Estas historias y recuerdos,
aunque los llame así en el titulo de mis crónicas, no son solo eso, son
historias, anécdotas, leyendas…cosas que, unas sucedieron otras solo sabemos de
ellas por lo que nos han contado, y que,
al pasar de los años, se nos quedaron en la memoria. Cierto es que a la gran
mayoría de nosotros, cuando se nos pregunta por las cosas de hace muchos años,
las tenemos bastante vivas en el recuerdo, son aquellas historias (verdaderas o
no) que escuchábamos a las gentes de nuestros pueblos, otras son las vividas
por nosotros mismos, y muchas veces pienso lo rápido que pasa el tiempo, al
darme cuenta de que muchos de los recuerdos son de cuando éramos niños, por
ejemplo cosas de cuando íbamos a la escuela, de los compañeros con quienes
compartíamos pupitre, de las lecciones de nuestras maestras, por eso quiero
extenderme un poco en unos recuerdos con los que estoy segura, muchos amigos
lectores se sentirán muy identificados, aunque esto sea como un preámbulo al
relato que quiero contar, y cada día me doy mas cuenta de lo mucho que nos
enseñaban, con los pocos medios de los que disponían nuestros maestros, pues de
esta historia, por ejemplo, ya sabíamos de sus orígenes desde que éramos
pequeños, lo que pasa es que los años van difuminando los recuerdos, pero nunca
se borran del todo, solo hace falta poner esos recuerdos en marcha cuando nos
vienen a la mente, y ahí están. En mi pueblo, la escuela estaba separada de la
de los niños, siempre hubo maestras y maestros).
Eran años en los que la severidad
de nuestros maestros hacían que las lecciones se aprendiesen a conciencia, yo
particularmente, no alabaré, pero tampoco
renegaré nunca, de la forma en
que mis maestras me enseñaron, cierto es que los métodos no serian hoy
aceptados pedagógicamente, pues quizá sobraría algo de brutalidad, y lo digo
por propia experiencia, y por lo vivido por muchas de mis condiscípulas, pero
contemplando los tremendos problemas que ahora tienen los enseñantes con estas
actuales generaciones, la enorme relajación en la educación, lo poco preparados
que están unos alumnos, que por otra parte, tienen todas las comodidades en
unos colegios, en los que en unas aulas separadas por cursos, pueden estudiar
solo los temas que la edad de ese curso precisa, pienso que los estudiantes a los que ahora se
le imparte enseñanza, están a años luz de la forma en que a los críos de mi
generación, de generaciones anteriores, y también bastante posteriores nos tocó
vivir. Pero como digo, nunca podré renegar de aquella enseñanza, son muchas las
veces que me quedo pasmada, al ver y escuchar a chavales que ya están a punto de empezar estudios superiores, que
no conocen nada de la historia de su país, de nuestra historia, pero es que
poco o nada conocen de nuestra geografía, la gran mayoría no saben como se
llaman nuestros ríos, y claro ni mucho menos donde nacen, y por que territorio
discurren, la geometría mas básica les suena a chino, y así suma y sigue. Eso
si, tengo que reconocer que nos dan treinta vueltas en las últimas tecnologías,
la informática, desde que son unos renacuajos no tiene ningún secreto para
ellos, y se ponen al frente de un ordenador, o manejan esos modernos artilugios
desde los que son capaces de realizar las mas increíbles combinaciones, y ríete
tu cuando de montar cualquier película o videos caseros se trata, ¡son unos
genios!
Sin embargo si como digo es de lo
que normalmente se conoce como conocimientos, lo que se estudió toda la vida,
ahí fallan de largo, y es donde a mí me cuesta entender por que a unos chavales
que tienen tantas facilidades, no son capaces de saber por ejemplo donde nace
el río Ebro.
Las incompatibilidades en estas
edades entre estas materias, y los estudios tecnológicos no
deberían estar reñidas, esto lo sabemos muy bien los muchos niños que fuimos
educados en unas escuelas rurales enormemente masificadas, en las que unos
maestros y maestras se las tenían que ver con todos los niños de unos pueblos
en los que, desde la edad de seis años, hasta los catorce, en que acababa la
llamada educación primaria, nos enseñaban, en una sola aula, desde las diez de
la mañana, hasta las cinco de la tarde, (con el receso desde la una hasta las
tres, horario de comida y un recreo de apenas media hora por la mañana,) todas
las asignaturas que unas maravillosas enciclopedias “Álvarez,” que variaban en
función de nuestras edades y cursos, nos ofrecían. Pero digo lo de las
incompatibilidades, por que después de
esto, cuando llegábamos a nuestras casas, el que mas y el que menos, teníamos
una serie de obligaciones que había que cumplir, y no quiero cansar a nadie
enumerándolas, pues seguro que en la mente y el recuerdo de todos están estas
obligaciones de que hablo.
Por todo esto, y por que todos
tengamos un mejor conocimiento de la historia que tenemos mas cercana a
nosotros, quiero dar a conocer, para
aquellos que de una forma u otra les pueda interesar, lo escrito por personas
que mucho antes que yo quisieron dejar constancia de estos hechos. Y es que, ¡cuantas veces repasando libros, me
he encontrado en su lectura con muchas situaciones en las que me viene a la
memoria que eso que estaba leyendo, yo lo había estudiado ya!, y es en ese
momento de la lectura cuando pienso en la gran importancia de todo lo que
aprendimos cuando éramos pequeños.
Por todo ello, y a través de
estas tecnologías, que como digo nunca pueden ser de incompatibilidad con los
demás conocimientos, les quiero ofrecer hoy otro de los reportajes que ya hace tiempo
quería dar a conocer, pues aunque resulte algo denso en su historiografía, no
por ello le resta interés a unos hechos que nos darán un mejor conocimiento de
la historia de nuestra comarca.
Hace un tiempo en la publicación
en la que colaboré durante unos años, concretamente en el artículo que llevaba
por título, “Puentenansa cruce de
caminos” hacia referencia a por qué a
este pueblo siempre se le asociaba con el llamado “Valle de la Marquesa”. En dicho
artículo, hacia mención a mi desconocimiento de donde venia dicho nombre y
prometiendo que haría todo lo posible por enterarme de dicha historia. Pues bien en este reportaje sacaré de dudas a
aquellos que, -como yo en su día- no tengan conocimiento de ello
Empezaré por decir que el nombre de “Valle de la Marquesa,”no es
patrimonio de la zona de Puentenansa,- por lo menos no en su totalidad,- lo que
ha debido de ocurrir es que tal vez sea el lugar en el que mas se ha
reivindicado su nombre, pues desde muy antiguo a las gentes de éste lugar les
ha gustado definirse así.
La historia según, los libros en
los que he buscado referencias, empieza hace muchos años, concretamente en el
1371. En esta fecha, Enrique II de Trastámara, Rey de Castilla, cede a su
hermano Don Tello, el Señorío de Castañeda y Aguilar de Campoo, además de
muchas otras de las que era propietario el Rey, en las Asturias de Santillana,
ordenándole que en adelante se hará llamar, Señor de Lara y Aguilar de Campoo.
Para todo esto me han servido de gran ayuda, los datos recopilados en un libro,
por Don Dionisio Fernández, quien fuera durante muchos años médico titular de
Rionansa, y gran investigador de todo lo relacionado con la historia de la zona
del Nansa, y del que yo he recabado la mayor información.
Posiblemente relacionado, o
emparentados con éste Señor, contraen matrimonio Doña Leonor de la Vega y Don Juan Téllez, tal
vez aconsejados por el Infante Don Tello, y así poder controlar mejor la zona
norte de Castilla la Vieja.
En 1385 fallece, Don Juan
Téllez, y en 1392 lo hace su hijo
primogénito, y único varón, llamado Juan el “Mozo”, quedando como única
heredera su hija, Doña Aldonza, Téllez de Castilla, y así se hace ésta señora
con la herencia por vía paterna de la
Casa de los Vega, del Señorío- Condado de Castañeda,- además
del vasallaje de Rionansa entre otras muchas propiedades, como el del Valle de
Iguña y el Val de San Vicente, con lo que se hace dueña del primer titulo
nobiliario de Condesa de Casteñeda.
Casa dicha Señora con un poderoso
y rico infante, y muy hábil político, Don Garci Fernández Manrique,
consolidándose de este modo un gran poderío señorial.
En 1421, Doña Aldonza Tellez, en
el entonces Santuario de Castañeda,(hoy Colegiata de Castañeda, del siglo XII )
toma posesión en un acto de gran solemnidad, en el que estaban presentes todas
las máximas autoridades de la comarca, de el rico legado, que como única
heredera le corresponde. En dicho acto se leyó una carta de su señor y rey, que
confirma que,”mujer de dicho Señor Conde por Señora e por Condesa de dicho
condado en nombre de dicho Señor Conde”
El Rey de Castilla Juan II confirma
también a Garci Fernández Manrique, el
Condado de Castañeda con el título de Conde, por pertenecer dicho condado a su
esposa Doña Aldonza, como legítima heredera de su padre Don Juan Téllez, así el
Señor Conde deja bien atado que en caso de morir sin descendencia su esposa
Doña Aldonza no fuese desposeída de su patrimonio.
El Señor Conde emprende entonces
un recorrido por todas sus posesiones que durará mas de un mes, concretamente desde
el 2 de noviembre y terminando el 13 de diciembre comenzando por el Valle de
Toranzo y terminando en Luey, por ser ésta principal aldea y capital en aquel
tiempo del Valle del Nansa. Actualmente se conserva en dicho pueblo, y muy
restaurada, la Casa Mayor
que albergó dicha capitalidad. Esta aldea era la mas poblada y la mas
importante en aquella época, por que aquí se ubicaba el mas prestigioso
monasterio de toda la zona, dotado de grandes privilegios, como era el
Monasterio de San Salvador de Luey. Este
monasterio era en parte dependiente de la Colegiata de Castañeda a la que pagaba” e rentas
e pechos e otros derechos.”
En la segunda mitad del siglo
XVIII sucede un hecho bastante insólito que no había ocurrido durante todo el
mandato del Condado de Castañeda y Aguilar, queda sin continuidad la varonía
directa de la sucesión, y es entonces cuando toma posesión la heredera mas
directa, cumpliéndose así las voluntades dadas por el Rey Don Juan II a Doña
Aldonza, en carta leída el día de la toma de posesión en 1421 y que decía así,”
e si acaeciese que en vuestro linaje non aya ni quede ningún fijo varón
legítimo que lo herede con dicho título, la fija mayor que ende fuere e los que
con ella vinieren para siempre jamás”. Y
así es como, pasados los años, se cumple el nombramiento con mando y gobierno
de la Excelentísima Señora Marquesa de Villena
y Aguilar, Condesa de Oropesa, Señora de este Val de San Vicente, Rionansa, y
Tudanca. En el auto del Buen Gobierno del Valle del Nansa en el lugar de Luey a
16 días del mes de febrero de 1752, y así lo hace saber Don Félix Antonio de
Aro y Mingote, Abogado de los Reales Consejos, Corregidor y Juez, con
residencia en dicho valle.
Como final de este relato se sabe
que ninguna mujer tuvo autoridad ni mando de gobierno (por muchos títulos que
tuviese) en el periodo de cuatro siglos desde 1421 hasta 1752 a excepción de la Exma. Marquesa de Aguilar y
Villena, Oropesa, y Señora de este nuestro Valle del Nansa, y que hallan podido
llegar por tradición oral hasta nuestros días expresiones tales como, !!somos
del Valle de la Marquesa¡¡ pero no solo los habitantes de Puentenansa, sino
todos los de la comarca del Nansa ¡¡somos
del Valle de la Marquesa!!
NOTA . Muchos de los datos
históricos que he podido recopilar se encuentran en un interesante libro
escrito por Don Dionisio Fernández , médico titular durante muchos años en el
Ayuntamiento de Rionansa, por lo que recomiendo su lectura, en el se pueden
encontrar muchos mas datos que no solo hacen referencia al Marquesado, sino a
toda la zona del Nansa.
Espero les guste
este relato histórico, se trata de tener un mejor conocimiento de nuestra
comarca, y como no, también de los
orígenes de nuestra zona.
MARI PEREZ. DE CELIS.
Hola. Me interesa mucho tu historia. Mi familia es de Celis y me gustaria conseguir el libro de Dionisio. Sabes cómo puedo tenerlo? Gracias. ¿Me escribes a cristinavelezrubin@gmail.com?
ResponderEliminarMari ,que bién te explicas y que razòn tienes los niños de hoy manejan muy bién el ordenador pero culturalmente dejan mucho que desear ,si preguntas a cualquier chico quién és Ronaldo o Me si,,todos lo saben,pero ninguno sabe quién es Severo Ochoa y no tienen ni idea quue esistiò Cervantes,y no quiero seguir ,por que hoy no es "mi día",pero tienes toda la razòn
ResponderEliminarMary, escribes unas historias preciosas y en algunas reconocemos lugares, personajes, situaciones.... etc. yo disfruto mucho leyéndolas.
ResponderEliminarCristina Velez, perdona que halla retrasado tanto mi contestación. pero es que no suelo mirar muy a menudo mis escritos, y se me habia pasado, en el caso de que no te hallas podido hacer al libro de D. Dionisio, solo te puedoaconsejar que te pongas en contacto con su familia para ver si te lo pueden proporcionar. El mio fue un regalo de una persona amiga, solo se que es dificil de encontrar en las librerias de Cantabria, pues mas personas que lelleron la historia me han preguntado por el.
ResponderEliminarMuchas gracias Conchi, me alegro que te guste, y gracias tambien a Amparito
ResponderEliminarQuisiera hacerme del libro ,iré al biblioteca de unquera ,y si no le tienen intentaré encontrarle pues me interesa la historia de Luey pues aunque soy de luey no estoy enterado de todo
ResponderEliminarBuenas, tal vez ya no le haya pero yo le compré hace años en la gasolinera de Puentenansa
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