sábado, 10 de diciembre de 2016

SAN FACUNDO, UN GRAN SANTO PARA UN GRAN PUEBLO






San Facundo junto con su harmano San Primitivo fueron tremendamente martirizados por defender su fe


Han pasado ya unas pocas fechas, desde que un día recalamos en  el pueblo de Obeso, en busca de la solidaridad de sus vecinos para que nos echasen una mano con la compra de las rifas de la cesta solidaria, que, como en años anteriores, salimos a vender por estos pueblos nuestros, los nuestros y los de nuestras cercanías.
Después de haber recorrido varias casas, -algunas sin encontrar nadie que las habitaría,- en una de ellas nos dijeron:  ¡Cuando bajéis al de Pedreo  procurar ir por las antiguas escuelas, por que allí encontrareis algunas vecinas que seguramente os compraran unas cuantas rifas.!  Con ese aviso, y ya en una tarde en que la noche se nos echaba encima, Mery y yo, una vez
Resultado de imagen de obeso cantabria
acabado el recorrido por Obeso, y tras un poco de charla con las vecinas que conocíamos de otras ocasiones, nos llegamos al pueblo de Pedreo,- este pueblo dista del de Obeso apenas un km. por carretera,- sin embargo sus vecinos siempre se han comunicado unos con otros, por los caminos de carro, que actualmente son unas magnificas pistas.


Una vez hecho el recorrido por el pueblo, nos tomarnos un chocolate con pastas, en la casa de Chelo y Miguel, en la que con amable insistencia se empeñaron Chelo y su hija que nos tomaríamos. Nos despedimos de esta buena familia, previa compra de unas cuantas rifas, que tanto Chelo, su hija, así como una prima de Chelo que se encontraba con ellas en la casa, nos compraron. Tras indicarnos donde se encontraba  la escuela, en la que las vecinas de Obeso, que no encontramos en el pueblo, estaban ensayando las canciones que le cantarían al Santo en su fiesta, nos acercamos a este lugar.
Ya desde una buena distancia, y a medida que nos íbamos acercando, nos llegaba el sonido de unas potentes voces, junto al de las alegres panderetas.

  Cuando estuvimos junta a la puerta, a la que Mery intentó empujar, yo la contuve, diciéndole que era mejor esperar un poco a que acabasen la canción que estaban ensayando, pues desde fuera se escuchaba magníficamente, y no era cosa de interrumpirlas en plena actuación. Una vez acabada la tonada, empujamos la puerta, y nos encontramos con la sorpresa de que lo que nos habían parecido las voces de un montón de personas, solo resultó que eran cuatro mujeres las que estaban ensayando
 Ellas también se quedaron muy sorprendidas al vernos, y,  aunque ya nos conocíamos entre nosotras, no dejó de sorprenderles nuestra “asomada” en la que también les dijimos con toda sinceridad, que esas voces suyas, no parecían de cuatro mujeres, mas bien de catorce, por la gran potencia de sus gargantas, algo con lo cual estuvimos bromeando un rato.  Despues de explicarles que habíamos estado en su pueblo, y que al no encontrarlas en el, nos habían dicho donde las podíamos encontrar, nos dijeron que ¡claro, como no nos esperaban, no llevaban dinero encima!, Nada que no se pudiese arreglar, pues una de ellas que si llevaba, se lo prestó a las demás, y ya entre ellas ajustarían cuentas, con lo cual agradecimos muy de veras su generosidad. Después de un rato de amena charla, me comentaron que para ellas el mejor agradecimiento, seria que les hiciese un reportaje sobre la fiesta de su Patrón, pues así se conocería mucho mejor su festividad, cosa que no tuve inconveniente en hacerles. Solo cuando me explicaron que era el sábado siguiente, fue por lo que se lo dejé un poco en el aire, pues los sábados yo también los tengo reservados para mi familia.
  Esta, como la gran mayoría, es cuando vienen al pueblo a pasar el fin de semana, sin embargo yo les prometí que haría todo lo posible por acudir. Estas amigas nos animaron mucho a que las acompañásemos ese día, pues aunque los dos pueblos son pequeños, nos hicieron saber que lo celebraban a lo grande, que cada casa aportaba todo lo necesario para que nadie se quedase sin comer en la convidada que celebraban después de la misa. Nos insistieron en que fuésemos, pues les encantaba recibir a los amigos, así que con tan buena y amable invitación yo por lo menos, decidí que haría todo lo que estuviese en mis manos por acompañarlos.  Ese sábado lo tuve libre de familia, por lo que se lo comente a Mery que si quería acompañarme, con tan buena suerte que a ella tampoco le venía nadie de la familia ese día.


Que deciros de la fiesta.   Un día precioso, un sol que nos acompañó todo el tiempo, el lugar precioso. Para quien no lo conozca, Obeso está situado en un vistoso lugar donde e su torre medieval es su mejor reclamo, según nos informa la lectura de su historia, data esta torre de entre los siglos XIV – XV, y nos indica que perteneció a la familia Rubín de Celis, rama muy extendida por numerosos lugares de nuestra provincia, algunos de cuyos miembros llevaron este apellido por otros muchos lugares de Sudamérica, donde consiguieron títulos y nombradía.
Siguiendo con la fiesta de San Facundo, solo puedo decir que fue todo muy sencillo y familiar. A la llegada al pueblo nos fuimos directamente hacia la Iglesia, donde ya había un buen grupo de romeros esperando la hora de la misa, como entre esas personas teníamos bastantes conocidos( además de las amigas que nos habían hecho la invitación) entablamos con todos ellos conversación mientras iban llegando el resto de la gente

. El grupo de cantoras tarareaban practicando un poco el ensayo de sus canciones, los vecinos charlaban amigablemente unos con otros intercambiando las impresiones del día…  en fin todo muy alegre en un día también muy alegre, por cierto entre chala y charla con la gente, no dejé de hacer preguntas y fotografías de todo lo relacionado con la historia de este lugar. 



 
Aqui se aprecia el detalle de los restos de la antigua iglesia
 
Al lado de la iglesia, en los prados que la circundan se han descubierto tumbas antiquisimas
Una persona que me pareció bastante entendida y que conocía algo de su historia, me dijo que la Iglesia primitiva era anterior al siglo XIII, y me mostró un lateral de la pared que por lo visto se conserva de esa primitiva Iglesia, doy fe que el contraste se notaba, pero muy bien adaptado a la actual que se levantó posteriormente y que creo que es del sigloXVII. Dentro de la Iglesia un Cristo crucificado preside el retablo central, a un lado la Imagen de San Facundo además de otras advocaciones, completaban el interior del templo.


Y llegó la hora de la comida. Bueno aquello fue un festín en toda regla, lo que estas buenas gentes de Obeso y Pedreo aportaron a la comida comunal, era para verlo, platos y mas platos con las mas apetecibles viandas, ¡como os diría! Tendría que tener memoria para relatarlo, croquetas, empanadillas, tortillas, canapés de lo mas variados, lomo, jamón, raciones de ensaladilla, y de carne de jabalí estofado, lasaña, empanadas variadas… y suma y sigue… un caldo calentuco que entonaba el estomago…borono casero, morcilla… postres de todas clases muy ricos y muy caseros… ¡¡Como para no haber acudido!! Todo buenísimo, todo abundante, y lo mejor, todo ofrecido con la mejor voluntad e insistiendo en que probásemos de todo. Un gran día y una espléndida comida.


Con pena, por tener que despedirnos, pero enormemente agradecidas por lo que estas buenas y sencillas gentes nos ofrecieron, salimos de estos dos pueblos, con el convencimiento de que mientras en estos pueblos nuestros, queden gentes con tanto calor humano, y con tanto entusiasmo por que estas tradiciones no se pierdan, los pueblos seguirán viviendo,  tal vez con menos vecinos, algo inevitable, pero con mi convición, de que los hijos que están fuera siempre volverán, tienen que volver, esto no se puede echar en el olvido, ¡no se debe echar en el olvido,!
 si mi relato puede servir de algo, por favor no dejéis que estas preciosas tradiciones se pierdan, pues todos perderemos lo mejor que tenemos de nuestros pueblos, sus fiestas y su alegría.
                  UN  SALUDO, Y UN PROFUNDO AGRADECIMIÉNTO,  DE
                                                                             MARY  PÉREZ  DE CELIS.       




       

2 comentarios:

  1. Me encantó tu relato, mi nombre es Lorenza de Obeso, según una investigación de mi tío Carlos de Obeso, nuestros origenes vienen de por ahí. Vivimos en México, si tengo oportunidad visitaremos "Obeso" algún día, para conocer ese pequeño lugar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. me alegro mucho que te halla gustado este relato,son las bonitas historias de nuestros pueblos. ojalá algún dia puedas conocerlos

      Eliminar