viernes, 29 de enero de 2016

EL ABUELO NANO


Hola amigos.
Hoy quiero volver a publicar, uno de los reportajes, que ya di a conocer en su día, en la publicación en que colaboré hace unos años. Este, como muchos otros que de vez en cuando vuelvo a sacar a la luz, es un reportaje, que no me gustaría que se quedase su memoria en el olvido. Nunca deberían quedarse olvidadas personas que fueron muy importantes, por lo mucho que contribuyeron en que estos pueblos pudiesen salir adelante, en un tiempo en el que las carencias mas necesarias se llenaban, a base de muchísimo trabajo y mucho sacrificio.
 Pues bien, paso a transcribir el relato que en su día dediqué, a una de esas personas, en la que también se pueden ver reflejadas unas cuantas mas, sin embargo me atrevería a decir que con las capacidades de inteligencia, y cabeza para desarrollarlas, con la idea tan extraordinaria, para ponerlas en práctica, no había muchos, y eso es algo que todavía hoy, después de muchos años de su muerte, lo comenta mucha gente.


 
       RELATO HOMENAJE A LA MEMORIA DE UN ABUELO, A LA MEMORIA, DEL ABUELO NANO.

A tantos padres y abuelos anónimos, a los que nunca amparó ninguna subvención, ni paro laboral, a esos seres, como digo anónimos, a los que tampoco nadie le concedió nunca una medalla como mérito al trabajo de toda una vida, luchando por levantar , casi de la nada, a esta España nuestra, que ahora parece que los muchos insensatos que nunca, vieron como hubo un tiempo que se les desangraba, y que a base de trabajo esfuerzo y sacrificio, consiguieron que poco a poco se fuera apuntalando, para que los que veníamos detrás, no pasásemos por tanta miseria como ellos pasaron, una España que otra vez parece que se nos derrumba, y a la que todos le pedimos mas y mas, sin acordarnos de aquellas palabras tan savias, “No miréis lo que vuestro país puede hacer por vosotros, mirad mejor lo que vosotros podéis hacer por el. Hoy mucho de esto se justifica, echándole la culpa a cualquier motivo, impuestos, falta de trabajo… Pero ellos pagaron un impuesto mucho mayor de los que ahora podamos pagar, como era el de un trabajo sin horas, en el que el agotamiento, se llevaba por delante una salud muy maltratada, por esos trabajos y esos esfuerzos, ellos sabían que nadie les vendría a solucionar la vida, por eso nada desperdiciaban, y se aferraban a sus pequeñas mejoras, sabiendo que de esos logros dependía el que su familia pudiese salir adelante. Todos os merecéis el mayor reconocimiento.



En el dia de su boda

 Con esta pequeña introducción, hoy quiero dedicar mis letras a un abuelo en especial, al abuelo de mis hijas, a su abuelo Nano. Nano el de las Conchas, como siempre fue conocido en vida.
Nano era un hombre serio, que tal vez imponía un poco, pero eso solo era en apariencia, pues del recuerdo que yo conservo de el, en cuanto rascabas un poco en esa corteza de seriedad, salía una persona cariñosa y muy preocupado siempre por los suyos.
A Nano, como a tantos otros de aquellas generaciones de principios del siglo veinte, la vida no les resultó fácil, nacieron y vivieron para trabajar, y trabajar muy duro. Sus mejores herramientas eran sus manos, encallecidas por la dureza de esos trabajos.  Siempre les he dicho a mis hijas que su abuelo Nano era hábil  para todo lo que se proponía, fue un hombre al que mucha gente recuerda por esa valía, lo mismo reparaba una cuadra, que levantaba una casa, de igual manera tenía idea y gusto para cualquier trabajo de restauración. La carpintería no tenía secretos para el, en su pequeño taller, justo al lado de su casa, lo mismo le podías ver construyendo una mesa con sus correspondientes sillas, como unas preciosas camas, con sus patas, sus largueros, y unos artísticos cabeceros, en los que su imaginación y buen gusto siempre ideaba algún detalle que lo hacía único.

 Los utensilios para el menaje de cocina, tales como “cucharones” “maseras”  “cedazos”  fuentes…. Eso en cuanto a ajuar de la casa, de la que también abastecía de armarios, estanterías, alacenas, bargueños… De lo necesario para el trabajo diario del campo, no faltó nunca todo aquello que pudiese facilitar la tarea. “Rastrillos” “roderos” carretillas, palos para las palas y las azadas, yugos y “cebillas” para uncir los animales,” cachabas,” “zarzos” de varas para remendar los pajares….etc...etc..etc
Las albarcas, el mejor calzado en los pueblos en aquellos años, nunca faltó su construcción en aquel  rústico  taller, todas las formas se le daban bien, lo mismo de mujer que de hombre , lo mismo “picudas” que de las “chatas”, y todas con sus correspondientes dibujos labrados a cuchillo en la madera.

Aunque parezca mentira, me quedo muy corta en la enumeración de las habilidades que Nano desarrolló en su vida, pues a todas estas añadiré, que el abuelo Nano siempre fue requerido en muchas casas del pueblo para reparar deterioros ocasionales. Me está pasando algo curioso, y es que a medida que voy enumerando todos los conocimientos que Nano supo desarrollar en su vida, surgen bastantes mas, como sus conocimientos de cantería y albañilería, y de ello dan prueba las piedras de sillería labradas por el ,en las puertas y esquinales de las cuadras que el mismo, o ayudado ya por alguno de sus hijos mayores, construyó y reparó. No quiero dejar pasar otro de los trabajos para los que su ingenio era muy necesario en el pueblo,  y es que era el único que labraba con mucha finura y precisión todas las cajas de los difuntos que le eran encargadas,  cuando llegaba esta triste necesidad.    



Por si todo esto no fuese suficiente, había muchos trabajos ocasionales que algunos vecinos requerían de el,  esto le reportaba algún pequeño sobresueldo que era muy bienvenido, pues todo era poco para sacar adelante a su familia. Y aquí también hay que hacer mención a otro de los aspectos de su vida,  la familiar. Nano que aunque tenía todas las habilidades, vocaciones, o como se le quieran llamar, que he enumerado, era sobre todo un hombre de campo, que crió doce hijos, pues  también en ese aspecto su vida fue muy fructífera, como digo, crió doce hijos, con mucha disciplina y mucha severidad, pero que hizo de todos ellos unos hombres y mujeres que le querían y respetaban, pues ellos eran conscientes del gran amparo que su padre siempre representó para ellos .  Les enseñó a trabajar como él mismo el campo, con los praos, las vacas, las cabras, las ovejas, y cualquier otro menester que el campo precisara,  pero también aprendieron las muchas habilidades que le vieron hacer a su padre durante el tiempo que permanecieron en la casa paterna, y al ser muchos, los mayores fueron enseñando todas estas cosas a los mas pequeños. Con los años sus hijos fueron saliendo a buscarse la vida, pero sus primeros dineros como trabajadores de la construcción, fueron para mejorar la vida de sus padres. La casa familiar, a la que Nano, ya había hecho sus mejoras, fue acondicionada para que resultase mas confortable, y con ello fue durante muchos años el lugar de encuentro de toda la familia.

Nano, muy orgulloso con sus cuatro hijas

Como buen carpintero, supo sacas de la madera todo su potencial, y por ello no le fue ajena la forma de serrarlo,  costumbre que en el pueblo practicaban muchos vecinos. Consistía en armar sobre un desnivel del terreno, un entramado de listones de madera,- algo parecido a un andamiaje  para que nos entendamos,- creo que a muchos les sobrarán estas explicaciones, pues de sobra conocen de lo que hablo, pero como esta costumbre, cayó en desuso hace muchos años, los mas jóvenes no tendrán ni pajolera idea de ello. Así, con los largos “serrotes” que todavía se podrán encontrar en algunas casas de labranza en nuestros pueblos, era con lo que aquellos hombres, como Nano, sacaban los tableros de los troncos de los árboles, y nos podemos imaginar el tremendo esfuerzo que esto suponía, con un hombre arriba del entramado, y otro abajo, tirada arriba, tirada abajo se iban sacando los tableros de la medida y grosor que se precisara.


Nano y Gervasio, dos buenos amigos ademas de primos, y buenos ``serradores´´ de la madera
 Como digo mas arriba a medida que voy recordando todos los trabajos a los que Nano dio forma  y desarrolló en su vida, me vienen a la memoria tantas, que esto parecería que me lo estoy inventando,  menos mal que quedan muchas personas a las que de vez en cuando, y por algún motivo, lo sacan a colación, y es que Nano también hacía los carros que tan necesarios eran en una casa de labranza como la suya. Por ejemplo el llamado carro de “Esquirpia “ que se utilizaba para la recogida del maíz,  el de “ Rodana,” muy utíl útil para sacar la madera del monte, o el llamado ”Jarriillón,” que se empleaba para sacar la hierba, sobre todo en los prados mas  costosos.  Pues bien, también –como no- estos carros salían de las trabajadas manos de Nano el de las Conchas.
Las dos hijas mas pequeñas de la familia
A medida que los años fueron pasando, y su salud se deterioraba, Nano dejo de ser un padre muy severo, para convertirse en un cariñoso y orgulloso abuelo,  sus necesidades a medida que sus hijos fueron dejando la casa, bien para buscarse ellos mismos la vida con sus trabajos, o bien, para formar su propia familia, fueron librándole de muchos de los trabajos mas costosos, aunque trabajar, lo que se dice estar ocupado siempre en alguna labor, no dejó de estarlo hasta el día de su muerte, pues esta, a pesar de sus achaques, le llegó casi de improviso.

Por eso, por lo poco que Nano, pudo disfrutar de una vida mas cómoda y relajada después de tantos trabajos y preocupaciones, sufrimientos y enfermedades, que una vida tan trabajada como la suya, y la de tantos otros que como él pasaron muchas privaciones, es por lo que con este artículo,( que es como un pequeño recopilatorio de lo que fue su vida,) quiero que sus nietos conozcan lo que fue la vida de su abuelo. Nano tuvo la suerte de poder conocerlos a casi todos, los últimos por desgracia no los llegó a ver,- lo triste de su historia, no fue solo lo poco que el abuelo Nano, disfrutó de sus nietos,- sino lo poco que sus nietos disfrutaron de el, pues seguro que así como a sus hijos no les pasaría ni una, a sus nietos seguro que les habría consentido mucho mas.
En la casa de las Conchas nunca faltaron los amigos de sus hijos

Puede parecer un poco partidista que solo estas letras se las dedique a Nano como abuelo, dado que la abuela Milia también pasaría parecidos trabajos y calamidades, sin embargo en el caso de la abuela, ya le tocaron tiempos mejores, vivió los años suficientes para ver casados a muchos de sus nietos, y aunque su salud era muy precaria, tuvo la suerte de ver a algunos bisnietos. Por todo ello, y por que un padre que saca adelante, una familia de doce hijos, con muchos trabajos, en unos tiempos de tantas carencias, bien se merece que sus nietos tengan este recuerdo de su abuelo Nano,  de Nano el de las Conchas.


                                  MARY  PÉREZ.     DE CELIS               
     
  

sábado, 9 de enero de 2016

UN RECORRIDO SOLIDARIO





Un año mas podemos decir con toda satisfacción, deber cumplido.
Nuestra cesta solidaria ha sido muy bien acogida.
 Pocas cosas nos resultan en su principio, tan complicadas como tener que tocar en las puertas de las casas de tantas personas, o de abordarlas en la calle, o en cualquier lugar donde las encontramos. No es fácil abordar a las personas, cuando de lo que se trata es de convencerlas   para que nos suelten unos euros, cuando de sobra sabemos las necesidades  a las que tiene que hacer frente cualquier familia. Por eso cada año nos armamos de valor, y solo pensamos en que solo con la convicción de que lo que hacemos es algo muy necesario, para otra gente que lo está pasando muy mal, emprendemos con mucho ánimo esta tarea. Una tarea que también es muy gratificante, pues son los pequeños granos los que juntándolos, hacen el granero.   Esto así dicho parece que este hablando de algo muy difícil de realizar, pero nada mas lejos, pues una vez juntas y reunidas en el lugar convenido, las amigas que cada año se suman a este recorrido solidario,- y ya repartidas en los coches en que nos trasladamos,- nos pasa como el anuncio de la película de “La guerra de las Galaxias” ¡¡que la fuerza nos acompaña!! .




Cuando hace ya unos cuantos años, los peores en que la crisis golpeaba a tantas y tantas familias,  y ante el angustioso llamamiento de Cáritas, desde sus  Centros de recogida de alimentos, que veían como sus estanterías estaban prácticamente vacías, de los productos mas imprescindibles para el sustento mas elemental, de estas familias, unas amigas, decidimos poner por nuestra cuenta, una “Cesta solidaria”. La idea fue muy bien acogida, se trataba de que todas aquellas personas que quisieran colaborar en esta idea, metiesen en esa cesta, todo aquello que su generosidad les permitiera. La cesta poco a poco se incrementaba con toda variedad de productos, además de otras muchas cosas. Había de todo, y me resultaría muy largo enumerarlo, pero fue todo un éxito, había comestibles tales como café, aceite, galletas, chocolate, una gran variedad de dulces, en los que por ser en vísperas de las Navidades, no faltaban  los  turrones, bebidas de todas clases,  regalos de lo mas variados, embutidos , también labores muy bonitas, hechas por nosotras mismas, como por ejemplo unos hermosos y abrigados calcetines de lana, una bolsa para el pan con un bonito bordado , una manta hecha de retales al estilo “Patswork”, muy abrigada, unos gorritos, algunos tapetes hechos de ganchillo, algún broche, de fieltro tan de moda …..Fue como digo, una respuesta a nuestro llamamiento , muy de agradecer, no esperábamos menos de un pueblo que siempre ha sido solidario para cualquier necesidad que se precise.
Lo de convencer a algunas compañeras mas, para que se sumasen a acudir con nosotras por los pueblos, el primer año no fue fácil, y no las culpo, ya he dicho que es bastante violento abordar a la gente para pedirles dinero, aunque esto fuese a cambio de la posibilidad de llevarse una hermosa cesta llena de regalos, y siendo como era por una buena  obra.  Sin embargo en años sucesivos, si que se fueron sumando mas compañeras a nuestra causa, con lo cual el compañerismo y la buena armonía fueron lo mejor de nuestro solidario peregrinaje.
Muchas de estas cosas ya son bien sabidas, porque, como un recordatorio de lo que este recorrido ha significado para todas nosotras año tras año, las situaciones  se repiten, y las anécdotas también. Cada año tenemos vivencias y recuerdos preciosos, que se nos quedarán en la memoria para siempre, lo que nos lleva a que, al hacer recuento de todas ellas, nos demos cuenta de que este recorrido solidario, por muy costoso que algunos días fuese de realizar,  la parte positiva que sacamos nos compensaba en muchos aspectos, sobre todo en el gran conocimiento que tuvimos de tantas personas, que no solo comprendían que lo que estábamos haciendo era algo bueno, sino que nos animaban a seguir adelante, esas personas que nos vieron a su puerta, algunos días con buen tiempo, pero también con mucho frio, y gracias a Dios este año, con muy pocos días de aguaceros, - pues como todos vemos el tiempo ha sido bastante bueno,- pero alguno días de agua también nos tocaron.
La salida la realizábamos desde nuestro pueblo en las primeras horas de la tarde, y apenas acabada la comida, nos dábamos mucha prisa en dejar un poco recogidos los trastos de la cocina, para que al hacer el  recorrido por los pueblos, pudiésemos aprovechar lo mas posible las mejores horas de día. Este propósito no se podía cumplir nunca, pues desde mediados de noviembre que empezamos,- con el receso de algunos días que por causas ajenas a nosotras mismas,- hasta bien avanzado el mes de diciembre,  que dimos por finalizado nuestro propósito, los días son muy cortos, y la noche se nos echaba encima mediada la tarea, por lo cual en cuanto se marchaba el sol, y casi sin tregua nos ganaba la oscuridad,  y  hay que entender que la gente al ver un grupo de mujeres a su puerta y ya con noche cerrada, se sintieran algo sobrecogidas y recelosas.  Desde luego en honor a esas personas,  tengo que decir, que su generosidad siempre fue mucho mayor que ese primitivo recelo. También el que mucha de esta gente ya nos conocía de  años anteriores,  nos facilitaba mucho el encuentro, pero es de entender que así de pronto, aunque mas tarde cayeran en la cuenta que éramos las de otros años, la primera vista, y mas siendo de noche, no dejaba de imponer un poco.
 Diferente era lo que nos daba tiempo de andar de día, en este caso todo resultaba muy fácil, y si además de esto, en algunos de estos pueblos teníamos mas trato de cercanía, el resultado  era muy sencillo, claro que en este caso el entretenimiento también nos podía,  porque,¡¡ quién se resiste a un ratuco de charla con conocidas y amigas,!! eso cuando con dolor de corazón teníamos que renunciar a lo mucho que la gente nos convidaba a que entrásemos en sus cocinas o salas, tan caldeadas, tan acogedoras, cierto es que en algunos casos no nos podíamos negar, había situaciones que requerían un momento de charla, pues algunas personas amigas estaban pasando por situaciones dolorosas, y un poco de compañía les era muy beneficioso


. Lo primero fue inundar de papeletas a nuestros pueblos y barrios del Concejo, y como dicen que donde hay confianza se pierde la vergüenza, a nuestros sufridos convecinos, les “colamos” todas las que pudimos, una vez zanjado lo del pueblo, y dejándole a Sara un talonario en su “Super” para que nos lo fuese vendiendo, emprendimos la acometida al resto de los pueblos de nuestro entorno.
Como digo empezamos nuestro recorrido por los pueblos y barrios mas cercanos. Además de esto, un anuncio en Facebook, de que ya teníamos a la venta las papeletas de la rifa, propicio que muchas de nuestras amigas y parientes que tenemos en otras partes, nos pidieran que les reservásemos algunas, y así lo hicimos la mar de agradecidas. Pero eran muchos talonarios y muchas rifas, aparte que al ponerlas a un euro a la venta, a la gente no les asustaba el coste, pero era mucho mas larga su venta. Así y todo, como siempre nos suele ocurrir, el ver aquel montón de tacos, pensábamos que aquello podría con nosotras, y nos entraban todos los temblores.



En fin que como digo anteriormente, lo que no se empieza no se acaba, empezamos el recorrido por los demás pueblos de la zona,  Cades.. Otero…Rábago… bueno empezamos bastante bien, las papeletas se vendían y los primeros pasos se estaban dando, después nos fuimos a Lamasón, Sobrelapeña… Quintanilla… un valle en el que tenemos muy buenas amigas, pero que aunque no lo fuesen no tenemos quejas de ningún vecino de estos pueblos, todos nos atendieron estupendamente, claro que “labia” , no nos faltaba, en uno de estos pueblos, al abordar a un grupo de hombres, que estaban trajinando en un portal, y ante el poco interés que en un principio mostraron, nosotras no nos desanimamos, y empezamos a charlar con ellos sobre las labores que estaban realizando, creo que era alguna artesanía, algo de madera, no lo recuerdo muy bien, bueno pues el caso fue que poco a poco se fueron animando y unos mas otros algo menos, todos nos compraron algunas, así que cuando marchábamos tan contentas, uno de ellos comentó¡¡Hay que jo…se,  no hay como unas cuantas mujeres para convencer a uno cuando quieren sacar algo, ¡¡Bueno les contestamos, pero a que ahora os sentís mucho,  mejor que si nos despachaseis con cajas destempladas,! Además fijaros si os toca la cesta!.Creo que al final dieron por bien empleados los euros que se gastaron, pues se pasaron un buen rato.

 

Lo bueno era que ya los talonarios no nos asustaban tanto, las papeletas iban cayendo, pero, todavía estábamos en los comienzos,  y así nos llegamos un domingo a San Sebastian de Garabandal.  Las primeras casas  fueron muy decepcionantes, apenas encontrábamos gente en ellas,  y aquí sí que tengo que decir, que ese es el mal de nuestros pueblos, que se nos están quedando sin gente, así que nos armamos de santa paciencia, y esperamos haber si la cosa mejoraba, por ello dimos unas cuantas vueltas mas por el pueblo, y la suerte nos acompañó, poco a poco fuimos encontrando mas vecinos que seguramente estaban en algunas obligaciones. Otra de las cosas que mas nos favoreció fue que, aunque había pocos visitantes en el pueblo, los que abordamos fueron muy generosos  y nos salvaron la tarde. Pero lo mejor de esta fue que, cuando ya estábamos haciendo el último recorrido por sus calles, fuimos a topar con un grupo en el que por suerte estaba un buen amigo de Mari Mar, y esto nos trajo al recuerdo cuando el primer año bajando también de este pueblo, nos encontramos con un cochazo que subía, y al que Mari Mar saludó cuando nos cruzamos. Esta al ver el coche, dio la vuelta detrás de aquel ,  convencida de que aquella persona nos iba a comprar mogollón de rifas, - esta anécdota ya la conté en otro de los reportajes que hago cada año de este recorrido solidario,- por que lo gracioso del caso, fue que perdimos de vista dicho coche, y después de dar unas cuantas vueltas para ver de dar con él, resultó que el coche sí era del conocido de Mari Mar, pero el que lo conducía según nos dijeron unos chavales a los que les preguntamos, no era la persona que buscábamos.

 Bueno, pues en esta ocasión la suerte nos fue mucho mas favorable, y nuestra amiga tenía razón en lo que a la compra de rifas por parte de aquella persona se trataba, no solo él fue muy espléndido, sino que animó a unos cuantos parroquianos que con el estaban, y tampoco se quedaron atrás,  claro que un buen rato de charlas y bromas no nos las quitó nadie, y no era porque no tuviésemos  prisa,  que la noche se nos echaba encima, pero claro, ¡¡Quien los dejaba   con la palabra en la boca, después de habernos dejado casi un talonario entero en menos de la mitad,!! y ¡¡Ojo, los talonarios son de 100 papeletas!! .
 

Después de despedirnos de estos amigos tan generosos, emprendimos le bajada, hacia Cosio mas contentas que unas panderetas, y así con el ánimo por las nubes, llegamos a nuestras casas, decididas a que el día siguiente ,-aunque era domingo,- también queríamos  aprovecharlo. El buen tiempo nos animó, pues lo cierto era que también necesitábamos algo de descanso, así que en esta ocasión nos propusimos un pueblo algo mas pequeño, pues además de ser festivo, como digo ya los muchos días de marcha empezaban a pasarnos alguna factura. Por eso nos decidimos por Rozadío. En este pueblo también estaban al tanto de nuestra llegada en cualquier momento, Don Rolando al igual que en todos los pueblos que tiene a su cargo, les había avisado, y también animado a que fuesen generosos. Y desde luego que lo fueron, ¡mucho! Eso nos compensó un poco del terrible frío que esa tarde hacia en el pueblo,   y es que el sol se retira pronto, y ello hace que las heladas no se quiten de un día para otro.  Lo primero nos llegamos al bonito chalet de Armando y Sonia, que está situado en la misma ladera del río, para lo cual atravesamos el pequeño y precioso puente, y aquí el frio y la humedad que el agua nos transmitía nos hacia castañetear los dientes, lo peor es que no encontramos a nadie, un vecino nos dijo que habían marchado temprano, estos salieron huyendo del frio,- nos dijimos.-  A los pocos días nos encontramos a Armando en Celis y le comentamos que habíamos conocido su casa, pero que nos había dado esquinazo, /Armando para quien no lo sepa es un vecino nuestro de Celis, casado en Rozadío, donde tiene su bonita casa de fin de semana/ el muy serio nos comentó,¡ que tendría que reñir al perro,! pues le había dejado encargado que nos atendiese, y nos comprase unas cuantas rifas.
Después de haber hecho la ronda al pueblo, donde como digo nos atendieron muy bien, dimos por terminado nuestro recorrido, con las casas que están a la salida de éste.  Así que ya noche cerrada dimos cuenta también, de las casas que están en la orilla de la carretera, - ya en la bajada hacia pueblo de Cosio,- con la idea de volver otro día  a recorrerlo, pues Cosio es un pueblo muy grande, y requería una tarde entera. En una de estas casas una buena vecina, sabedora de que esperaba en cualquier momento nuestra visita, nos había cocinado un buen paquete de galletas caseras, y la buena mujer insistió mucho para que las acompañásemos con unas tazones de café con leche, ni que decir tiene que con la “ raspa “ que estaba cayendo a esa hora de la tarde, nos habría venido que ni pintado. Apartamos la tentación , mas que nada porque ya algunas de las compañeras tenían prisa y obligaciones en su casa, y sentarnos a merendar nos llevaría un rato que no teníamos, la tarde había sido de lo mas aprovechada, y solo queríamos llegar a nuestra casa y atender nuestras obligaciones.
Al día siguiente, decidimos llegarnos al pueblo de Bielva.  Este pueblo siempre nos ha acogido muy bien, son gente también muy solidaria,  y desde hace ya unos cuantos años, la Asociación de mujeres que funciona muy bien,  viene realizando numerosas, actividades, hacen reuniones, programan salidas educativas, y excursiones a muchos puntos de España. El taller de trabajos de costura, tapicería, pintura, decoración, y algunas otras labores, es muy eficiente, también colaboran en varias iniciativas solidarias… Son un verdadero ejemplo de creatividad, y siempre que nos llegamos a este pueblo, encontramos en el muy buena disposición y ayuda.  Pero  tenemos que decir también, que en este pueblo terminamos agotadas, pues Bielva  un muy grande, muy extenso, y a veces teníamos que volver por algún barrio en el que no encontrábamos a ningún vecino, pero que encontrábamos mas tarde, y era gente que no nos defraudaba. 

Y así, caminando y dándonos compañía unas a otras con nuestra “cháchara,” seguimos visitando los pueblos de nuestro entorno, no faltaron las risas, ni las anécdotas, como la que nos contó Angelita. Todo partió por que, por encontrarme distraída, (no se qué estaría pensando) por lo visto me estaban hablando y yo debía estar en “Babia”. Lo cierto es que ya me estaban poniendo el “Sambenito” de que estaba sorda, - no digo yo que no haya algo de eso ,- los años no perdonan,- bueno el caso fue que Angelita les decía… /ésta se parece al zapatero que vivía en la cotera del Carmen, en la casa que después compraron Milio y Rosina,/ estaba sordo como una tapia, y ya podías vocearle, que siempre te contestaba con cualquier cosa menos por lo que la preguntabas. Por lo visto este buen hombre tenía una vaca, que la cuidaba bien pero no había mucho que echar a perder, y la alimentaba con lo que podía, no era raro verlo con la vaca de “ramal” para que paciera el verde, de las orillas de la carretera. La vaca creo que era el mayor tema de conversación de este buen paisano.  Un día se encontró a una vecina, y después de saludarle, le preguntó..¡¡y que tal  la mujer!! Ah muy bien , ha “torao” anoche. La vecina debió de pensar, ¡A este le das por los pies y “giende” por la cabeza! Ni que decir tiene que las risas por cosas como estas no nos faltaban.
Los pueblos seguían recibiendo nuestra visita, y nosotras seguíamos tratando a buenas personas, Obeso, Pedreo.. en este pueblo lo mismo que unos días antes en Lamason, tuvimos la suerte de que encontramos muchas mujeres en los centros donde acuden a realizar trabajos artesanales , los cuales pudimos admirar por lo bonitos y bien trabajados que estaban, de estas amigas además de su ayuda en la compra de las rifas, nos dieron muchos ánimos con su comprensión, la verdad es que por personas como estas merece la pena echarse al camino.
Después vendrían Cosio, Carmona, San Pedro… en Cosio, nos sacamos unas bonitas fotos en la casuca de Ramonin,  un bonito rincón lleno de artesanías hechas por el,  en cuya cocina, pequeña y acogedora, nos sacamos varias fotos, que se incluyen en el reportaje.

Carmona es también un buen pueblo para nosotras ( tengo que decir que todos lo fueron), pero Carmona quizás sea el que esté mas habitado, queda todavía bastante gente, y es un pueblo que engaña, porque  mirándole de lejos, al estar muy recogido parece mucho mas pequeño, sin embargo cuando le recorres a pie, te das cuenta que es un pueblo bastante grande, también es cierto que conocemos a muchos de sus vecinos, y lo mejor de todo, que llevamos a Ricardita, la carmoniega que hace años se nos trasplantó en Celis, por matrimonio, y en Celis sigue.  Así que con esta “embajadora,” de ayudanta, sus vecinos se rascaban los bolsillos, pues ya estaba ella ahí para decirles que no fuesen tacaños, que ella quería que la gente de su pueblo fuese muy generosa. De todos modos eso no hacía falta que Ricardita se lo recordase, pues el pueblo de Carmona ya lo tenemos muy comprobado es siempre muy  solidario.  Este año el que no se escaqueó fue el “ricu pudriu” al que en años anteriores no pudo sacarle nada, este año para alegría de su convecina, nos compró unas cuantas papeletas.



San Pedro es el bonito pueblo que serpentea desde la carretera ladera arriba, los vecinos son muy simpáticos, y yo tengo el gusto de poder saludar como todos los años a Angelín, uno de los “Quintos” de los muchos que Manolo me enseñó a apreciar, porque, según me decía siempre, fueron los mejores compañeros que cualquiera se podía echar en la mili, por lo que pude comprobar  ellos sentían por el compañero que ya nos dejó  mismo aprecio
Pues nada, que esto va tocando a su fin por este año, y con ello les damos las gracias a los demás pueblos a los que acudimos, y uno de los mejores ,Puentenansa.  No podía ser menos, al fin y al cabo es la capital de nuestro Ayuntamiento y un pueblo en el que nunca falta gente dispuesta a colavorar. Y  Cabrojo, al que también hicimos una visita, y en el que quedamos impresionadas por lo bonito y vistoso que es este pequeño pueblo.
Por último nos fuimos a Cabanzón, y desde allí a Camijanes, donde el loro de Teresa nos saludó la mar de contento. Como el año anterior nos marchamos  sin conseguir sacarle ni una palabra, porque no quería hablar con nosotras, este año no paró de decirnos”hoooooooola, hoooooola”, y guuuuapas, así que, también nosotras le dijimos algunas lindezas, con lo que el buen lorito nos premió con unas cuantas volteretas en su jaula.


Cabanzón es un pueblo muy extenso, pero con muy pocos vecinos, lo recorrimos pronto,. En este pueblo después de hacerse esperar, resultó que fue en el que “cayó” la cesta. Y digo que se hizo esperar, por que el buen señor que nos había comprado las papeletas, no se había preocupado de mirarlas, advertido después de muchos días, de continuos avisos,  por unos vecinos que se calculaba que el premio podía estar en ese pueblo, por fin se dio cuenta de que era el, el afortunado con nuestra hermosa cesta solidaria, así que nuestra alegría fue poderla entregar, pues nos encanta que la gente pueda disfrutarla.

Bueno pues nada mas, nuestro inmenso agradecimiento, a tanta gente que nos acogió con tanta simpatía, lo mismo que a nuestros vecinos mas cercanos, quienes no solo nos compraron las rifas, sino que fueron de una gran generosidad en sus aportaciones y regalos.  Solo esperar que el año próximo las cosas mejoren, por el bien de todos, y si no es así, no dudaremos en emprender otra vez nuestro peregrinaje solidario, seguro que el ánimo no nos ha de faltar.
     UN SALUDO Y  FELIZ AÑO PARA TODOS AMIGOS. 
                                  MARI PÉREZ.   DE CELIS.