sábado, 10 de diciembre de 2016

SAN FACUNDO, UN GRAN SANTO PARA UN GRAN PUEBLO






San Facundo junto con su harmano San Primitivo fueron tremendamente martirizados por defender su fe


Han pasado ya unas pocas fechas, desde que un día recalamos en  el pueblo de Obeso, en busca de la solidaridad de sus vecinos para que nos echasen una mano con la compra de las rifas de la cesta solidaria, que, como en años anteriores, salimos a vender por estos pueblos nuestros, los nuestros y los de nuestras cercanías.
Después de haber recorrido varias casas, -algunas sin encontrar nadie que las habitaría,- en una de ellas nos dijeron:  ¡Cuando bajéis al de Pedreo  procurar ir por las antiguas escuelas, por que allí encontrareis algunas vecinas que seguramente os compraran unas cuantas rifas.!  Con ese aviso, y ya en una tarde en que la noche se nos echaba encima, Mery y yo, una vez
Resultado de imagen de obeso cantabria
acabado el recorrido por Obeso, y tras un poco de charla con las vecinas que conocíamos de otras ocasiones, nos llegamos al pueblo de Pedreo,- este pueblo dista del de Obeso apenas un km. por carretera,- sin embargo sus vecinos siempre se han comunicado unos con otros, por los caminos de carro, que actualmente son unas magnificas pistas.


Una vez hecho el recorrido por el pueblo, nos tomarnos un chocolate con pastas, en la casa de Chelo y Miguel, en la que con amable insistencia se empeñaron Chelo y su hija que nos tomaríamos. Nos despedimos de esta buena familia, previa compra de unas cuantas rifas, que tanto Chelo, su hija, así como una prima de Chelo que se encontraba con ellas en la casa, nos compraron. Tras indicarnos donde se encontraba  la escuela, en la que las vecinas de Obeso, que no encontramos en el pueblo, estaban ensayando las canciones que le cantarían al Santo en su fiesta, nos acercamos a este lugar.
Ya desde una buena distancia, y a medida que nos íbamos acercando, nos llegaba el sonido de unas potentes voces, junto al de las alegres panderetas.

  Cuando estuvimos junta a la puerta, a la que Mery intentó empujar, yo la contuve, diciéndole que era mejor esperar un poco a que acabasen la canción que estaban ensayando, pues desde fuera se escuchaba magníficamente, y no era cosa de interrumpirlas en plena actuación. Una vez acabada la tonada, empujamos la puerta, y nos encontramos con la sorpresa de que lo que nos habían parecido las voces de un montón de personas, solo resultó que eran cuatro mujeres las que estaban ensayando
 Ellas también se quedaron muy sorprendidas al vernos, y,  aunque ya nos conocíamos entre nosotras, no dejó de sorprenderles nuestra “asomada” en la que también les dijimos con toda sinceridad, que esas voces suyas, no parecían de cuatro mujeres, mas bien de catorce, por la gran potencia de sus gargantas, algo con lo cual estuvimos bromeando un rato.  Despues de explicarles que habíamos estado en su pueblo, y que al no encontrarlas en el, nos habían dicho donde las podíamos encontrar, nos dijeron que ¡claro, como no nos esperaban, no llevaban dinero encima!, Nada que no se pudiese arreglar, pues una de ellas que si llevaba, se lo prestó a las demás, y ya entre ellas ajustarían cuentas, con lo cual agradecimos muy de veras su generosidad. Después de un rato de amena charla, me comentaron que para ellas el mejor agradecimiento, seria que les hiciese un reportaje sobre la fiesta de su Patrón, pues así se conocería mucho mejor su festividad, cosa que no tuve inconveniente en hacerles. Solo cuando me explicaron que era el sábado siguiente, fue por lo que se lo dejé un poco en el aire, pues los sábados yo también los tengo reservados para mi familia.
  Esta, como la gran mayoría, es cuando vienen al pueblo a pasar el fin de semana, sin embargo yo les prometí que haría todo lo posible por acudir. Estas amigas nos animaron mucho a que las acompañásemos ese día, pues aunque los dos pueblos son pequeños, nos hicieron saber que lo celebraban a lo grande, que cada casa aportaba todo lo necesario para que nadie se quedase sin comer en la convidada que celebraban después de la misa. Nos insistieron en que fuésemos, pues les encantaba recibir a los amigos, así que con tan buena y amable invitación yo por lo menos, decidí que haría todo lo que estuviese en mis manos por acompañarlos.  Ese sábado lo tuve libre de familia, por lo que se lo comente a Mery que si quería acompañarme, con tan buena suerte que a ella tampoco le venía nadie de la familia ese día.


Que deciros de la fiesta.   Un día precioso, un sol que nos acompañó todo el tiempo, el lugar precioso. Para quien no lo conozca, Obeso está situado en un vistoso lugar donde e su torre medieval es su mejor reclamo, según nos informa la lectura de su historia, data esta torre de entre los siglos XIV – XV, y nos indica que perteneció a la familia Rubín de Celis, rama muy extendida por numerosos lugares de nuestra provincia, algunos de cuyos miembros llevaron este apellido por otros muchos lugares de Sudamérica, donde consiguieron títulos y nombradía.
Siguiendo con la fiesta de San Facundo, solo puedo decir que fue todo muy sencillo y familiar. A la llegada al pueblo nos fuimos directamente hacia la Iglesia, donde ya había un buen grupo de romeros esperando la hora de la misa, como entre esas personas teníamos bastantes conocidos( además de las amigas que nos habían hecho la invitación) entablamos con todos ellos conversación mientras iban llegando el resto de la gente

. El grupo de cantoras tarareaban practicando un poco el ensayo de sus canciones, los vecinos charlaban amigablemente unos con otros intercambiando las impresiones del día…  en fin todo muy alegre en un día también muy alegre, por cierto entre chala y charla con la gente, no dejé de hacer preguntas y fotografías de todo lo relacionado con la historia de este lugar. 



 
Aqui se aprecia el detalle de los restos de la antigua iglesia
 
Al lado de la iglesia, en los prados que la circundan se han descubierto tumbas antiquisimas
Una persona que me pareció bastante entendida y que conocía algo de su historia, me dijo que la Iglesia primitiva era anterior al siglo XIII, y me mostró un lateral de la pared que por lo visto se conserva de esa primitiva Iglesia, doy fe que el contraste se notaba, pero muy bien adaptado a la actual que se levantó posteriormente y que creo que es del sigloXVII. Dentro de la Iglesia un Cristo crucificado preside el retablo central, a un lado la Imagen de San Facundo además de otras advocaciones, completaban el interior del templo.


Y llegó la hora de la comida. Bueno aquello fue un festín en toda regla, lo que estas buenas gentes de Obeso y Pedreo aportaron a la comida comunal, era para verlo, platos y mas platos con las mas apetecibles viandas, ¡como os diría! Tendría que tener memoria para relatarlo, croquetas, empanadillas, tortillas, canapés de lo mas variados, lomo, jamón, raciones de ensaladilla, y de carne de jabalí estofado, lasaña, empanadas variadas… y suma y sigue… un caldo calentuco que entonaba el estomago…borono casero, morcilla… postres de todas clases muy ricos y muy caseros… ¡¡Como para no haber acudido!! Todo buenísimo, todo abundante, y lo mejor, todo ofrecido con la mejor voluntad e insistiendo en que probásemos de todo. Un gran día y una espléndida comida.


Con pena, por tener que despedirnos, pero enormemente agradecidas por lo que estas buenas y sencillas gentes nos ofrecieron, salimos de estos dos pueblos, con el convencimiento de que mientras en estos pueblos nuestros, queden gentes con tanto calor humano, y con tanto entusiasmo por que estas tradiciones no se pierdan, los pueblos seguirán viviendo,  tal vez con menos vecinos, algo inevitable, pero con mi convición, de que los hijos que están fuera siempre volverán, tienen que volver, esto no se puede echar en el olvido, ¡no se debe echar en el olvido,!
 si mi relato puede servir de algo, por favor no dejéis que estas preciosas tradiciones se pierdan, pues todos perderemos lo mejor que tenemos de nuestros pueblos, sus fiestas y su alegría.
                  UN  SALUDO, Y UN PROFUNDO AGRADECIMIÉNTO,  DE
                                                                             MARY  PÉREZ  DE CELIS.       




       

domingo, 16 de octubre de 2016

SALTOS DEL NANSA





ENBALSE DE LA COHILLA EN EL VALLE DE POLACIONES
Como vengo haciendo desde hace un tiempo, hoy quiero dar salida a otro de los artículos que hace unos años había publicado en un medio escrito, pero que ahora, y a través de estas nuevas tecnologías pueden tener mucha mas difusión, pueden llegar a muchos mas lectores.
Fue uno de mis primeros artículos, y quise dedicárselo a una importante empresa, que hace ya muchos años nos cambió la vida a los habitantes de toda la zona del Nansa. Esta empresa fue, (sigue siéndolo todavía,)  Saltos del Nansa.

Como el reportaje creo que es bastante explicativo, no me voy a extender en ningún preámbulo, todo lo que pude recabar de personas que vivieron aquellos años de sus comienzos, me han dado los suficientes datos para que el lector se pueda hacer una idea de cómo fueron sus principios, los primeros años de su andadura, y los muchos beneficios que reportó para nuestros pueblos. También los recuerdos y anécdotas de muchas de estas gentes que de un modo u otro vivió en aquellos comienzos, y que seguramente contribuyeron en su construcción.
             Paso pues a transcribir el relato, tal como se publicó en su día
                SALTOS DEL NANSA;  LA EMPRESA QUE CAMBIÓ LA VIDA DE UNA COMARCA.              
Hace tiempo que dan vueltas en mi memoria, recuerdos que forman parte de lo que fue la vida en nuestra comarca. Son retazos de vivencias que escuchaba contar a la gente de nuestro entorno, recuerdos de personas que vivieron entre nosotros, no necesariamente de nuestra familia, ni siquiera de nuestro pueblo, pero que por una u otra razón formaron parte de él, que trabajaron en nuestra comarca, y que le dieron vida. Que se integraron, algunos durante muchos años, y que aquí fueron felices unas veces, y otras tendrían malos ratos y preocupaciones, pues en un tiempo dilatado puede pasar de todo.
Esta comarca nuestra del Valle del Nansa, fue rica en acontecimientos, en una posguerra en la que tuvieron que remodelarse muchas cosas. De esa posguerra quedaron algunos resentimientos, pero también muchas ganas de encontrar sosiego y trabajo, también ganas de encontrar un punto medio de reconciliación, de poder convivir como lo que somos buenos vecinos, incluso familiares, de poder preguntar con franqueza por la salud de esos vecinos, y desearles, y que te deseen, que todo te marche bien en la vida, al fin y al cabo poco o nada se medra con el mal ajeno. Esta reflexión puede parecer bastante idealista, pero me quedo con ella. Pues bien, de aquellos años de la posguerra,  por aquí pasaron muchas gentes de muchos puntos de nuestra nación.  En nuestro rio Nansa se proyectó  y se llevó a cabo, la construcción de una empresa a la que todos conocemos, como “Saltos del Nansa.”
Esta obra, en la que en sus inicios yo aún no había nacido, creo que fue el acontecimiento mas importante de nuestra comarca, y asociada a esta empresa se movió la vida de estos pueblos, desde donde el rio Nansa tiene  su presa mas importante, en el valle de Polaciones, “La Cohilla,” hasta la desembocadura del mismo en el mar, en la bocana de Tinamenor,  en el pueblo de Muñorrodero.


Las obras proyectadas de esta importante empresa, atrajeron multitud de trabajadores, unos especializados, y otros como obreros de base. Fue una empresa larga en el tiempo, y costosa en su construcción, pues por la orografía de su recorrido su trabajo fue titánico, sobre todo si se piensa en los años de su construcción, donde la maquinaria que se empleaba era muy rudimentaria.  Todavía hoy, yo que soy de esta zona, de pequeños valles y grandes montañas, siento como se me encoje el corazón cuando contemplo esa mole de hormigón que contiene almacenada tras su dique, las aguas embalsadas de la presa de la Cohilla. 
  Cuando subiendo la serpenteante carretera, que se va enroscando en las laderas de los peñascos mas altos, en un intento del más difícil todavía, alcanzar a través de tremendas rampas, y túneles horadados en sus peñas, llegar al valle que embalsa sus aguas, con la misma satisfacción que debe sentir el corredor de fondo cuando llega a la meta. Pero mientras tanto, y contemplando ese paisaje de brutal belleza, acuden a mi memoria lo que oí contar en mi pueblo de Celis, a las personas que convivieron con muchos de estos trabajadores que aquí acudieron. Llegaban muchos de ellos con sus familias, pues su contratación para estas empresas era para largo.



Algunas de esas familias, con el tiempo se afincaron entre nosotros, unos por que se sentían aquí totalmente integrados, y otros por que formaron su propia familia con algunas muchachas de la zona, y decidieron empezar aquí su nueva vida.
Con los hijos de estas familias convivimos los hijos de las del pueblo, fuimos juntos a la escuela, hicieron su primera comunión con nosotros, y a medida que pasaban los años, también fuimos “moceando” juntos.
Cierto es que al final algunas de estas familias,( tal vez buscando otro mejor porvenir para sus hijos) volvieron a sus provincias de origen cuando ya sus hijos se fueron haciendo mayores, aunque por las cartas que estos compañeros de juegos nos mandaban, quizás ese porvenir lo habrían encontrado mucho mejor en esta tierra, al fin y al cabo era su tierra, era el único lugar verdadero que habían conocido, pues por las circunstancias de vida de sus padres, aquí habían nacido.


Pasados los años, y finalizándose esta gran obra, otros muchos marcharían para sus lugares de origen, pues entre tanta gente como esta empresa movilizó, los había que en esos lugares estaban sus raíces, y también les esperaban las familias que allí habían dejado,  y otros muchos a seguir su vida itinerante en otras empresas.
Otra de las anécdotas de la empresa  Saltos del Nansa, fue los muchos presos que finalizada la guerra, los ocupaban como mano de obra. Esta es quizás la parte mas criticable que con los años se le pudo hacer a esta empresa, que por otro lado, solo muchos beneficios y bienestar dio a nuestro Municipio. Esa mano de obra se decía, rebajaba las condenas de estos presos por trabajos prestados. 

Claro que esa era la excusa, puesto que a esas personas ( presos políticos en su mayoría) solo se les daba esa opción, si querían que sus años en las cárceles, pasada la guerra, se viesen conmutados por esos trabajos, eran presos sí, pero,- sin jamás justificar si algunos llegaron a cometer delitos condenables,- no había excusa para que estas personas fuesen una mano de obra, que no tenía ninguna remuneración, tampoco ninguna seguridad, y a la que no se les daba opción a negarse a hacerlo, claro que al decir de algunos de estos presos, la única ventaja era que entre tanta gente especializada, por lo menos algunos aprendieron un oficio con el que mas adelante se ganaron la vida, pero eso sería una ventaja solo colateral.
 Hablando con algunas de las personas que vivieron aquellos años, recuerdan los estruendos, terribles que retumbaban, cuando las cargas de dinamita volaba los peñascos en los que se horadaban los túneles para el canal. También recuerdan un trágico acontecimiento sucedido en aquellos días, cuando un capataz perdió la vida en el estallido de una de esas cargas de dinamita, cuando en un tremendo descuido, en una persona de gran eficiencia como era este hombre, la dinamita hizo explosión sin darle tiempo a salir del túnel donde estaba colocada, precisamente bajo su supervisión.

Haciendo un poco de historia, este capataz, había llegado aquí junto con su familia para trabajar en esta obra, y como muchos otros, había alquilado una casa, que a veces se las proporcionaba la misma empresa. Era una persona muy querida y respetada en el pueblo, porque al decir de sus obreros, tenía una gran humanidad. Hoy en día se recuerda el drama que este hombre sufría en su propia familia, su mujer según se recuerda era una excelente persona, muy amable y educada, pero padecía unos tremendos ataques de esquizofrenia, en los que llegaba a perder totalmente la razón, llegando a maltratar a su único hijo, incluso a su marido. 


  Lo del hijo era mucho mas tremendo, puesto que esta mujer, pasados aquellos accesos, se sabe que quería a su hijo con toda su alma, lo cual para ella tenía que ser mucho mas doloroso, pues era por lo demás un niño de corta edad, y al que su padre no siempre se encontraba cerca para poder defenderlo. Eran tiempos en los que las soluciones a estos dramas familiares, no resultaban fáciles de resolver, y por supuesto tampoco nadie se atrevía a involucrarse en un problema familiar de esa complejidad. Eran otros años y otras circunstancias por supuesto, hoy día todo eso habría tenido una mas fácil solución. También la desgraciada muerte de este hombre dio pie a otras especulaciones, pero eso solo el alma de las personas que lo sufrieron tendrían la clave de ello. Lo que si dejó  en todas las personas que le conocieron, y que todavía le recuerdan, fue un gran sentimiento de pesar.
 Otro de los mejores recuerdos que me cuentan, (sobre todo las mujeres) era como los presos que estaban acuartelados en unos barracones, edificados para ese fin, en el barrio de La Molina, cercano a Celis, entre los pueblos de Celucos y Riclones, y que desempeñaban el trabajo de mano de obra durante el tiempo que duraron las obras de esta empresa.
Dentro de las pocas libertades que seguramente tendrían estos presos, estos( me cuentan estas mujeres) podían acudir a las romerías locales cercanas, algunos –me siguen contando,- llegaron a echarse novias por la zona,¡¡ Eran muy guapos!! Me comentan, y no creas que las muchachas les hacíamos ascos, solían ser gente bastante preparada, y tenían su educación, y desde luego “labia” no les faltaba
Estas muchachas de las que hablo, y que me dan esta información, hoy pasan muy de largo de los ochenta, sin embargo me llama la atención lo muy lúcido de estos recuerdos. Como digo estos presos podían acudir a las romerías cercanas, pero sobre todo en el pueblo de Celis al tener el baile dominguero en el Salón de Jesús el “Pasiego”, sería donde mas oportunidades tendrían de contactar con la juventud del pueblo, entre los que según creo se forjaron algunas amistades, y algunos noviazgos, que por lo visto no llegaron a mas.  Amistades que también se forjaron entre los propios trabajadores contratados para la construcción de las obras, pues al parecer dentro de que eran presos, se relacionaban con la gente con la mayor naturalidad.


No todos eran presos políticos, también los había que cumplían penas por delitos de sangre u otras fechorías, claro que en ese tiempo,  y para un régimen impuesto dictatorialmente, esas autoridades daban menos importancia a estos presos que a los otros. Lo que si era cierto es que estos presos- según me cuentan- nunca estuvieron muy bien vistos entre las gentes del pueblo, y aunque nadie se quisiera meter en valoraciones, a los presos políticos no se les miraba mal, mientras que con los otros siempre se tenía mas prevención.
Y así fueron pasando los años, y con ellos la empresa Saltos del Nansa empezó su andadura. Fueron años de trabajo y prosperidad para los Municipios por los que transcurrió. Sus empleados, la gran mayoría, hijos de estos pueblos, tenían un trabajo cómodo y seguro. Fue una empresa muy paternalista, y como tal siempre dio muchos incentivos a sus empleados. Estos incentivos, bien es cierto que hacía tener a sus empleados en una gran dependencia. Sus horarios de asueto, así como los vacacionales, podían ser interrumpidos sin que nadie protestase. Su Ingeniero jefe mantenía un estrecho contacto con los jefes y directivos de cada central, y estos a su vez lo tenían con sus empleados
 Esto hoy puede resultar chocante, tener una dependencia tan grande de esta empresa que casi regia sus vidas. Sin embargo cualquier trabajador habría cambiado gustosamente cualquier otro trabajo por cualquiera de uno de estos empleados de Saltos del Nansa, y si no que se lo pregunten a los que trabajaban en las minas de la Florida, o en tantos otros que tenían que buscarse la vida fuera de su entorno. La seguridad que tenían los obreros de esta empresa, era algo que la mayoría habrían cambiado con los ojos cerrados.
Pero en la vida todo tiene un principio y un final.


 Después de muchos años de gran auge, en los que la plantilla llegó a tener cientos de empleados, entre jefes, directivos, capataces, y trabajadores de base, la situación fue –al principio poco a poco – estancándose a medida que pasaban los años. En los primeros años de su andadura, los empleados que se iban jubilando, eran reemplazados, por sus hijos, pues siempre se les dio a estos  mucha prioridad. También pasarían muchos años en que los incentivos con los que la empresa favorecía a sus empleados, serian la envidia de cualquier otro trabajador, y esto cualquiera lo podía constatar. Por aquel entonces se hizo famoso el dicho de la gente, ”Los obreros del Nansa son los únicos que acuden al trabajo con pantalón de vestir  y zapatos”. Yo recuerdo oírle decir a mis abuelos, ¡da gusto ver como visten, si parece que van a la oficina!
Asociadas a esta empresa, aunque no perteneciésemos a ella, los vecinos de estos pueblos, también disfrutamos de algunas estupendas ventajas¡¡ Quien, con cierta edad, no recuerda la maravillosa cabalgata que tan felices nos hicieron a los que entonces éramos unos niños, y por supuesto también a nuestros padres, al ver la ilusión reflejada en los ojos de sus hijos. Aquellos padres seguramente no podían costearnos grandes regalos, pero los pocos que  pudieran dejarnos los Reyes Magos aquella noche, habían ido precedidos de una cabalgata llena de luz y colorido, y sobre todo nos hacían soñar con un mundo muy bonito de ilusión, y esto era un regalo que todas las familias del pueblo se lo teníamos que agradecer a la generosidad de la empresa Saltos del Nansa, que era quien la costeaba y organizaba.


Había otras importantes ventajas que costeaba para todos, como excursiones, exposiciones…A sus empleados por supuesto muchas mas… como electricidad gratuita, pagarles los estudios a los hijos hasta incluso acabada la carrera, si es que valían para ello,  pagarles clases particulares, ayudas para compras de viviendas o para hacer reparaciones en ellas… etc etc.
Otro de los logros que nos proporciono esta empresa a los vecinos de Celis, fue cedernos durante muchos años los domingos por la tarde, un espacio de la sala de máquinas de la central, en la que se instalaba un proyector y una gran pantalla, por la que se pasaban las películas mas actuales, y otras que no lo eran tanto, pero que casi siempre eran grandes películas, y que entre la mucha gente que acudíamos a verlas, eran recibidas como una de las mejores novedades, que podíamos disfrutar en nuestro pueblo. Este era para nosotros un gran orgullo, el orgullo de tener cine en nuestro pueblo.

 Este local, dio mucha modernidad a toda la juventud  de entonces, pues era donde además se daban  cita esta misma juventud, para compartir, unos buenos ratos en las tardes domingueras, y así tener la opción de poder escoger entre quedarse en el baile del salón del “Pasiego”, u optar por pasar una tarde de cine. La demás gente también encontramos en este lugar una forma de grato entretenimiento, pues además de la chavalería,  las personas mas mayores, así como los que éramos unos críos, encontrábamos en este cine la forma de conocer, a través de las películas que se pasaban, unos mundos y unas historias que nunca de otro modo habríamos conocido, hay que tener en cuenta que en aquellos años todavía nadie podía imaginarse la gran revolución que supondrían los aparatos televisivos.
Hay que decir que a pesar de que fueron años muy trabajados en casi todas las familias del pueblo, también en otro sentido Celis fue un pueblo sumamente beneficiado en otros aspectos.  Las minas de la florida, y esta misma empresa de Saltos del Nansa, dieron mucha vida laboral a nuestros pueblos, sobre todo a los de la cuenca media y alta de Nansa. En las minas los trabajos fueron mas repartidos, pues además de los valles del Nansa, favorecieron mucho a los Municipios de Valdáliga, y creo que también las hubo en el de Alfoz de Lloredo, y por supuesto en el municipio vecino de Herrerias.

  Este al igual que el nuestro de Rionansa, en su misma cuenca.  Este auge en el trabajo, unido a que la familia de un comerciante con mucho empuje, como fue Jesús el Pasiego, fomentaron  con un estupendo salón de baile, la afluencia de numerosas personas ( sobre todo juventud)  hacia este pueblo. Esto completado con que dicho comercio fuese un importante lugar donde todas las gentes del Concejo,- y muchas de los pueblos vecinos,- encontrasen en esta tienda un gran surtido de cualquier necesidad, y  también el que este mismo comercio contase con un bar, el cual, al estar situado frente al salón del baile, le daba al pueblo mucho mas movimiento, y también una cierta categoría, y desde luego fue el punto de partida para que Celis fuese considerado como uno de los mas importantes puntos de encuentro desde muchos lugares de la provincia.

Resultado de imagen de central de la lastra
CASA CENTRAL DE LA LASTRA
Hay que tener en cuenta que todo esto, también se debió a otros dos bares que también tuvieron muchísimos parroquianos de todos estos lugares. Como he dicho en otras ocasiones, el salón del baile de los domingos en Celis fue un gran fenómeno de reunión para toda clase de gentes durante muchas décadas,¡ quedamos muchas personas que recordamos esos tiempos con una gran nostalgia!
Todo esto que parece apartarse un poco de lo que es el relato en sí, no lo es tanto, pues las dos historias de lo que fue la vida en aquellos años, corren de forma paralela. Todo formó parte de aquel desarrollo que duró unas cuantas décadas, y será muy difícil que un fenómeno como aquel se pueda volver a repetir en nuestros pueblos, sobre todo de la gran importancia y duración en el tiempo que aquello tuvo.

Resultado de imagen de central de rozadio
CASA CENTRAL DE ROZADIO
Pero el tiempo fue pasando, el estancamiento de esta empresa en lo que a trabajadores se refiere, fue dando paso a una caída paulatina, y a unas restricciones muy importantes en las contrataciones, pues ya estas se hacían con cuentagotas. Las jubilaciones ya no se reemplazaban con los hijos de los empleados, las nuevas tecnologías fueron supliendo poco a poco la mayor parte de la mano de obra, las centrales se comunicaban entre si electrónicamente, y los imprevistos y averías que pudieran surgir, y que antes necesitaban de la mano de obra de algún empleado para solventarla, ahora se ha hacían con mandos a distancia, o contratando técnicos que lo arreglaban sin que necesariamente tengan que pertenecer a la empresa.
Resultado de imagen de central de trascudia
CASA CENTRAL DE TRASCUDIA
 Y no es que Saltos del Nansa haya ido a menos, pero ya no era aquella empresa familiar y paternalista de sus inicios y que durante décadas conservaba los mismos empleados y sus familiares. Con el tiempo¡¡Quien lo iba a decir!! Estos empleados que todavía había en plantilla, tuvieron que exigir a la empresa, un convenio regulador para poder tener derecho a una jubilación aceptable. Lo cierto era que durante el periodo de vida laboral, estos empleados tenían unas grandes ventajas, como las que ya he enumerado, pero al decir de varios de estos mismos empleados, la prima del seguro  en el tiempo de la jubilación, era muy escasa, y claro, estos una vez jubilados, y ya sin muchos de los incentivos que disfrutaban en el periodo de trabajo, la nómina que les quedaba era muy insuficiente.
Resultado de imagen de central de trascudia
OTRA VISTA DE LA CASA CENTRAL DE TRASCUDIA
 La empresa no se tomó muy bien las quejas de sus empleados, y a pesar de las reuniones para acercar posturas, parece ser que no llegaban a ningún acuerdo, y lo que parecería impensable ni en los mejores sueños de estos empleados unos cuantos años cuantos antes, se produjo, los empleados que quedaban en plantilla, la llevaron a una huelga para defender aquello a lo que creían que tenían todo el derecho, y después de un tira y afloja al final consiguieron que se aprobase un importante convenio colectivo, que mejoró sustancialmente las jubilaciones de estos trabajadores.
Hoy Saltos del Nansa es una empresa que conserva su logotipo, su inicial seña de identidad por la que siempre será reconocida y recordada, sobre todo en la zona a la que tanto protagonismo le dio, pero cierto es que ya amarrada a otra empresa hidroeléctrica mucho mas potente con la que ahora sigue su caminar. Son nuevos tiempos, los hogares tienen mas demanda de electricidad, el desarrollo de los últimos años, en los que han ido surgiendo otros negocios y algunas pequeñas empresas, como talleres restaurantes, o cualquiera otra forma de trabajos, requieren una mayor demanda de esa fuerza energética, los electrodomésticos de todas clases que hoy disfrutan las familias…

ANTIGUOS OBREROS DE SALTOS DEL NANSA EN RETIRO DE CURSILLOS
 Y por supuesto hoy sería impensable que cualquier empresa como esta fuese favoreciendo con tanta prodigalidad a sus trabajadores. En ese sentido esta si que fue muy beneficiosa para esos empleados, claro que también era una forma de sujeción, …pues haber quien era el guapo que protestaba con cualquier exigencia que la empresa les pedía.
Todo esto hace muchos años que ya es historia. Hoy el pez grande se ha comido al pequeño, son nuevos tiempos y nuevas demandas, hoy esta empresa seguro que sigue teniendo muy buenos beneficios, pero estos beneficios los pueblos por los que las centrales de Saltos del Nansa sigue transcurriendo no vemos ninguno, lo que consumimos lo pagamos bien pagado, y si antes a los padres fundadores cualquiera de los habitantes de la zona les conocíamos, aunque solo fuese por lo mucho que la transitaban, hoy a estos nuevos directivos son como los hijos que nacen in vitro ¡ nadie los conoce!
Pues nada mas he intentado hacer un recorrido ( en la medida de lo que yo he podido recabar, además de los muchos recuerdos que también pueda tener ) de unos tiempos que se nos fueron para siempre, fue un tiempo que como digo dio mucha vida y prosperidad a estos pueblos, y siempre deberíamos recordarlos con agradecimiento, pues como dice el refrán, ¡¡de bien nacidos es ser agradecidos.
               UN SALUDO DE MARI PÉREZ.  DE CELIS.   
    
                      PD: Como nota aclaratoria, diré, que la mayoría de las fotos de las construcciones de las centrales, pertenecen a las obras de la presa de La Palombera, en Celis, así como las de la casa central de este pueblo, por ser de las únicas a las que ha tenido acceso, lo cual se lo agradezco a Ramonín Cubero, actualménte jefe en estas centrales, otra foto muy interesante tambien la he encontrado de las obras de construcción de la casa central de La Lastra. Las demás, como las casas de Rozadío y Trascudia, son mucho mas actuales. Actualmente es muy dificil encontrar material para poder ilustrar mejor reportajes como este, pues no se si en algún lugar los tendrán pero yo no los he encontrado. Por ejemplo de los barracones donde estaban acuartelados los presos que trabajaron en esta obra, así como antiguos obreros que aquí vinieron en cuadrillas a la construcción de esta obra.