HOLA AMIGOS:
Si algo hace que un pueblo se sienta vivo, son sus
tradiciones, y si esas tradiciones son además lo que define un carácter, estas
son las que se conservan durante tiempos que se pierden en la memoria.
Si un carácter ha conservado su sentir, su vocablo, sus señas de identidad, su propia personalidad, y
nunca ha renunciado a llevarlo como bandera, ese es el pueblo de Carmona.
Creo que pocas provincias pueden presumir de unos contrastes
tan marcados y tan ricos, como nuestra provincia de Cantabria.
Siendo como es una comunidad pequeña en
extensión, se puede decir que no le falta de nada. Desde los esbeltos y señoriales Picos de
Europa, pasando por las hermosas cordilleras de los altos de Campoo, o la de
los míticos montes de Peña Sagra.
Nuestra histórica y siempre misteriosa “Peña Sacra” como se empezó a definir, allá por la conquista romana, cuando un ejército de cientos de soldados, pertrechados con la mas moderna maquinaria y armamento, se las vieron de todos los colores para poder desalojar a los fieros guerreros que nunca quisieron perder su identidad, y mucho menos su libertad, y por esa libertad, fueron capaces de llegar a envenenarse con las hojas de su árbol sagrado como era el tejo, antes de ser esclavizados por sus vencedores. Todavía hoy hay quien cree escuchar el retumbar de aquellos terribles combates en lo mas alto de sus cumbres.
Nuestra histórica y siempre misteriosa “Peña Sacra” como se empezó a definir, allá por la conquista romana, cuando un ejército de cientos de soldados, pertrechados con la mas moderna maquinaria y armamento, se las vieron de todos los colores para poder desalojar a los fieros guerreros que nunca quisieron perder su identidad, y mucho menos su libertad, y por esa libertad, fueron capaces de llegar a envenenarse con las hojas de su árbol sagrado como era el tejo, antes de ser esclavizados por sus vencedores. Todavía hoy hay quien cree escuchar el retumbar de aquellos terribles combates en lo mas alto de sus cumbres.
Pues desde esas alturas a las que hago referencia, pasando
por pueblos escondidos entre valles y montañas, siguiendo por villas de tierra
adentro, con todo el encanto de los lugares
pequeños pero muy completos en sus servicios, ya sean de alta montaña, como la
preciosa villa de Potes, o Reinosa, las
mas llanas como la de Cabezón de la Sal, Unquera, Corrales de Buelna, la muy
histórica y cantada Cartes,… Y como nó,
Santillana del Mar, donde el tiempo parece que se detuvo en la época medieval.
O… tal vez un poco mas adelante, en una sociedad señorial y decadente, que supo
muy bien retratar el escritor Ricardo León, en su novela “ Casta de hidalgos”
ambientada en los primerísimos años del siglo XX en esta villa.
Y entre estas ya nombradas, junto a otras más
que componen nuestra provincia, todas las villas costeras, desde San Vicente de la Barquera, o Comillas, claros
ejemplos de tantas otras villas marineras, hasta Santoña, Laredo, o Castro Urdiales, con sus
playas sus calas y su maravilloso litoral. Sin olvidarnos de la segunda ciudad
mas importante de la Comunidad, la siempre industrial y laboriosa Torrelavega.
Nuestra provincia es un pequeño, pero muy
hermoso mosaico de los contrastes mas grandes. Y entre todos estos contrastes,
y brillando como una gran estrella ¡¡, Santander!! La capital, y como diría el
también gran poeta Gerardo Diego,¡ Mi Santander, mi cuna, mi palabra!.
Santander, la ciudad mas bonita del Cantábrico, desde la orilla de ese mar que
da nombre a nuestra comunidad, extiende su capitalidad, hacia todos los límites
de su territorio sembrándolo de todas estas villas y pueblos que la integran.
Entre estos pueblos los que quizás mas atraigan los ojos y
el sentir de sus habitantes, sean aquellos que mejor conservan sus tradiciones.
Y si de tradiciones hablamos, podríamos decir que uno de los que mejor las
reúna, sea el pueblo de Carmona.
Carmona es conocido dentro de nuestra provincia, por tener todo el tipismo y los ingredientes para que
aquellos que la visitan sientan que por aquí no ha pasado el tiempo.
La forma de expresión en su lenguaje, sus
costumbres y tradiciones, sus casonas arconadas, sus corredores llenos de
geranios, sus huertos rodeados de paredes de piedras… Todo en este pueblo sabe
a tradición a costumbre, sabe en resumen a pueblo muy montañés, muy
costumbrista.
Pues bien, si una costumbre ha atraído desde tiempos muy
remotos, la atención de la mayoría de los Cántabros, y de otros muchos lugares
que han podido tener la suerte de contemplarla, esta siempre será la
“Pasá” La pasá es para los carmoniegos
una de las tradiciones que viven con la mayor de las pasiones.
El día de la pasá, desde los mas pequeños
hasta los mas ancianos del lugar, salen al paso de las mejores cabañas de vacas
tudancas de su Ayuntamiento. Es todo un
acontecimiento, ver desfilar por medio de la carretera, las cabañas de tudancas
recién bajadas de los altos puertos.
Sus dueños las muestran en este desfile,
con todo el orgullo de quien sabe que pasea un animal único, una raza por la
que la gente cántabra, siente verdadera admiración, y desde luego, quien no ha
visto desfilar una cabaña de vacas tudancas, con sus crías, los pastores que
las escoltan ataviados con sus pantalones remendados, sus chalecos de rizada
piel de oveja, sus calcetines de pura lana, calzando los escarpines de sayal, y
las picudas y decoradas albarcas, hechas por los mejores artesanos carmoniegos,
no lo podría nunca entender, pues hay que haber vivido y mamado esta tradición
para llegar a entenderla.
Los enormes mastines con sus collares de puntiagudas
púas, los cuales le son de gran defensa en posibles ataques de lobos, son
llevados del “ramal” de sus dueños, desfilando con toda la nobleza y el orgullo
de saberse parte del protagonismo del día. Ellos también han cumplido su
cometido en los altos puertos, como fieles guardianes del ganado de sus dueños,
y como premio a sus cuidados, el invierno lo pasarán protegidos del frio,
dentro de las cabañas de sus invernales.
Como un recuerdo que quedará para todos los que sientan muy
arraigada esta bonita tradición, les muestro dentro del propio relato, y al
finalizar este, un recopilatorio, de lo mas variado de este gran desfile del
mejor ganado tudanco que se pueda contemplar. Y sin dejar de tener en cuenta
que este desfile es una tradición muy Carmoniega, no olvidarnos que en toda la provincia, existen cabañas de
la misma raza y de la misma importancia que las que desfilan por el pueblo de
Carmona. ¡Claro que nunca se les podrá quitar a los carmoniegos, que sean los
que lleven por bandera el orgullo de esta raza, ni que sus hermosos campanos
del mejor y mas labrado cuero, suenen con mayor sonoridad, en su famoso desfile
de la”Pasá.”
VIVA CARMONA SEÑORES
ESE HERMOSO PUEBLO CANTABRO
Y VIVAN LOS
CARMONIEGOS
CON SUS
GANADOS TUDANCOS.
ESPERO QUE
ESTE RELATO LES RESULTE ENTRETENIDO, CON ESE DESEO LO HE ESCRITO.
UN SALUDO
DE MARY PÉREZ. DE CELIS.
PD. Como un recuerdo dejo este albún recopilatorio, del día de la "Pasá," pues pasaran los años y siempre sera emocionante poder contemplar este desfile único en una provincia tambien unica. Espero que lo disfruten.
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