Un año mas podemos decir con toda satisfacción, deber
cumplido.
Nuestra cesta solidaria ha sido muy bien acogida.
Pocas cosas nos
resultan en su principio, tan complicadas como tener que tocar en las puertas
de las casas de tantas personas, o de abordarlas en la calle, o en cualquier
lugar donde las encontramos. No es fácil abordar a las personas, cuando de lo
que se trata es de convencerlas para
que nos suelten unos euros, cuando de sobra sabemos las necesidades a las que tiene que hacer frente cualquier
familia. Por eso cada año nos armamos de valor, y solo pensamos en que solo con
la convicción de que lo que hacemos es algo muy necesario, para otra gente que
lo está pasando muy mal, emprendemos con mucho ánimo esta tarea. Una tarea que
también es muy gratificante, pues son los pequeños granos los que juntándolos,
hacen el granero. Esto así dicho parece que este hablando de
algo muy difícil de realizar, pero nada mas lejos, pues una vez juntas y
reunidas en el lugar convenido, las amigas que cada año se suman a este
recorrido solidario,- y ya repartidas en los coches en que nos trasladamos,-
nos pasa como el anuncio de la película de “La guerra de las Galaxias” ¡¡que la
fuerza nos acompaña!! .
Cuando hace ya unos cuantos años, los peores en que la
crisis golpeaba a tantas y tantas familias,
y ante el angustioso llamamiento de Cáritas, desde sus Centros de recogida de alimentos, que veían
como sus estanterías estaban prácticamente vacías, de los productos mas
imprescindibles para el sustento mas elemental, de estas familias, unas amigas,
decidimos poner por nuestra cuenta, una “Cesta solidaria”. La idea fue muy bien
acogida, se trataba de que todas aquellas personas que quisieran colaborar en
esta idea, metiesen en esa cesta, todo aquello que su generosidad les
permitiera. La cesta poco a poco se incrementaba con toda variedad de
productos, además de otras muchas cosas. Había de todo, y me resultaría muy
largo enumerarlo, pero fue todo un éxito, había comestibles tales como café,
aceite, galletas, chocolate, una gran variedad de dulces, en los que por ser en
vísperas de las Navidades, no faltaban
los turrones, bebidas de todas
clases, regalos de lo mas variados,
embutidos , también labores muy bonitas, hechas por nosotras mismas, como por
ejemplo unos hermosos y abrigados calcetines de lana, una bolsa para el pan con
un bonito bordado , una manta hecha de retales al estilo “Patswork”, muy
abrigada, unos gorritos, algunos tapetes hechos de ganchillo, algún broche, de
fieltro tan de moda …..Fue como digo, una respuesta a nuestro llamamiento , muy
de agradecer, no esperábamos menos de un pueblo que siempre ha sido solidario
para cualquier necesidad que se precise.
Lo de convencer a algunas compañeras mas, para que se
sumasen a acudir con nosotras por los pueblos, el primer año no fue fácil, y no
las culpo, ya he dicho que es bastante violento abordar a la gente para
pedirles dinero, aunque esto fuese a cambio de la posibilidad de llevarse una
hermosa cesta llena de regalos, y siendo como era por una buena obra.
Sin embargo en años sucesivos, si que se fueron sumando mas compañeras a
nuestra causa, con lo cual el compañerismo y la buena armonía fueron lo mejor
de nuestro solidario peregrinaje.
Muchas de estas cosas ya son bien sabidas, porque, como un
recordatorio de lo que este recorrido ha significado para todas nosotras año
tras año, las situaciones se repiten, y
las anécdotas también. Cada año tenemos vivencias y recuerdos preciosos, que se
nos quedarán en la memoria para siempre, lo que nos lleva a que, al hacer
recuento de todas ellas, nos demos cuenta de que este recorrido solidario, por
muy costoso que algunos días fuese de realizar, la parte positiva que sacamos nos compensaba
en muchos aspectos, sobre todo en el gran conocimiento que tuvimos de tantas
personas, que no solo comprendían que lo que estábamos haciendo era algo bueno,
sino que nos animaban a seguir adelante, esas personas que nos vieron a su
puerta, algunos días con buen tiempo, pero también con mucho frio, y gracias a
Dios este año, con muy pocos días de aguaceros, - pues como todos vemos el
tiempo ha sido bastante bueno,- pero alguno días de agua también nos tocaron.
La salida la realizábamos desde nuestro pueblo en las
primeras horas de la tarde, y apenas acabada la comida, nos dábamos mucha prisa
en dejar un poco recogidos los trastos de la cocina, para que al hacer el recorrido por los pueblos, pudiésemos
aprovechar lo mas posible las mejores horas de día. Este propósito no se podía
cumplir nunca, pues desde mediados de noviembre que empezamos,- con el receso
de algunos días que por causas ajenas a nosotras mismas,- hasta bien avanzado
el mes de diciembre, que dimos por
finalizado nuestro propósito, los días son muy cortos, y la noche se nos echaba
encima mediada la tarea, por lo cual en cuanto se marchaba el sol, y casi sin
tregua nos ganaba la oscuridad, y hay que entender que la gente al ver un grupo
de mujeres a su puerta y ya con noche cerrada, se sintieran algo sobrecogidas y
recelosas. Desde luego en honor a esas
personas, tengo que decir, que su
generosidad siempre fue mucho mayor que ese primitivo recelo. También el que
mucha de esta gente ya nos conocía de
años anteriores, nos facilitaba
mucho el encuentro, pero es de entender que así de pronto, aunque mas tarde
cayeran en la cuenta que éramos las de otros años, la primera vista, y mas
siendo de noche, no dejaba de imponer un poco.
Diferente era lo que
nos daba tiempo de andar de día, en este caso todo resultaba muy fácil, y si
además de esto, en algunos de estos pueblos teníamos mas trato de cercanía, el
resultado era muy sencillo, claro que en
este caso el entretenimiento también nos podía,
porque,¡¡ quién se resiste a un ratuco de charla con conocidas y amigas,!!
eso cuando con dolor de corazón teníamos que renunciar a lo mucho que la gente
nos convidaba a que entrásemos en sus cocinas o salas, tan caldeadas, tan
acogedoras, cierto es que en algunos casos no nos podíamos negar, había
situaciones que requerían un momento de charla, pues algunas personas amigas
estaban pasando por situaciones dolorosas, y un poco de compañía les era muy
beneficioso
. Lo primero fue inundar de papeletas a nuestros pueblos y
barrios del Concejo, y como dicen que donde hay confianza se pierde la
vergüenza, a nuestros sufridos convecinos, les “colamos” todas las que pudimos,
una vez zanjado lo del pueblo, y dejándole a Sara un talonario en su “Super”
para que nos lo fuese vendiendo, emprendimos la acometida al resto de los
pueblos de nuestro entorno.
Como digo empezamos nuestro recorrido por los pueblos y
barrios mas cercanos. Además de esto, un anuncio en Facebook, de que ya
teníamos a la venta las papeletas de la rifa, propicio que muchas de nuestras
amigas y parientes que tenemos en otras partes, nos pidieran que les
reservásemos algunas, y así lo hicimos la mar de agradecidas. Pero eran muchos
talonarios y muchas rifas, aparte que al ponerlas a un euro a la venta, a la
gente no les asustaba el coste, pero era mucho mas larga su venta. Así y todo, como
siempre nos suele ocurrir, el ver aquel montón de tacos, pensábamos que aquello
podría con nosotras, y nos entraban todos los temblores.
En fin que como digo anteriormente, lo que no se empieza no
se acaba, empezamos el recorrido por los demás pueblos de la zona, Cades.. Otero…Rábago… bueno empezamos bastante
bien, las papeletas se vendían y los primeros pasos se estaban dando, después
nos fuimos a Lamasón, Sobrelapeña… Quintanilla… un valle en el que tenemos muy
buenas amigas, pero que aunque no lo fuesen no tenemos quejas de ningún vecino
de estos pueblos, todos nos atendieron estupendamente, claro que “labia” , no
nos faltaba, en uno de estos pueblos, al abordar a un grupo de hombres, que
estaban trajinando en un portal, y ante el poco interés que en un principio
mostraron, nosotras no nos desanimamos, y empezamos a charlar con ellos sobre
las labores que estaban realizando, creo que era alguna artesanía, algo de
madera, no lo recuerdo muy bien, bueno pues el caso fue que poco a poco se fueron
animando y unos mas otros algo menos, todos nos compraron algunas, así que
cuando marchábamos tan contentas, uno de ellos comentó¡¡Hay que jo…se, no hay como unas cuantas mujeres para
convencer a uno cuando quieren sacar algo, ¡¡Bueno les contestamos, pero a que
ahora os sentís mucho, mejor que si nos
despachaseis con cajas destempladas,! Además fijaros si os toca la cesta!.Creo
que al final dieron por bien empleados los euros que se gastaron, pues se
pasaron un buen rato.
Lo bueno era que ya los talonarios no nos asustaban tanto,
las papeletas iban cayendo, pero, todavía estábamos en los comienzos, y así nos llegamos un domingo a San Sebastian
de Garabandal. Las primeras casas fueron muy decepcionantes, apenas encontrábamos
gente en ellas, y aquí sí que tengo que
decir, que ese es el mal de nuestros pueblos, que se nos están quedando sin
gente, así que nos armamos de santa paciencia, y esperamos haber si la cosa
mejoraba, por ello dimos unas cuantas vueltas mas por el pueblo, y la suerte nos
acompañó, poco a poco fuimos encontrando mas vecinos que seguramente estaban en
algunas obligaciones. Otra de las cosas que mas nos favoreció fue que, aunque
había pocos visitantes en el pueblo, los que abordamos fueron muy generosos y nos salvaron la tarde. Pero lo mejor de esta
fue que, cuando ya estábamos haciendo el último recorrido por sus calles,
fuimos a topar con un grupo en el que por suerte estaba un buen amigo de Mari
Mar, y esto nos trajo al recuerdo cuando el primer año bajando también de este
pueblo, nos encontramos con un cochazo que subía, y al que Mari Mar saludó
cuando nos cruzamos. Esta al ver el coche, dio la vuelta detrás de aquel , convencida de que aquella persona nos iba a
comprar mogollón de rifas, - esta anécdota ya la conté en otro de los
reportajes que hago cada año de este recorrido solidario,- por que lo gracioso
del caso, fue que perdimos de vista dicho coche, y después de dar unas cuantas
vueltas para ver de dar con él, resultó que el coche sí era del conocido de
Mari Mar, pero el que lo conducía según nos dijeron unos chavales a los que les
preguntamos, no era la persona que buscábamos.
Bueno, pues en esta ocasión la suerte nos fue mucho mas
favorable, y nuestra amiga tenía razón en lo que a la compra de rifas por parte
de aquella persona se trataba, no solo él fue muy espléndido, sino que animó a
unos cuantos parroquianos que con el estaban, y tampoco se quedaron atrás, claro que un buen rato de charlas y bromas no
nos las quitó nadie, y no era porque no tuviésemos prisa, que la noche se nos echaba encima, pero claro,
¡¡Quien los dejaba con la palabra en la boca, después de habernos
dejado casi un talonario entero en menos de la mitad,!! y ¡¡Ojo, los talonarios
son de 100 papeletas!! .
Después de despedirnos de estos amigos tan generosos, emprendimos
le bajada, hacia Cosio mas contentas que unas panderetas, y así con el ánimo
por las nubes, llegamos a nuestras casas, decididas a que el día siguiente
,-aunque era domingo,- también queríamos
aprovecharlo. El buen tiempo nos animó, pues lo cierto era que también
necesitábamos algo de descanso, así que en esta ocasión nos propusimos un
pueblo algo mas pequeño, pues además de ser festivo, como digo ya los muchos
días de marcha empezaban a pasarnos alguna factura. Por eso nos decidimos por
Rozadío. En este pueblo también estaban
al tanto de nuestra llegada en cualquier momento, Don Rolando al igual que en
todos los pueblos que tiene a su cargo, les había avisado, y también animado a
que fuesen generosos. Y desde luego que lo fueron, ¡mucho! Eso nos compensó un
poco del terrible frío que esa tarde hacia en el pueblo, y es
que el sol se retira pronto, y ello hace que las heladas no se quiten de un día
para otro. Lo primero nos llegamos al
bonito chalet de Armando y Sonia, que está situado en la misma ladera del río,
para lo cual atravesamos el pequeño y precioso puente, y aquí el frio y la
humedad que el agua nos transmitía nos hacia castañetear los dientes, lo peor
es que no encontramos a nadie, un vecino nos dijo que habían marchado temprano,
estos salieron huyendo del frio,- nos dijimos.-
A los pocos días nos encontramos a Armando en Celis y le comentamos que
habíamos conocido su casa, pero que nos había dado esquinazo, /Armando para quien
no lo sepa es un vecino nuestro de Celis, casado en Rozadío, donde tiene su
bonita casa de fin de semana/ el muy serio nos comentó,¡ que tendría que reñir
al perro,! pues le había dejado encargado que nos atendiese, y nos comprase
unas cuantas rifas.
Después de haber hecho la ronda al pueblo, donde como digo
nos atendieron muy bien, dimos por terminado nuestro recorrido, con las casas
que están a la salida de éste. Así que
ya noche cerrada dimos cuenta también, de las casas que están en la orilla de
la carretera, - ya en la bajada hacia pueblo de Cosio,- con la idea de volver
otro día a recorrerlo, pues Cosio es un
pueblo muy grande, y requería una tarde entera. En una de estas casas una buena
vecina, sabedora de que esperaba en cualquier momento nuestra visita, nos había
cocinado un buen paquete de galletas caseras, y la buena mujer insistió mucho
para que las acompañásemos con unas tazones de café con leche, ni que decir
tiene que con la “ raspa “ que estaba cayendo a esa hora de la tarde, nos
habría venido que ni pintado. Apartamos la tentación , mas que nada porque ya
algunas de las compañeras tenían prisa y obligaciones en su casa, y sentarnos a
merendar nos llevaría un rato que no teníamos, la tarde había sido de lo mas
aprovechada, y solo queríamos llegar a nuestra casa y atender nuestras
obligaciones.
Al día siguiente, decidimos llegarnos al pueblo de
Bielva. Este pueblo siempre nos ha
acogido muy bien, son gente también muy solidaria, y desde hace ya unos cuantos años, la Asociación
de mujeres que funciona muy bien, viene
realizando numerosas, actividades, hacen reuniones, programan salidas
educativas, y excursiones a muchos puntos de España. El taller de trabajos de
costura, tapicería, pintura, decoración, y algunas otras labores, es muy eficiente,
también colaboran en varias iniciativas solidarias… Son un verdadero ejemplo de
creatividad, y siempre que nos llegamos a este pueblo, encontramos en el muy
buena disposición y ayuda. Pero tenemos que decir también, que en este pueblo
terminamos agotadas, pues Bielva un muy
grande, muy extenso, y a veces teníamos que volver por algún barrio en el que
no encontrábamos a ningún vecino, pero que encontrábamos mas tarde, y era gente
que no nos defraudaba.
Y así, caminando y dándonos compañía unas a otras con
nuestra “cháchara,” seguimos visitando los pueblos de nuestro entorno, no
faltaron las risas, ni las anécdotas, como la que nos contó Angelita. Todo
partió por que, por encontrarme distraída, (no se qué estaría pensando) por lo
visto me estaban hablando y yo debía estar en “Babia”. Lo cierto es que ya me
estaban poniendo el “Sambenito” de que estaba sorda, - no digo yo que no haya
algo de eso ,- los años no perdonan,- bueno el caso fue que Angelita les decía…
/ésta se parece al zapatero que vivía en la cotera del Carmen, en la casa que
después compraron Milio y Rosina,/ estaba sordo como una tapia, y ya podías
vocearle, que siempre te contestaba con cualquier cosa menos por lo que la
preguntabas. Por lo visto este buen hombre tenía una vaca, que la cuidaba bien
pero no había mucho que echar a perder, y la alimentaba con lo que podía, no
era raro verlo con la vaca de “ramal” para que paciera el verde, de las orillas
de la carretera. La vaca creo que era el mayor tema de conversación de este
buen paisano. Un día se encontró a una
vecina, y después de saludarle, le preguntó..¡¡y que tal la mujer!! Ah muy bien , ha “torao” anoche. La
vecina debió de pensar, ¡A este le das por los pies y “giende” por la cabeza!
Ni que decir tiene que las risas por cosas como estas no nos faltaban.
Los pueblos seguían recibiendo nuestra visita, y nosotras
seguíamos tratando a buenas personas, Obeso, Pedreo.. en este pueblo lo mismo
que unos días antes en Lamason, tuvimos la suerte de que encontramos muchas
mujeres en los centros donde acuden a realizar trabajos artesanales , los
cuales pudimos admirar por lo bonitos y bien trabajados que estaban, de estas
amigas además de su ayuda en la compra de las rifas, nos dieron muchos ánimos
con su comprensión, la verdad es que por personas como estas merece la pena echarse
al camino.
Después vendrían Cosio, Carmona, San Pedro… en Cosio, nos
sacamos unas bonitas fotos en la casuca de Ramonin, un bonito rincón lleno de artesanías hechas
por el, en cuya cocina, pequeña y
acogedora, nos sacamos varias fotos, que se incluyen en el reportaje.
Carmona es también un buen pueblo para nosotras ( tengo que
decir que todos lo fueron), pero Carmona quizás sea el que esté mas habitado,
queda todavía bastante gente, y es un pueblo que engaña, porque mirándole de lejos, al estar muy recogido
parece mucho mas pequeño, sin embargo cuando le recorres a pie, te das cuenta
que es un pueblo bastante grande, también es cierto que conocemos a muchos de
sus vecinos, y lo mejor de todo, que llevamos a Ricardita, la carmoniega que
hace años se nos trasplantó en Celis, por matrimonio, y en Celis sigue. Así que con esta “embajadora,” de ayudanta,
sus vecinos se rascaban los bolsillos, pues ya estaba ella ahí para decirles
que no fuesen tacaños, que ella quería que la gente de su pueblo fuese muy
generosa. De todos modos eso no hacía falta que Ricardita se lo recordase, pues
el pueblo de Carmona ya lo tenemos muy comprobado es siempre muy solidario.
Este año el que no se escaqueó fue el “ricu pudriu” al que en años
anteriores no pudo sacarle nada, este año para alegría de su convecina, nos
compró unas cuantas papeletas.
San Pedro es el bonito pueblo que serpentea desde la
carretera ladera arriba, los vecinos son muy simpáticos, y yo tengo el gusto de
poder saludar como todos los años a Angelín, uno de los “Quintos” de los muchos
que Manolo me enseñó a apreciar, porque, según me decía siempre, fueron los
mejores compañeros que cualquiera se podía echar en la mili, por lo que pude
comprobar ellos sentían por el compañero
que ya nos dejó mismo aprecio
Pues nada, que esto va tocando a su fin por este año, y con
ello les damos las gracias a los demás pueblos a los que acudimos, y uno de los
mejores ,Puentenansa. No podía ser
menos, al fin y al cabo es la capital de nuestro Ayuntamiento y un pueblo en el
que nunca falta gente dispuesta a colavorar. Y Cabrojo, al que también hicimos una visita, y
en el que quedamos impresionadas por lo bonito y vistoso que es este pequeño
pueblo.
Por último nos fuimos a Cabanzón, y desde allí a Camijanes,
donde el loro de Teresa nos saludó la mar de contento. Como el año anterior nos
marchamos sin conseguir sacarle ni una
palabra, porque no quería hablar con nosotras, este año no paró de
decirnos”hoooooooola, hoooooola”, y guuuuapas, así que, también nosotras le
dijimos algunas lindezas, con lo que el buen lorito nos premió con unas cuantas
volteretas en su jaula.
Cabanzón es un pueblo muy extenso, pero con muy pocos
vecinos, lo recorrimos pronto,. En este pueblo después de hacerse esperar,
resultó que fue en el que “cayó” la cesta. Y digo que se hizo esperar, por que
el buen señor que nos había comprado las papeletas, no se había preocupado de
mirarlas, advertido después de muchos días, de continuos avisos, por unos vecinos que se calculaba que el
premio podía estar en ese pueblo, por fin se dio cuenta de que era el, el
afortunado con nuestra hermosa cesta solidaria, así que nuestra alegría fue
poderla entregar, pues nos encanta que la gente pueda disfrutarla.
Bueno pues nada mas, nuestro inmenso agradecimiento, a tanta
gente que nos acogió con tanta simpatía, lo mismo que a nuestros vecinos mas
cercanos, quienes no solo nos compraron las rifas, sino que fueron de una gran
generosidad en sus aportaciones y regalos.
Solo esperar que el año próximo las cosas mejoren, por el bien de todos,
y si no es así, no dudaremos en emprender otra vez nuestro peregrinaje
solidario, seguro que el ánimo no nos ha de faltar.
UN SALUDO Y FELIZ AÑO PARA TODOS AMIGOS.
MARI
PÉREZ. DE CELIS.
Mari como retienes en la memoria las andanzas por esos pueblos ,habéis hecho una labor humanitaria y eso tiene mucho mérito porque ese dinero que reunisteis ha hecho feliz alguna familia,
ResponderEliminarmuchas gracias Amparito, esperemos que los 2000 numeros que vendimos hallan servido para ayudar a algunas familias
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