viernes, 29 de enero de 2016

EL ABUELO NANO


Hola amigos.
Hoy quiero volver a publicar, uno de los reportajes, que ya di a conocer en su día, en la publicación en que colaboré hace unos años. Este, como muchos otros que de vez en cuando vuelvo a sacar a la luz, es un reportaje, que no me gustaría que se quedase su memoria en el olvido. Nunca deberían quedarse olvidadas personas que fueron muy importantes, por lo mucho que contribuyeron en que estos pueblos pudiesen salir adelante, en un tiempo en el que las carencias mas necesarias se llenaban, a base de muchísimo trabajo y mucho sacrificio.
 Pues bien, paso a transcribir el relato que en su día dediqué, a una de esas personas, en la que también se pueden ver reflejadas unas cuantas mas, sin embargo me atrevería a decir que con las capacidades de inteligencia, y cabeza para desarrollarlas, con la idea tan extraordinaria, para ponerlas en práctica, no había muchos, y eso es algo que todavía hoy, después de muchos años de su muerte, lo comenta mucha gente.


 
       RELATO HOMENAJE A LA MEMORIA DE UN ABUELO, A LA MEMORIA, DEL ABUELO NANO.

A tantos padres y abuelos anónimos, a los que nunca amparó ninguna subvención, ni paro laboral, a esos seres, como digo anónimos, a los que tampoco nadie le concedió nunca una medalla como mérito al trabajo de toda una vida, luchando por levantar , casi de la nada, a esta España nuestra, que ahora parece que los muchos insensatos que nunca, vieron como hubo un tiempo que se les desangraba, y que a base de trabajo esfuerzo y sacrificio, consiguieron que poco a poco se fuera apuntalando, para que los que veníamos detrás, no pasásemos por tanta miseria como ellos pasaron, una España que otra vez parece que se nos derrumba, y a la que todos le pedimos mas y mas, sin acordarnos de aquellas palabras tan savias, “No miréis lo que vuestro país puede hacer por vosotros, mirad mejor lo que vosotros podéis hacer por el. Hoy mucho de esto se justifica, echándole la culpa a cualquier motivo, impuestos, falta de trabajo… Pero ellos pagaron un impuesto mucho mayor de los que ahora podamos pagar, como era el de un trabajo sin horas, en el que el agotamiento, se llevaba por delante una salud muy maltratada, por esos trabajos y esos esfuerzos, ellos sabían que nadie les vendría a solucionar la vida, por eso nada desperdiciaban, y se aferraban a sus pequeñas mejoras, sabiendo que de esos logros dependía el que su familia pudiese salir adelante. Todos os merecéis el mayor reconocimiento.



En el dia de su boda

 Con esta pequeña introducción, hoy quiero dedicar mis letras a un abuelo en especial, al abuelo de mis hijas, a su abuelo Nano. Nano el de las Conchas, como siempre fue conocido en vida.
Nano era un hombre serio, que tal vez imponía un poco, pero eso solo era en apariencia, pues del recuerdo que yo conservo de el, en cuanto rascabas un poco en esa corteza de seriedad, salía una persona cariñosa y muy preocupado siempre por los suyos.
A Nano, como a tantos otros de aquellas generaciones de principios del siglo veinte, la vida no les resultó fácil, nacieron y vivieron para trabajar, y trabajar muy duro. Sus mejores herramientas eran sus manos, encallecidas por la dureza de esos trabajos.  Siempre les he dicho a mis hijas que su abuelo Nano era hábil  para todo lo que se proponía, fue un hombre al que mucha gente recuerda por esa valía, lo mismo reparaba una cuadra, que levantaba una casa, de igual manera tenía idea y gusto para cualquier trabajo de restauración. La carpintería no tenía secretos para el, en su pequeño taller, justo al lado de su casa, lo mismo le podías ver construyendo una mesa con sus correspondientes sillas, como unas preciosas camas, con sus patas, sus largueros, y unos artísticos cabeceros, en los que su imaginación y buen gusto siempre ideaba algún detalle que lo hacía único.

 Los utensilios para el menaje de cocina, tales como “cucharones” “maseras”  “cedazos”  fuentes…. Eso en cuanto a ajuar de la casa, de la que también abastecía de armarios, estanterías, alacenas, bargueños… De lo necesario para el trabajo diario del campo, no faltó nunca todo aquello que pudiese facilitar la tarea. “Rastrillos” “roderos” carretillas, palos para las palas y las azadas, yugos y “cebillas” para uncir los animales,” cachabas,” “zarzos” de varas para remendar los pajares….etc...etc..etc
Las albarcas, el mejor calzado en los pueblos en aquellos años, nunca faltó su construcción en aquel  rústico  taller, todas las formas se le daban bien, lo mismo de mujer que de hombre , lo mismo “picudas” que de las “chatas”, y todas con sus correspondientes dibujos labrados a cuchillo en la madera.

Aunque parezca mentira, me quedo muy corta en la enumeración de las habilidades que Nano desarrolló en su vida, pues a todas estas añadiré, que el abuelo Nano siempre fue requerido en muchas casas del pueblo para reparar deterioros ocasionales. Me está pasando algo curioso, y es que a medida que voy enumerando todos los conocimientos que Nano supo desarrollar en su vida, surgen bastantes mas, como sus conocimientos de cantería y albañilería, y de ello dan prueba las piedras de sillería labradas por el ,en las puertas y esquinales de las cuadras que el mismo, o ayudado ya por alguno de sus hijos mayores, construyó y reparó. No quiero dejar pasar otro de los trabajos para los que su ingenio era muy necesario en el pueblo,  y es que era el único que labraba con mucha finura y precisión todas las cajas de los difuntos que le eran encargadas,  cuando llegaba esta triste necesidad.    



Por si todo esto no fuese suficiente, había muchos trabajos ocasionales que algunos vecinos requerían de el,  esto le reportaba algún pequeño sobresueldo que era muy bienvenido, pues todo era poco para sacar adelante a su familia. Y aquí también hay que hacer mención a otro de los aspectos de su vida,  la familiar. Nano que aunque tenía todas las habilidades, vocaciones, o como se le quieran llamar, que he enumerado, era sobre todo un hombre de campo, que crió doce hijos, pues  también en ese aspecto su vida fue muy fructífera, como digo, crió doce hijos, con mucha disciplina y mucha severidad, pero que hizo de todos ellos unos hombres y mujeres que le querían y respetaban, pues ellos eran conscientes del gran amparo que su padre siempre representó para ellos .  Les enseñó a trabajar como él mismo el campo, con los praos, las vacas, las cabras, las ovejas, y cualquier otro menester que el campo precisara,  pero también aprendieron las muchas habilidades que le vieron hacer a su padre durante el tiempo que permanecieron en la casa paterna, y al ser muchos, los mayores fueron enseñando todas estas cosas a los mas pequeños. Con los años sus hijos fueron saliendo a buscarse la vida, pero sus primeros dineros como trabajadores de la construcción, fueron para mejorar la vida de sus padres. La casa familiar, a la que Nano, ya había hecho sus mejoras, fue acondicionada para que resultase mas confortable, y con ello fue durante muchos años el lugar de encuentro de toda la familia.

Nano, muy orgulloso con sus cuatro hijas

Como buen carpintero, supo sacas de la madera todo su potencial, y por ello no le fue ajena la forma de serrarlo,  costumbre que en el pueblo practicaban muchos vecinos. Consistía en armar sobre un desnivel del terreno, un entramado de listones de madera,- algo parecido a un andamiaje  para que nos entendamos,- creo que a muchos les sobrarán estas explicaciones, pues de sobra conocen de lo que hablo, pero como esta costumbre, cayó en desuso hace muchos años, los mas jóvenes no tendrán ni pajolera idea de ello. Así, con los largos “serrotes” que todavía se podrán encontrar en algunas casas de labranza en nuestros pueblos, era con lo que aquellos hombres, como Nano, sacaban los tableros de los troncos de los árboles, y nos podemos imaginar el tremendo esfuerzo que esto suponía, con un hombre arriba del entramado, y otro abajo, tirada arriba, tirada abajo se iban sacando los tableros de la medida y grosor que se precisara.


Nano y Gervasio, dos buenos amigos ademas de primos, y buenos ``serradores´´ de la madera
 Como digo mas arriba a medida que voy recordando todos los trabajos a los que Nano dio forma  y desarrolló en su vida, me vienen a la memoria tantas, que esto parecería que me lo estoy inventando,  menos mal que quedan muchas personas a las que de vez en cuando, y por algún motivo, lo sacan a colación, y es que Nano también hacía los carros que tan necesarios eran en una casa de labranza como la suya. Por ejemplo el llamado carro de “Esquirpia “ que se utilizaba para la recogida del maíz,  el de “ Rodana,” muy utíl útil para sacar la madera del monte, o el llamado ”Jarriillón,” que se empleaba para sacar la hierba, sobre todo en los prados mas  costosos.  Pues bien, también –como no- estos carros salían de las trabajadas manos de Nano el de las Conchas.
Las dos hijas mas pequeñas de la familia
A medida que los años fueron pasando, y su salud se deterioraba, Nano dejo de ser un padre muy severo, para convertirse en un cariñoso y orgulloso abuelo,  sus necesidades a medida que sus hijos fueron dejando la casa, bien para buscarse ellos mismos la vida con sus trabajos, o bien, para formar su propia familia, fueron librándole de muchos de los trabajos mas costosos, aunque trabajar, lo que se dice estar ocupado siempre en alguna labor, no dejó de estarlo hasta el día de su muerte, pues esta, a pesar de sus achaques, le llegó casi de improviso.

Por eso, por lo poco que Nano, pudo disfrutar de una vida mas cómoda y relajada después de tantos trabajos y preocupaciones, sufrimientos y enfermedades, que una vida tan trabajada como la suya, y la de tantos otros que como él pasaron muchas privaciones, es por lo que con este artículo,( que es como un pequeño recopilatorio de lo que fue su vida,) quiero que sus nietos conozcan lo que fue la vida de su abuelo. Nano tuvo la suerte de poder conocerlos a casi todos, los últimos por desgracia no los llegó a ver,- lo triste de su historia, no fue solo lo poco que el abuelo Nano, disfrutó de sus nietos,- sino lo poco que sus nietos disfrutaron de el, pues seguro que así como a sus hijos no les pasaría ni una, a sus nietos seguro que les habría consentido mucho mas.
En la casa de las Conchas nunca faltaron los amigos de sus hijos

Puede parecer un poco partidista que solo estas letras se las dedique a Nano como abuelo, dado que la abuela Milia también pasaría parecidos trabajos y calamidades, sin embargo en el caso de la abuela, ya le tocaron tiempos mejores, vivió los años suficientes para ver casados a muchos de sus nietos, y aunque su salud era muy precaria, tuvo la suerte de ver a algunos bisnietos. Por todo ello, y por que un padre que saca adelante, una familia de doce hijos, con muchos trabajos, en unos tiempos de tantas carencias, bien se merece que sus nietos tengan este recuerdo de su abuelo Nano,  de Nano el de las Conchas.


                                  MARY  PÉREZ.     DE CELIS               
     
  

6 comentarios:

  1. Mari que bonita historia !! y sobre todo la forma de narrarla... hace que te transportes a esa época tan distinta a la que vivimos. Un beso

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  2. muchas gracias, me alegro que te guste,fue una vida llena de trabajos y superación

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  3. Bonita historia, muy bonita.
    Pero cuantos sufrimientos en silencio pasaron.
    Un honor haber podido leer esta historia de un gran hombre

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  4. Bonita historia, muy bonita.
    Pero cuantos sufrimientos en silencio pasaron.
    Un honor haber podido leer esta historia de un gran hombre

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  5. muchas gracias Angel Ortega, en estos reportajes que publico en mi blog, me gusta darle protagonismo a unas personas, a unas gentes que nunca lo tubieron, y de las que poco o nada se acuerda nadie. Hay mucha gente en estos relatos cuyas vidas se podria decir que fueron heroicas.

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  6. Muy bonita tu Historia. También le conocíamos como Nano el de la Cuca.

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