Son días de mucha actividad, una actividad alegre, actualmente
estos trabajos que siempre se realizaron cavando el terreno, como digo con el
azadón o un "palote" ( especie de azada alargada que facilita su
hundimiento en la tierra, al ser empujada con el píe,) se hacen actualmente con
unas modernas moto -escavadoras que facilitan enormemente esta tarea, aunque
también, y sobre todo en esos pequeños espacios, donde la gente no se resiste a
plantar sus lechugas, sus ajos, o unas berzas, todavía se sigue cavando a mano,
y la verdad que es muy gratificante cuando se remueve el terreno, de hacen los
surcos, y esas pequeñísimas plantas, empiezan a crecer, alzándose desafiantes sobre el terreno.
Esta tarea hace muchos años,(salvo escasas excepciones) la
llevaban a cabo las mujeres, eran estos pequeños huertos, un poco como su
jardín particular, yo recuerdo ver a mi madre como separaba con mucho esmero,
las pequeñas parcelas destinadas a las diferentes siembras. Una siempre era mas
grande, para un cuadro de patatas tempranas, las demás solían ir en función de
las primeras necesidades, como las lechugas o los cebollinos tiernos, muy
importantes en las apetecibles ensaladas de los primeros calores, después, a
medida que la primavera avanzaba, los trabajos iban ganando en importancia, ya
no eran los recoletos huertos, sino que el terreno adquiría toda la
importancia, de saber que de las parcelas mas grandes, (las tierras) dependían con
su posterior recolección, las reservas de verduras y legumbres para hacer
frente al gasto de las familias durante el resto del año.
En los pueblos de nuestro entorno, hace relativamente pocos
años, muchas de las variedades que se siembran en la actualidad, casi nos eran
desconocidas, las tierras mas importantes estaban destinadas al maíz y las
alubias, y otras para las patatas, que al decir de mi abuelo, su cosecha tenía
que ser tan abundante, que su reserva
tenía que coincidir con la siguiente recogida, pues era una manera de que nunca
faltase este importante tubérculo en las comidas y cenas diarias, esto hace
unos años me venía a la memoria cuando escuchaba en los anuncios de la
televisión aquello de "No hay comida sin patatas." No hay nada que preocupe mas a la gente
amante de la siembra que esas primaveras lluviosas, cuando el terreno se
encharca, viendo pasar los mejores días de los meses mas propicios para este
menester, el comentario es invariablemente el mismo, !!que tiempo, este año no
sembramos¡¡ después escampa y se olvidan las preocupaciones, haciendo bueno el
dicho de que nunca llovió, que no saliese el sol.
Y desde luego es de entender esta impaciencia, después de
todo cada tarea tiene su tiempo, sin embargo no acabamos de comulgar con otro
de los dichos populares, y es que el tiempo todo lo saca. !Cuantas veces hemos
comprobado, en ese tiempo de siembra, lo pronto que germinan las plantas,
cuando el buen tiempo calienta el terreno,¡ muchas veces la misma impaciencia
por quitarnos una tarea de encima, nos impide ver que aquello que con las
prisas por echar una tarea a un lado, por
acabar cuanto antes, es a la larga tiempo atrasado, y esto lo hemos
visto cuando al sembrar, por ejemplo, un cuadro de patatas, en tiempo todavía
frío, húmedo, o lluvioso, y un poco mas adelante, hacemos otra siembra
con mucho mejor tiempo, las segunda parcela se pondrá al mismo tiempo
que la primera, si no mas adelantada.
Pero sea de una forma o de otra lo cierto es que, así como
las días largos primaverales nos invitan a cavar y preparar el terreno, no es
menos cierto que ello va acompañado del enérgico entusiasmo que se siente
cuando las diferentes hortalizas, van cubriendo esas pequeñas, o grandes parcelas, para las que ese terreno se ha
preparado, y tampoco es menos cierto, que cuando después de unas horas
inclinadas sobre los surcos, donde las plantas han ido ocupando su lugar, ese
cansancio con el que llegamos a casa, es al mismo tiempo que de alivio, de
impaciencia, por que al día siguiente, podamos proseguir la tarea, viendo como
cada cosa ocupa su lugar.
Según van pasando los meses primaverales, las diferentes
plantaciones van teniendo su propio tiempo, los mas tempranos siempre han sido
los ajos, no en vano dice el refrán popular, que, "tantos días pasan de
enero, pierde de ajos el ajero" o ya puestos, otro que dice así " por
qué me quedé chiquitin, por que no me sembraron por San Martín".
También,- aunque como queda dicho el tiempo todo lo saca,-
un cuadro de patatas tempranas, es algo de buena costumbre, los puerros y las
acelgas, también aguantan bien una siembra temprana, y ya a medida que los
soles primaverales se hacen sentir, los tomates, las berenjenas, los
guisantes... otra de las verduras que mas aceptación tienen en todo huerto que se
precie, son las sabrosas judías verdes, esta siembra se suele hacer bastante
escalonada, pues su sabor es mucho mas rico si su recogida se realiza cuando su
fruto está tierno, -se suele decir, cuando está "triscona,-" aunque
también su sabor es muy apreciado, una vez su recogida se ha pasado de tiempo,
y la ha endurecido, dejarla secar en su
cáscara, pues como legumbre, su sabor y finura, son extraordinarias.
Y ya por último, los pimientos, cuya siembra, suele ser la
mas tardía. !Cuantas veces, nuestra impaciencia, por ver ocupadas las parcelas
de nuestros huertos, no nos han llevado a adelantar su plantación¡ Y, cuantas
veces, no nos ha llevado a desespero el ver lo poco que parecían prosperar, su
crecimiento, esto nos suele pasar por el
poco caso que le solemos hacer a la sabiduría, de quien bien nos aconseja, y es
que la plantación de los pimientos, sobre todo si, ( como es el caso de nuestra
zona, la primavera, suele ser fresca,-
si no bastante fría)-. Y el pimiento, que una vez superado su primer
crecimiento, es muy fácil su mantenimiento, le cuesta mucho superar este, si su
siembra se hace temprana. Creo que aunque el refranero popular, es el mas
socorrido, en pocas situaciones, se emplea su uso tanto como en la agricultura,
y dentro de ésta entre los hortelanos de
las pequeñas plantaciones, de los
huertos en los pueblos, en estos cada vecino tiene su propio repertorio,
"no quieren crecer los pimientos, por adelantar su tiempo"
Después de realizada la tarea de siembra de los huertos, se
hace lo que llamaríamos la siembra mayor, aunque ésta actualmente se reduce a
unos pocos vecinos, pues esto también ha sufrido un cambio, increíble, en los
últimos 25 o 30 años, quizás alguno mas, y es ver como el campo, que disputaba
sus tierras de espigadas plantas de maíz, y alubias, en conjunta siembra, a los
praos de las "mieses", estas casi sin darnos cuenta, les han ido
ganando el terreno, de tal forma que lo que antes eran ondulantes tierras de
maices, son ahora algo muy raro de ver en nuestros pueblos, y si esta siembra
se sigue realizando, en la mayoría de los casos, silo es como forraje para los
animales.
Esto también ha ido en función de las necesidades básicas de
las familias, Aquellas tortas y "boronas" que tan necesario era su
consumo, pasó a la historia hace muchos años, también que la falta del relevo
generacional en las familias ganaderas, no es una causa menor, por eso una
siembra de maíz ya no es necesaria ni siquiera como alimento para el ganado,
por que poco ganado queda actualmente en los pueblos, y esto es otro de los
muchos suma y sigue en el actual declive de la vida ganadera.
Sin embargo algo queda, y para ser optimistas, se puede decir que aunque sea en una menor
escala, las tierras y los huertos, son actualmente, uno de los mejores
entretenimientos de nuestros "jóvenes jubilados." Esto es tan cierto,
que así como una, tarea, que toda la vida fue cosa de las mujeres de la casa, son
estos jubilados quienes ahora encuentran en esta actividad, una forma de
sentirse útiles, con una tarea que les proporciona la recompensa de llevar a su
casa los frutos de su trabajo.
Hay que reconocer, que los
jubilados de ahora, no son los de hace 30 o 40 años, y si a eso añadimos que
desde hace años entran en escena los llamados " prejubilados", pues
es de entender, que unos hombres acostumbrados a la rutina de unos horarios de
trabajo, al cesar esta actividad, y con una edad en la que queda mucha energía
física, un trabajo como el de hortelano, sea de lo mas socorrido, lo primero
por que es una tarea que se hace mas como un entretenimiento que como una
obligación, por supuesto hay otros, los que prefieren entretenerse con un poco
del llamado "ganado menor" como pueden ser unas yeguas, unas ovejas o
cabras.... también para los mas manitas algo mas artesano, como volver a lo que
siempre se hizo en los pueblos, albarcas, "cebillas," las cachabas o
los muy decorados "palos" que tanto ayudan cuando vamos a caminar.
También pueden ser trabajos de mayor envergadura, como montar un pequeño taller
de bricolaje.. en fin las opciones pueden ser varias, y todas muy válidas, y desde luego el de sembrar y atender con
esmero, unas tierras y unos huertos, quizás sea de las que mas enganchen.
Pues manos a la obra, los soles primaverales son los mas
propicios para empezar esta tarea, nada es mejor que tener la mente ocupada en
algún entretenimiento, y si por añadidura, con ello se contribuye a mejorar el
mantenimiento familiar, ¿que puede haber mas gratificante,?
UN SALUDO ,
MARI PÉREZ, DE CELIS
Que bonito, me ha encantado!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, aunque mi respuesta sea algo tardía. Lo cierto es que a veces se pasa mucho tiempo sin que yo eche una mirada a estas opiniones de los amigos que con tanta simpatía suelen leer mis relatos. Repito, muchas gracias.
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