorar el trabajo bien hecho, solo tendrían que darse una vuelta por Celis, un precioso pueblo para pasar un día muy agradable, y de paso poder admirar el museo de trabajos de madera, todo hecho a mano,  con maderas nobles, curadas por el paso del tiempo, y que Julio les mostrará,  sin ningún compromiso, solo por el gusto de que la gente pueda contemplar un trabajo por el que siente verdadera pasión, y al que le dedica todas las horas que sus obligaciones le permiten.
                   
                                            MARI PEREZ. 
                                                                  DE CELIS.
                                                          


6 comentarios:

  1. Oleee Mari!!!! Tú tambien tienes mucho "Arte" con el bolígrafo en la Mano.

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  2. Si,está muy bien.

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  3. Qué maravilla de cosas hace con la madera este chico tan guapo, discreto y formal .Tengo la suerte de que es ahijado mío y siento decir que hace mucho tiempo que no le veo.Es un artista ,y de ello ,me alegro mucho.
    Mari, no sabes lo que me gusta que hayas escrito este artículo sobre él.Te ha quedado muy bonito y entrañable.
    Preciosos todos los trabajos que ha hecho .Una maravilla.
    Me ha gustado mucho ,entrar en tu blog y leer ésto.
    Gracias Mari.

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  4. De nuevo sigo descubriendo cosas maravillosas de tu tierra, Mari, gracias a tus preciosos escritos.
    Maravillosos trabajos los de Julio, para perder el gusto viéndolos, qué maravilla! Y estupendos tus atrayentes escritos, Mari.

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  5. Muchas gracias Pili, solo hay que poner las letras, la materia prima ya la pone este gran artesano.

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