Una vez mas,- y ya son unos cuantos años,- me siento ante la
hoja en blanco, intentando hacer un recorrido con la memoria de unos días de
gran preocupación, pero de muchas y grandes satisfacciones: Un año mas quiero hacer memoria de un
recorrido solidario, de un peregrinaje, en el que las ganas, y el compañerismo,
son lo mas importante de este caminar por los pueblos de nuestro entorno.
Cuando hace allá por el mes de noviembre, nos
planteamos si este año tendríamos el
mismo ánimo que en años anteriores, para salir por los pueblos de nuestra
comarca intentando recabar la ayuda de los vecinos de estos pueblos, no teníamos muy claro, si
conseguiríamos con nuestra pequeña aportación, poner en marcha la venta de unos
talonarios de rifas, de las cuales, el
regalo de esa venta sería, (como ya sabéis) una cesta compuesta por todo
aquello que en ella pudiesen meter las personas que con buena voluntad nos
ayudasen a conseguirlo. No dejamos de tener en cuenta que, - conociendo la
enorme generosidad con que siempre estos amigos y vecinos nos han atendido – no
habría duda de que una vez mas, nuestras demandas serian atendidas, y nuestra
cesta llenada, y mucho mas cuando la causa por la que se pedía esa ayuda, era
de mucha necesidad.
Sin embargo no teníamos muy claro si las dificultades que
siempre surgen cuando emprendemos cualquier objetivo, este se podría realizar. Para empezar las compañeras que otros años nos
acompañaron, este año tenían serias dificultades para hacerlo, problemas de
salud, días de trabajo que no nos coincidían, personas mayores a su cargo que
requerían atención… los pueblos del recorrido bastante extensos, pero cada vez
mas despoblados… los días muy cortos en los que la noche se nos echaba encima,
con la consiguiente prisa por acabar cuanto antes nuestro recorrido, pero que
al mismo tiempo era inevitable que este recorrido, a veces se nos alargase mas
de lo deseado, pues el trato con la
gente que nos atendía había que hacerlo… En fin, nada que la buena voluntad no
hiciese insalvable, pero dificultades al fin y al cavo.
Bueno pues con estos pros y contras, en el camino, decidimos
que lo que no se empieza no se acaba,
así que comunique a nuestro párroco Don Rolando, que nos encargase los
talonarios, también le dije que este año no sabíamos cuantas personas podríamos realizar el recorrido, pero que las
que fuésemos lo haríamos con el ánimo
muy alto.
Todo ello en palabras suena muy bien, incluso con algo mas
de ánimo del que en el fondo tenía, algo que por momentos se me vino abajo,
cuando vi aquella torre de veinte talonarios, muy bien ordenados uno encima del
otro, de cien papeletas cada uno, diciéndome ¡ala ahora a vendernos! Confieso
que me temblaron las piernas, y la moral que intentaba que no me faltase, me
llegó a faltar. Esa noche me costó dormir, pues pensaba…¡Dios mío como salimos
de esta, si este año no se si nos juntaremos las mas imprescindibles para poder
hacerlo!
Sin embargo hoy pienso, que la ayuda para cualquier causa la
puedes encontrar donde menos te lo piensas, Y por suerte eso fue lo que pasó, y
de la forma mas inesperada. Esta vino de la mano de una buena vecina con la que
desde hace tiempo vamos juntas a caminar, a veces solas y otras en compañía de
otras amigas que nos encontramos por la carretera. Esta vecina no había
colaborado nunca en esto de la venta solidaria, ( si en otros eventos) por lo
cual no había dado en decirle nada, sin embargo, y ante el problema de el poco
personal con que este año contaba, le dije que si ella no se animaba a
acompañarme hasta que pudiese incorporarse alguna amiga mas. Para mi sorpresa,
estuvo encantada con la idea. Cierto que
esta amiga hoy sus obligaciones no son de mucha urgencia, y esta idea le vino
muy bien para,- en un tiempo en el que su trabajo en el campo no es necesario,-
tener el tiempo entretenido en algo que según me dijo, le era muy satisfactorio.
Así que me dijo, ¡¡cuando quieras empezamos!!
Lo que sigue es la historia de todos los años, muy buena
gente, muchos que entendía, que los que pedían nuestra ayuda, eran quienes no
tenían nada, (siempre pienso que por mucha picaresca que exista en personas sin
escrúpulos, hay cientos de otras personas que solo tienen lo que la generosidad
de la gente les aporte,) y es muy fácil a veces escudarnos en decir,¡ que se
busquen la vida,! y no digo que en ocasiones no tengan razón, pero también
pienso que a nadie le puede gustar vivir
de limosnas, pero la vida a veces te pone en situaciones, en que gracias a esas
limosnas algunos desgraciados pueden sobrevivir, seguramente algunos conocemos
casos en los que esos paquetes de comidas que los centros de Cáritas reparte,
les están ayudando a pasar una mala racha, esas malas rachas de la que nadie
puede decir que este libre a lo largo de la vida, ¡yo he conocido alguno.!
Por lo demás no nos han faltado algunos ratos muy divertidos.
En Puentenansa, llamamos a la casa de los Hermanos Quijano, una casa muy grande
de varios pisos, como todos sabéis. Lo que tienen estas casas de pisos, es ese
sistema de llamada en la que un avisador nos comunica con cualquier vecino al
que queramos llamar. El caso es que al no tener nombres en los llamadores,
nosotras les dimos a todos los timbres. Estos parece ser, estaban comunicados unos con otros, cuando
notamos que cogían el contestador le dije a Rosi, (otra de las compañeras que
nos acompañaba,) que preguntase por Teresa, ( tengo que decir que solo me
acordaba del nombre de Teresa, y Carmina), pero el que nos atendió fue su
hermano Ramón.
Ante todas las explicaciones que daba Rosi por el telefonillo,
solo escuché a Ramonin decir… ¡Dejarlo que solo oigo que sois de Celis, ya bajo
haber que queréis.! Y así lo hizo el
buen Ramonín, con el cual no sabíamos como disculparnos, por el “royo” que le
habíamos dado por el avisador para darnos a conocer, cosa que como el nos dijo
¡¡pero si os conozco a todas de sobra!! Después
de reírnos un rato, nos fuimos tan contentas, con el puñado de papeletas que
nos compró.
Como ya indico mas arriba, pasados unos días en los que solo
Mery y yo, recorrimos juntas los primeros pueblos, el día que fuimos a Celucos
a venderlas se nos ofreció Rosi para ir con nosotras, algo que le agradecimos
muy de veras, no es que se nos había dado mal a Mery y a mí, pues en Cades, y
Otero, así como en Celucos y Riclones, y otro de los días en nuestro propio
pueblo, Celis, pudimos dar salida a un buen número de papeletas, pero aún así y
junto con los barrios de Arenas y la Herrería, aquello todavía no había hecho
nada mas que empezar, por eso el ofrecimiento de Rosi nos vino muy bien.
En Cades, como siempre no dejamos de acmirar su bonito y artesanal museo. |
Con los días subsiguientes, también se incorporaron Marimar
y Ricardita. Esta ya nos había dicho que el día que fuésemos a Carmona( su
pueblo) ella nos acompañaría, pues nada mejor que conocer a tu gente para que
la confianza sea mayor, aunque es cierto que en Carmona siempre nos han
recibido muy amablemente, y por supuesto, nos recordaban de años
anteriores. De Carmona siempre se nos
quedan algunas anécdotas muy graciosas.
En este recorrido por los dos
pueblos-San Pedro, y el mismo Carmona, no nos faltan los buenos ratos
escuchando las simpáticas conversaciones de los vecinos que nos íbamos encontrando.
En San Pedro por ejemplo, fue muy bueno, en una casa de una bonita “corralada”,
en la que llamamos repetidamente, pues la puerta no estaba cerrada del todo y
la televisión se sentía con mucho volumen, pues bien, aunque se daban estas
circunstancias, y además recordábamos de años anteriores que la madre y la hija
que vivían en ella, no nos echaban sin comprar alguna rifa, un poco extrañadas,
nos preparábamos para dar media vuelta, al ver que nadie nos atendía.
Pero en esto Ricardita volvió sobre sus
pasos, y sin decir nada abrió la puerta y entró dentro de la casa. Cuando
empezamos a seguirla, escuchamos como nos decía...¡¡Pero si está en casa,!! lo
que pasa es que no nos oye porque está sordísima. Y así era, la buena mujer,
cuando se dio cuenta nos tenía a las cuatro en el salón de su casa, y dándonos
unas voces tremendas, preguntándonos un montón de cosas. Esta señora,- de la
que no recuerdo el nombre,- se alegró mucho de vernos, ella se recordaba
perfectamente de otros años, lo que pasó es que en años anteriores estaba una
hija en casa con ella, y por cierto las habíamos encontrado sentadas es un
banco a las dos a la puerta de su casa, el motivo era que su hija no siempre
estaba en el pueblo, pues no vivía en el de forma permanente. Al final la mujer
estuvo un rato muy entretenida con nosotras, pues según nos dijo, mirando la
tele se quedaba medio dormida. Muy sorda sí, pero muy simpática la buena señora.
En el pueblo de Pedreo, acudimos después de haber hecho
nuestro recorrido por el de Obeso. En esta ocasión, habíamos ido solo Mery y
yo, tengo que decir que aunque la gente que nos encontramos fue muy generosa,
esta es cada vez mas escasa, ¡¡ El mal de todos los pequeños pueblos!! Cada vez
quedamos menos!! nos decían, algo que no dejamos de constatar, y lo mas triste
es que en estos tiempos en que los pueblos disfrutan de muchas mas comodidades
que hace años, es cuando mas gente falta en ellos. Otro de los detalles que mas
nos llamaba la atención, es que precisamente, en todos los pueblos a los que
acudimos, sus casas están magníficamente acondicionadas, con unas reparaciones
de las mas antiguas, conservando su propio estilo, que es una maravilla verlas.
Al comentarles estas impresiones a los vecinos de los diferentes pueblos por
los que pasamos, todos nos dicen lo mismo,¡ Si hoy da gusto ver como se
acondicionan las viviendas,! total para -como mucho- algún que otro fin de
semana. Bueno también de los que viven de continuo, uno se encuentra con unas
casas muy bonitas y confortables
Despues del recorrido por Obeso, una vecina nos indicó que
en Pedreo encontraríamos alguna vecina mas, pues estaban ensayando en el local
de las antiguas escuelas, las canciones de celebración del día del Patrón del
pueblo. Así lo hicimos, cuando nos
acercábamos a dicho local, ya escuchamos unas buenas voces junto al sonido de
las panderetas, estas amigas nos recibieron muy alegremente, y, aunque las
pescamos de improviso, y solo una llevaba dinero, todo se arregló entre ellas
prestándose el dinero para que todas nos comprasen unas cuantas papeletas.
Eso
sí, nos animaron a que las acompañásemos en su fiesta, y que yo les hiciese un
bonito reportaje de la celebración, les
prometimos que haríamos todo lo posible por acudir, y después de un
rato mas de palique con estas simpáticas amigas seguimos el recorrido por el pueblo
de Pedreo, pues la noche se nos había echado encima.
En casa de Miguel y Chelo también pasamos un rato muy agradable,
son personas muy acogedoras, y no nos dejaron marchar sin tomar un chocolate y
unas pastas, algo que a esa hora de la tarde nos vino de maravillas.
Acabamos el recorrido en Pedreo, y contentas y agradecidas
emprendimos el regreso a nuestro pueblo, y al calor de la cocina la cual
habíamos dejado cargada de leña para encontrarla bien caldeada a nuestro
regreso, se nos había hecho muy tarde, por lo que dejamos para otro rato el
pueblo de Rioseco.
En Rioseco, pasamos también un buen rato con Carmina y sus
hijas, Carmina aunque lleva toda su vida ,prácticamente, viviendo en Rioseco, nació
y se crio en Celis, es de entender que aunque sus raíces , y toda su familia los
tenga en este pueblo, ella tiene que estar muy agradecida al pueblo donde formo
a su propia familia, donde crió a sus hijos y donde los sacaron ella y Pitín,-
su marido- adelante. Esto no está en discordancia que, como tantas muchachas
que tuvieron que salir de su pueblo al formar su propia familia, no recuerden
constantemente el pueblo donde se
criaron y “mocearon”.
Y algo que muy a menudo yo percibo en estas personas que
marcharon – mas o menos lejos, en el caso de Carmina muy cerca- es que con los
años les puede cada día mas el recuerdo de los suyos, Carmina, que con sus
noventaitantos, han ido desapareciendo los mas cercanos, sus hermanas y
hermanos, siendo ella la depositaria del recuerdo de todos los que se fueron,
pero esto no quita para que los muchísimos sobrinos y sobrinas que le quedan
repartidos por unos cuantos sitios ( pero sobre todo en Celis) la consideren la
máxima matriarca de toda la familia. Poe cierto un honor que se ha ganado, pos
sus años, pero sobre todo por su enorme vitalidad.
Hoy sus hijas, tal vez inculcadas por los recuerdos de su
madre, son cada día mas asiduas visitantes nuestras, del pueblo de su madre,
algo que yo, que tengo la suerte de constatar muy a menudo me alegra mucho,
pues compruebo con cuanto cariño visitan la casa de su tía Lola, en la que
Lines su prima las espera todas las tardes para pasar unos buenos ratos de
animada tertulia. ¡Pues que sigan viniendo ¡ Y algo que no quiero dejar pasar
por alto, son unas esplendidas colaboradoras de nuestra rifa, algo que como a
tantos otros del pueblo de Rioseco, es muy de agradecer.
las amigas que se nos ofrecieron nos lo
demostraban, con este gesto, que esto
que hacíamos era algo bueno, algo por lo que merecía la pena perder unas horas
de nuestro tiempo, pues al final alguien que seguramente lo necesitaría mucho,
podría tener unas fiestas con un buen lote de comida en su mesa, y repito que(
al menos yo) procuro no pensar en los desaprensivos que, - como en todo,-
puedan aprovecharse de nuestro trabajo y de la buena fe de la gente.
Por eso no
quiero dejar pasar la ocasión de darle las gracias a Isabel Gómez, de
Puentenansa,- vecina de Cosio y que trabaja en Santander, concretamente en el
hospital Valdecilla, donde entre todas sus compañeras repartió un talonario y
medio. Gracias de nuevo Isabel, por tu gran generosidad. También se las damos a
la mejor relaciones públicas que tenemos como amiga,- a Pili “la gallega”- con
quien siempre contamos cuando necesitamos su ayuda,- no me gusta llamarla la
gallega, porque ella es mas de Celis que cualquiera de nosotras,- pero es una
forma de que situemos que Pili es, y que también repartió entre sus amistades
otro talonario completo. Pili tu vales mucho. Doy las gracias también a Beli, a
Sara, y a Diana, pues las tres hicieron lo que pudieron, muchas gracias por ser
tan solidarias y estar ahí cuando os necesitamos.
Los pueblos se sucedían, y poco a poco los talonarios se nos
iban repartiendo. Este año después del miedo inicial para podes venderlas,
tuvimos, otra gran ayuda inesperada, y fue la de unas amigas que viven fuera y
se ofrecieron para repartir un talonario cada una de ellas. Este detalle nos
lleno de emoción, pues fue una gran prueba para nosotras, -las dos o tres del
principio,- de que no estábamos solas.
Y la ruta seguía, y los pueblos se iban sucediendo, Cabrojo,
un pueblo pequeño, pero en el que también hubo vecinos que nos ayudaron, en el
pasamos por casa de una vecina nuestra Mary García, la cual se alegró mucho de
la inesperada visita. Puentenansa es,-
además de un gran pueblo,- uno de los que encontramos mas solidaridad, por
suerte también es de los que mas
población conserva, algo muy de agradecer, pues lo cierto es que nuestros
pueblos se van quedando sin gente, claro que en Puentenansa se dan muchas
circunstancias para que este pueblo tenga
mucha vida y actividad, dado que en el se agrupan todos los servicios de
nuestro Ayuntamiento.
Cosío es otro de los pueblos en el que siempre encontramos
la mejor ayuda. Es un gran pueblo, en el
que sus hermosas casonas del mejor estilo medieval, siempre sorprende por sus
buenas iniciativas, por eso no es de mucho extrañar que hace unos meses fuese
escogido como uno de los mas bonitos de España. Un gran honor que las gentes de
Cosío llevan con mucho orgullo, y por el que se desviven para conservarlo en
las mejores condiciones de detalles y limpieza.
Cosío es para todas nosotras también, un pueblo en el que siempre se nos
espera, además de con la compra de un gran número de rifas, con una espléndida
merienda en el lugar que la asociación tiene para sus reuniones de trabajos de
manualidades y demás. Este año nos pasó lo mismo que en Pedreo, se nos pasó
darles el aviso del día que nos pasaríamos con las papeletas, y para no tener
que acudir a sus casas, fueron muy amables de “echar mano” a la caja comunal
para salir del paso, nada que no puedan reponer en cuanto vuelvan al otro día.
No se puede ser mas colaboradoras ni mejores personas.¡ Gracias infinitas!
En San Sebastián de Garabandal, voluntad no falta, lo que
falta es gente, lo que faltan son vecinos, no cabe duda de que tiene tiempos
contados, en que los muchos creyentes en las apariciones Marianas, llegan a
este lugar movidas por dichas apariciones, sin embargo si descontamos esos
peregrinos, que en según el tiempo, acuden a este pueblo, los…digamos vecinos
permanentes, son contados, es penoso contemplar esas casas magnificas, reparadas con tanto esmero por los muchos
creyentes en las apariciones, que en este tiempo se encuentran totalmente
faltas de sus dueños.
Como anécdota curiosa, precisamente el día que acudimos
al pueblo, en una de sus casas, en la que con gran amabilidad nos mandaron
pasar, al contemplar un bonito comedor, en el que un buen número de comensales,
estaban sentados alrededor de la mesa, nos comentaron, que eran americanos, y
que precisamente ese día celebraban la conmemoración del día de Acción de
Gracias, la fiesta mas importante en toda Norteamérica. Esto nos lo iba traduciendo una de las
personas que mejor se le entendía en español, pues los demás comensales todo eran saludos y
sonrisas, pero ni una de nosotras les entendíamos a ellos, ni por supuesto
ellos nos entendían a nosotras, lo que si pudimos ver bien, era que el pavo era
uno de los platos mas vistosos de la mesa,¡ y platos había unos cuantos!
Después de despedirnos de tan simpáticas personas, y una vez
completado el recorrido por el pueblo, al no ser demasiado tarde, decidimos
acercarnos a Rozadío.
Rozadío, es también un pueblo que no por pequeño, deja de
ser muy solidario, siempre encontramos en el
muy buena voluntad,(como en todos los demás, todo hay que decirlo) Como
ya nos conocen de otros años, no les resultamos extrañas, y lo cierto es que
tiene mucha gracia, cuando, para que no les resulte rara nuestra presencia,-
bueno en este y en todos los demás pueblos del recorrido,- siempre empezamos
con la misma “coletilla”.
¡¡Hola, mira somos de Celis y andamos vendiendo unas rifas de una cesta solidaria para ayudar!!… Lo gracioso es cuando la mayoría, nada mas empezar nuestro “ discurso” nos corta diciéndonos… ¡Que ya os conocemos mujer!! Que sois las de todos los años… Siempre pienso… bueno, si esto no es colaboración y caridad… la verdad que viendo la respuesta de tanta gente como estas que encontramos, las personas que acudan a Cáritas, nunca se encontraran solas.
¡¡Hola, mira somos de Celis y andamos vendiendo unas rifas de una cesta solidaria para ayudar!!… Lo gracioso es cuando la mayoría, nada mas empezar nuestro “ discurso” nos corta diciéndonos… ¡Que ya os conocemos mujer!! Que sois las de todos los años… Siempre pienso… bueno, si esto no es colaboración y caridad… la verdad que viendo la respuesta de tanta gente como estas que encontramos, las personas que acudan a Cáritas, nunca se encontraran solas.
Y así, pueblo a
pueblo, casa a casa, el euro de las papeletas iba sumando. Las compañeras que
se habían ofrecido para ayudarnos a venderlas nos avisaban que ya las tenían repartidas, y las que no llegaron a poder
hacerlo, pues tampoco importaba mucho, pues la demanda que teníamos de ellas,
nos hacia ser optimistas en poder repartirlas.
Por lo demás, poco hay que añadir, solo que por primera vez
este año nos han faltado talonarios, pues aunque como digo, se han repartido
dos mil papeletas, su venta, con la mucha ayuda de estas compañeras que las
vendieron entre sus amistades, no nos alcanzaron para los demás pueblos del
recorrido. El último talonario lo vendimos en Camijanes, otro de los pueblos
que también es muy solidario.
Aquí quiero hacer un punto y aparte, para tener
un recuerdo hacia una buena mujer, una mujer muy generosa, que siempre nos recibió
con mucha simpatía. Teresa, una mujer que te imaginabas que no se moriría
nunca, poes a pesar de sus muchos y trabajados años, a pesar de los muchos
hijos que sacó adelante, y a pesar de los malos tiempos en que ella tuvo que criar
a esos hijos, al final de sus años pudo disfrutar de una vida serena y muy
tranquila, pues esos también esos hijos fueron muy buenos con su madre a la que
me consta, tenían rodeada de cariño y atenciones. Teresa estuvo acompañada los
últimos años, por un simpático lorito que sus hijos le regalaron en uno de sus
cumpleaños, un lorito con el que hablaba, y al cual seguramente le haría mas de
una confidencia. Teresa siempre te tendremos en el pensamiento cuando pasemos
por tu casa, este año no había nadie en ella, pero estaba el recuerdo de tu
presencia.
Pues nada mas, solo me queda, un buen poso de serena
tranquilidad, por una buena obra, a la que de alguna manera hemos ayudado a
sacar adelante, una gran satisfacción porque lo bien hecho, bien parece, y si
con ello hemos conseguido que unas pocas familias hayan podido tener algo de comida en su mesa, algún recibo
pagado, alguna medicina muy necesaria, o alimentos o dodotis para los mas
pequeños, nos podremos dar por mas que satisfechas, y con esta misma
satisfacción podremos esperar que el año que viene tengamos salud y el mismo
ánimo que nos acompañó en este. Gracias
a tantos que lo han hecho posible.
UN SALUDO DE MARY PÉREZ. DE
CELIS.
PD.
Este año la cesta solidaria se nos fue a la capital. Una de las rifas vendidas por Isabel han dado la suerte al señor que sale en la foto recogiédola. Que la disfrute.
PD.
Este año la cesta solidaria se nos fue a la capital. Una de las rifas vendidas por Isabel han dado la suerte al señor que sale en la foto recogiédola. Que la disfrute.
PIDO PERDÓN POR ALGUNA PEQUEÑA ERRATA QUE SE MA HA COLADO, PERO NADA QUE NO RESULTE ENTENDIBLE,- ESO ESPERO,-
ResponderEliminarTanbien quiero dar las gracias ,en primer lugar a la gente de Celis, sin cuya ayuda no podríamos sortear la magnífica cesta qu cada año se encargan de llenar con sus aportaciones, nunca seran suficientes nuestros agradecimientos. Un agradecimiento tambien, a todas las amigas que en años anteriores pudieron acompañarnos en nuestro recorrido. Y por supuesto un agradecimiento muy grande a, Mery, Rosi, Marimar, Ricardita... Todas como yo misma creo que somos muy necesarias en este menester, ya sabeis el refrán ¡Un grano no hace granero... pero ayuda al compañero! y este año gracias a todas nosotras se ha podido conseguir.
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