sábado, 14 de julio de 2018

LAS HUELLAS DE SUS PASOS: TERCERA PARTE


Teresa y Milio, fueron otro de los matrimonios del pueblo.  Hoy ya pasarían bastante de  los cien años.  Todavía en el pueblo se les recuerda mucho por su forma de vida, pues siempre vivieron para su trabajo en el campo, sus invernales, y su ganado.  Milio era hermano de Joseúco, que estaba casado con Aniceta y que murió a una edad temprana.

Milio solía dedicar algunas “coplillas”con mucha ironía a los ganaderos que tenían sus invernales por los altos, sobre todo con los que tenía algunas rencillas.  ParaTeresa y Milio, las vacas y sus invernales fueron siempre su gran pasión.

Y chocaba bastante que un matrimonio que no tenía hijos, solo viviese para el trabajo, sin disfrutar de ninguna mejora que les podría haber hecho la vida mucho más confortable, habida cuenta que disponían de un gran caudal en casas fincas y ganado. A Milio que nadie le hablase de comodidades, él y su mujer solo eran felices en sus invernales y con su vida de ganaderos.
Con los que siempre tuvieron una relación casi familiar, Teresa y Milio, fue con Josefa y Esteban, así como con sus hijos, pues al tener unos y otros sus invernales, y praerías altas muy próximas, se trataron y ayudaron como si todos fuesen de la misma familia. Fue una relación que duró toda la vida, aunque los últimos años de Milio y Teresa, los pasaron en el pueblo de Casamaría, atendidos por unos sobrinos.
    

Marcelina y Fidel, fueron vecinos de la familia de Modesto y Mercedes, en el barrio de la Llosa. Sus hijos, fueron, Carmina y Manolo.  Carmina se casó con  José Luis, vecino de Riclones, y era hijo de  Carmela y Manuel, los cuales vivieron muchos años en Andalucía, creo que en San Fernando, pero con los años regresaron a Riclones, a su pueblo, donde siguieron viviendo en la casa familiar, hoy heredada por María Rosa, hermana de José Luis.

 Carmina y José Luis, tuvieron tres  hijos, Manolo,- el Nene - que como apunto más arriba, se casó con la hija de Francisco y Amparito,- Marimar.  Tienen dos hijas, Mary Mar, la mayor, y Virginia, y un nieto de su hija mayor. Las dos tienen sus respectivas parejas.    José Luis,( Ito,) casado con Josefina, una hija de Gregorio y Lucinda, familia nombrada mas adelante.  Tienen dos hijas ya casadas, María y Paula, María tiene dos hijos, y Paula una niña.

 Toda la familia vive en Santander.   Carminin, la única hermana, se casó en San Vicente del Monte con Fermín, tienen una hija Gloria, y una nieta, Daniela.    Manolo, el otro hijo de Marcelina y Fidel, se casó, se casó con Mariquita, también del pueblo de Riclones. Tuvieron una hija, Reyes.  siempre vivieron en el barrio de la Herrería, Mariquita desde muy joven, vivió en ese barrio junto a su tía Mariuca, ( Nina ) la cual fue para ella como su propia madre. Es  una mujer simpática y ocurrente donde las haya, pasa muy de largo de los noventa, actualmente debido precisamente a sus muchos años, vive en Santander con su hija y yerno.

De todas estas personas,  se podrían escribir mucha más historia, pues sus vidas seguro que tendrían muchas cosas que contar, pero el espacio seria como para escribir un libro, y no es este el caso, - no lo es de momento – y no sería yo la más indicada, pues, aunque estoy segura que describiría bien su vida y sus circunstancias, no tengo, ni mucho menos, los datos necesarios para tal tarea, pues seguramente muchos se habrán perdido en los años transcurridos.
Carmina, te seguimos recordando

Lo que no será impedimento, para que su sola mención en este relato, haga que muchos recuerdos de las vidas de estas personas, puedan volver a evocarse, esto además de bueno, sería muy deseable.


¿Recordáis a Mercedes y Pepito?  Yo siempre recordaré a Pepito en su vida en la casa del “Nogalón,” donde vivió con su familia,  ¡Cuánto lucharían estos padres para sacar adelante sus muchos hijos!  Pepito al casarse con Mercedes, aportó al matrimonio, dos hijos de uno anterior, Ángeles, y Jesús, Su caudal era muy pequeño,  unos rebaños de cabras, y poco mas, y eran tiempos de muchísimas necesidades. No hace mucho tiempo recordaba una de sus hijas, cómo todos ellos tuvieron que salir muy pequeños de la casa de sus padres a buscarse la vida como podían, eran muchas bocas que alimentar, y muy poco con que hacerlo.

 Yo misma contaba Pilar,- una de estas hijas de Pepito y Mercedes,- a los nueve años, ya estaba cuidando los rebaños de cabras y ovejas de un amo, y seguramente que solo sería por la comida y el vestido.  De los hijos del matrimonio, nacieron, Pilar, Maxima, Mariuca, Maximino,- Mino – Mancio, y Ginia.  Con los años estos hijos supieron salir adelante, fueron tanto los hijos como las hijas, hombres y mujeres responsables y muy trabajadoras, y todos ellos adquirieron con ese trabajo y su fuerza de voluntad, un importante patrimonio. Hoy quedan vivos cinco de esos hijos, Pilar, Maximino, Mariúca, Mancio, y Ginia.


 Todos ellos de noventa años para arriba. La mayor de todos los que quedan con vida,- pues ya faltan unos cuantos,- Pilar, ya cuenta, si no me equivoco, noventa y ocho, y todos, aunque con algún que otro achaque, - algo comprensible – conservan sus facultades y movilidad  en un muy aceptable estado. De estos hermanos los que más conozco, son de Maxima a Merche y Jose Angel, se que eran varios hermanos mas, pero no recuerdo sus nombres,  Maxima estaba casada con un muchacho de Merodio, creo que se llamaba Manolo Collado. Esta familia vivió muchos años en el poblado minero de La Florida, pero después creo que marcharon a Torrelavega, Maxima y su marido ya murieron hace muchos años.  Pilar se casó en Madrid, y sé que tiene varios hijos, pero apenas los conozco, su marido también murió hace años.

Mariuca estuvo casada con un hijo de “Marimolinu”. Aurelio, Que murió hace años. Tuvieron tres hijos,  Yeyito,  Sein, y Luis, solteros los tres, viven en Celis en la casa familiar. Mino, se caso con Lauriana, natural de Riocorvo, a la cual conoció cuando trabajaba por esa zona. Vivieron en el poblado minero de la Florida, y pasados unos años en Celis. Lauriana murió hace unos cuantos años. Mino vive en su casa de Celis con su hija y su yerno.  Tuvieron tres hijos,  Pilar, Jesús, y Guillermo.  Pilar se caso, con un muchacho de Rozadio, tienen dos hijos, Raquel y Raul, los dos con sus respectivas parejas.  Jesús murió siendo relativamente joven, se casó con Adelina, de Cosio, y tuvieron tres hijos, Lorena Jesús y Gonzalo. Lorena y Jesús, casados, y con dos hijos cada uno, Gonzalo  está soltero y vive en la casa familiar.   


 Mancio se casó con Carmina, de Riclones, tienen dos hijas, Merceditas, y Alicia, las dos casados y con un hijo cada una. Mancio y Carmina viven en Celis.    Ginia, la menor de todos los hermanos, se casó con un hijo de Daniela y Leciuco, Manolo,  de la familia de la Torre, contada en otro apartado. Ginia y Manolo, tuvieron una numerosa familia, la mayor, Conchi, casada en Puentenansa, tiene tres hijas y un hijo, todos tienen ya su propia familia. Loli, también casada en Cabanzón, tiene,  creo, cinco hijos, y  creo que todos, o casados, o viviendo con sus parejas.  Manolo, ”Nenón” casado y separado actualmente, creo que tiene dos hijos, hijo e hija, viven en Cabezón de la Sal. 

Luis, tiene su pareja desde hace años, Gema, prima mía, hija de mi tío Chucho y María Cruz, viven en Celis.   Daniela, tiene dos hijas, María y Azahara.  Está separada, pero actualmente vive con su pareja en Rozadio.  Sonia, casada también en Cabanzón, ella y su marido tienen dos hijos, hija e hijo, y viven en ese pueblo toda la familia.  María josé, casada en Cosío, con Antonio, tienen dos hijos, ya casados y con nietos de los dos.  

Y por último Miguel, el motor de la familia, su peculiaridad, lo hace ser el más popular de su familia, y creo que de todo el pueblo de Celis, avisador incansable de cualquier noticia que se produzca en el pueblo y fuera el. Muy querido por todos, aunque a veces el eso no lo tiene en cuenta, pues cuando a él le parece,  tiene para todos.  ¡Miguel es Miguel, único e irrepetible!  Una extensa familia, descendiente por las dos partes, de otras dos extensas familias.

 Y  creo, sin temor a equivocarme, que no se da otro caso de longevidad en cinco hermanos mayores todos ellos de noventa años, en toda la provincia.
 Desde aquí, sería muy de agradecer, que desde las instituciones locales y provinciales se tendrían muy en cuenta este dato para que se premiase de alguna forma un hecho tan extraordinario.

 Todos ellos han dejado muchos herederos, un sinfín de nietos que por tener una edad todavía relativamente joven, todos conocemos de sobra.  Ginia, la más joven de los hermanos, celebró sus noventa años hace unos días.


También tengo un recuerdo muy lejano de Josefuca, que vivió en una pequeña casa al lado de la fuente, en la plaza de San Roque, yo era muy pequeña cuando murió, pues vivía muy cerca de la casa de mis abuelos, también una mujer que se quedó viuda joven, y con un buen número de hijos. Muy trabajadora siempre, los sacó como pudo adelante hasta que poco a poco ellos mismos tuvieron que ir buscándose la vida, y seguramente también desde bien pequeños.
Foto novial de Josefuca y su marido
Como digo la vida era muy dura en aquellos años, y no digamos ya cuando era una mujer sin ninguna clase de recursos, la que se tenía que enfrentar a esa vida.  Josefuca, tuvo la desgracia, de sufrir la pérdida de su marido en la sin razón de la guerra.  También ella misma padeció una mala enfermedad, de la que murió tras muchos sufrimientos. Eran años en que en la medicina se carecía de los muchos adelantos que disfrutamos hoy en día, y si bien es cierto que no todos los males tienen cura, si hay los suficientes paliativos, para que los sufrimientos sean mucho menores.   De sus hijos, solo dos quedan con vida, Genio, y Luli, creo que de los más jóvenes, y Genio ya también tiene los noventa al caer. También de esta familia se pueden contar muchos nietos, pero que por suerte creo que todos caminan entre nosotros, todos ellos dignos hijos de sus padres, pero sin que sirva de quitar méritos a los hijos de los demás, hermanos, solo daré los nombres de los que más tratados tengo, y estos son los hijos de Genio.
En estat pequeña casa del corredor, vivieron Josefuca y sus hijos

 La mayor María de los Ángeles, casada y con una hija y dos nietos. Carmina, también casada, tiene dos hijas y un nieto, Genio también casado, pero no se cuantos hijos tiene, ha vivido fuera de su barrio de la Cotera desde hace bastantes años y le he perdido un poco la pista. Después siguen Palmira y Josefina, las dos casadas también y con hijos, pero tampoco se si ellos tienen familia. Y los dos hijos mas pequeños, Jaime y Fermin, estos hermanos han vivido siempre en la casa de sus padres, pues son los únicos que siguen solteros.  Los hijos de  Josefuca fueron,- además de Genio y Luli,-   Lines, Santiago, Blanca, Paulino, Jesús, y Jaime.
De esta misma familia, y hermanos de Josefuca, fueron. Vicente Yañez,  María,  Herminia y Antonia. No se si habría algún hermano mas, pero yo no los conocí.

Vicente casado con Maria Inés, (Marines) para que nos entendamos, tuvieron cinco hijos, pero uno murió muy pequeño, y fueron:  Vicente, casado en Obeso, Rosa casada con Pepito, hijo de Daniela y Leciucu, -referidos más arriba,-Anita, viuda, de mi tío Luis, muerto en un accidente en las minas de la Florida, y Lecio, casado en Santander.
María no tuvo hijos, y paso parte de su vida en Madrid, regresando al pueblo ya de mayor, donde murió.  Años antes había enviudado. Antonia tuvo un hijo, Jaime, una bellísima persona. Antonia nunca se casó, viviendo muchos años tanto ella como su hijo en Santander. Su hijo Jaime se casó y creo que tuvo dos hijas. También murió joven.
Herminia estaba casada y tuvo una hija Rosa, que ha vivido casi toda su vida laboral en Paris, el marido de Herminia, Tino, era Asturiano. Con la familia de Josefuca, vivió siempre su madre la tía Pepa, de ella tengo un lejano recuerdo, de verla sentada en el pequeño corredor de su casa del barrio de la fuente. Era una mujer pequeña, siempre vestida de negro, y  al amparo primero de su hija Josefuca, y a la muerte de ésta al de su otra hija Herminia, con la que vivió hasta su muerte.


 Son recuerdos muy lejanos de personas que pasaron por la vida de nuestros pueblos, que lucharon y trabajaron mucho, y en condiciones muy precarias, que pasaron muchas calamidades, pues salir adelante era una lucha constante. Hoy cuando escuchamos tantas quejas por cualquier mínimo motivo, me doy cuenta repasando lo que fue la vida de estos seres que nos precedieron, lo poco que agradecemos lo que hoy tenemos. Hoy creo que somos gentes corrientes, aquellos fueron héroes.



Recuerdo a Diego y su mujer, la tía Sina, y por supuesto a todos sus hijos, Gavino, Ción, Maria, Diego, Josefa y Benjamín  -Min,- todos ellos ya fallecidos, y todos hoy pasarían muy de largo de los noventa. Los hijos de Ción, y Julian, su marido,  son, Josefina, Luisina, los mellizos Julian y Pedro, y el mas pequeño, Manolin.


 Maria creo que solo tuvo un hijo, pero apenas lo conozco, pues al igual que sus padres, siempre han vivido en Santander. A veces venian por el pueblo, sobre todo en lo que vivieron los abuelos Diego y la tía Sina, pero yo tengo muy poco recuerdo de ellos.  Diego, hijo, no se casó y tampoco tuvo hijos, pasó muchos años navegando, y una vez juvilado, paso algunos años en casa de su hermana Ción. Gabino tuvo tres hijos, Elvira, Luciano y Delia, Luciano falleció hace unos años, con una relativa juventud.


 Josefa y Toñu, su marido tuvieron dos hijos, Pepita y Toñín.  Min casado con Ángeles, tuvieron tres hijos,  Mary, Diego, y Carmina. Diego falleció, hace poco siendo también bastante joven, se casó en Bielva, y tuvieron dos hijos.   Mary, la mayór, se casó en un oueblo cerca de Torrelavega, y creo que tienen dos hijos y dos hijas, pero no estoy muy segura.  Carmina, a la que siempre llamamos Menchu, se casó con un guardia civil, destinado en Puentenansa, vivieron aquí unos años y posteriormente han vivido en Santander. Tienen dos hijas, pero no se si están casadas.

Julián y Luisa Cosio, eran hermanos,  descendía su familia de San Sebastian de Garabandal. Julián trabajó toda su vida en la Empresa Saltos del Nansa. No era muy mayor cuando murió de cáncer, su mujer como ya explico en la otra página, se llamaba Ción, hija de Diego y Sina y siempre la conocimos como Ción la del Cortijo. 

La hermana de Julián, siempre la conocimos, como Luisa Cosío. Luisa se había casado en Riclones, creo que de la familia de los que conocemos como los Mellizos. Este hombre yo nunca lo conocí, pues un día se marchó, dejando a su mujer, y nunca más se supo de él, ( por lo menos que se sepa) Luisa siempre vivió sola, pero al no haber tenido hijos, sus sobrinos fueron para ella lo más parecido a esos hijos que no tuvo. Julián y Ción, tuvieron cinco hijos, la mayor, Josefina, Luisina, y los mellizos, Pedro y Julián y el mas pequeño, Manolín.

los hermanos Julian Cosio y su hermana Luisa.
 Josefina marcho a trabajar muy joven a Santander, y allí conoció y se casó con Eduardo, un chico de la capital. Tuvieron un hijo Eduardito, el cual vive con sus padres en Santander, donde siempre han vivido. Luisina y Pedro, los dos solteros, siempre han vivido en la casa de sus padres. Pedro hasta su muerte hace pocos años. Hoy solo habita Luisina la casa familiar, pues sus padres murieron hace años. Julián se casó con Angelita, hija de Nano y Milia del barrio de las Conchas. Tienen dos hijas, Pilarin y Cristina, las dos casadas y con un hijo cada una.   


                         FIN DE LA TERCERA PARTE DE LOS RELATOS EN RECUERDO DE LAS PERSONAS MAYORES DE NUESTRO PUEBLO.
 EN ALGUNOS RELATOS FALTAN MUCHAS FOTOS, ALGO QUE SIENTO MUCHO, PERO QUE ME HA SIDO IMPOSIBLE HACERME A ELLAS. DE TODOS MODOS, AUNQUE EL RELATO SE PUBLIQUE, YO IRÉ INTRODUCIENDO TODAS AQUELLAS FOTOS QUE LAS FAMILIAS DE ESTAS PERSONAS QUE AQUÍ RECUERDO ME QUIERAN HACER LLEGAR.
   GRACIAS ADELANTADAS, Y UN SALUDO DE,   MARY PÉREZ.  DE CELIS. 
        

jueves, 5 de julio de 2018

CELUCOS SAN JUAN, Y SUS GENTES


Hola amigos, desde hace ya unos cuantos años, vengo asistiendo como invitada a la gran barbacoa que se organiza en Celucos por la fiesta de su Santo Patrón San Juan.

Puedo decir como nota aparte, que sin embargo en la fiesta de San Juan no hacen falta invitaciones, todo el mundo siempre será bienvenido, pues si algo han tenido siempre los celucorios, es lo acogedores que ya desde que yo tenga memoria han sido recibiendo a cuantos nos hemos acercado a este pueblo, y desde luego en la fiesta de su Patrón, el ser bien acogidos se da ya por descontado.

Pero si hacemos un poco de memoria del recuerdo, en ella encontraremos personas que a pesar de los años que faltan en Celucos, pareciese que cada vez que paso un rato por el pueblo, los voy a ver asomarse por cualquiera de sus caminos.

 Personas muy queridas por todos, y que dejaron tantos recuerdos entre los cruces de esos caminos… entre las paredes de esas casas… en sus portales, donde nunca faltaban las largas tertulias, los encuentros entre amigos, las confidencias entre vecinos.

Entre esos recuerdos, siempre tengo el de Poldo,  conocido como Poldo el del Condal, creo que este nombre le venía dado de su descendencia del pueblo de Obeso. También  a Lea su mujer,  así como a sus hijos, sobre todo Vitorín, que murió siendo muy joven. A su otro hijo, Poldín, lo conocí en Rota, donde marchó siendo un niño, y donde ha vivido desde entonces.

Otro de los buenos recuerdos es el que tengo de Pepe Rubín. Esta familia se trató  mucho siempre con la mía. Por lo visto mi madre y mis tías subían diariamente a la panadería de Puentenansa, y también lo hacía Pepe Rubín, pues era el encargado de la repartición del pan en el pueblo de Celucos.

 De ahí que por el mucho trato diario que había entre las dos familias, no era raro que algunos de nosotros fuésemos también convidados a comer en su casa en la fiesta de San Juan. Su mujer Pura, y también sus hijos Nino, Servando, Min, y Andrés, así como Nen, el único que queda con vida, son buenos referentes de esta excelente familia.

Mención aparte de estos hermanos, por muchas razones, es Andres. Andres la persona que ha dado a conocer el nombre de Celucos, por cualquier parte de nuestro territorio.

 Él, junto a Ina, su mujer, así como sus hijos, Andresín y Eduardo QEPD, fueron los mejores embajadores del nombre de Celucos, por cualquier lugar de los muchos que, personajes de mayor o menor relieve, visitaron su Restaurante atraídos por su buenísima y abundantísima cocina, así como por su excelente y familiar trato. Algo que estoy segura, no se olvidará aunque pasen muchas generaciones.  
  
¡Y quién no recuerda a Manuel y Rumaldo Sanchez,!  “Sanchi” para s us vecinos y amigos, así como a sus mujeres, Lucia y Nemesia. También a sus hijos, Manolito por parte de “Sanchi”  y Aurelia, Lines, Marrosa, y Paco por parte de Rumaldo y Lucia. Las nietas de estos dos hermanos, son por la parte de Rumaldo, y Lucia, Rosi y Loli, y por la parte de Manuel y Nemesia, Javier y Fátima, Todos ellos gente noble y muy familiares. Sin hacer apartes con los demás, con Rosi y Fátima me une mucho cariño, a Fátima le mando además toda la fuerza de ese cariño.

Tambien se recuerda mucho a Manuela una mujer muy ocurrente, o a su hermana Cion.  A Milia la renovera a el “Cojo” así como a sus hijos, sobre todo a Lin que nos dejo en fecha muy reciente.  A  Vidal y su grito de grerra “ Pumba Matilde” A Lauriano Barón, el de la Cuesta y su mujer Angela, bellísimas personas, lo mismo que sus hijos y nietos, A Vicente Yera, Herminia, su madre, y Julia su mujer A Maria Torre y sus hijos. 

A Delfin e Higinia su mujer, sus hijos, Jose Maria, Ito, Nelete, y Miliuca, y su viuda Sagrario y yerno Segundo, marido de Miliuca.  A Benjamín y Maria Teresa, así como a su hija y nietos, tantos y tantos vecinos que caminaron y caminan por esos “callejos” de Celucos.  Hilaria y sus hijos, Paco, Cuca, Arsenio, Cayo, y Pepita. Así como su hermana Maria y Antonio, y sus hijos. Nino, Carlos, Tere, Pilar, y Finita, tristemente fallecida muy joven.

Y entre todos ellos, y aunque estén, un poco al final,  Manuel y Cunda. Y no será porque no tuviesen méritos para ser de primerísima fila, pues el portal de la casa de Manuel y Cunda, fue durante muchas generaciones el mejor lugar de encuentro de cualquiera de los vecinos de Celucos. Manuel un hombre cordial y muy habilidoso para cualquier menester que se precisase.

 Toda su vida vivió del campo, lo que no le impidió desarrollar múltiples actividades, lo mismo trajinaba la carpintería, que armaba los muros de una casa o cuadra, que realizaba trabajos de cestería que ensamblaba cordeles con las crines de los caballos…

Un caso parecido al de las habilidades que Manuel supo desarrollar a lo largo de su vida, lo encontraríamos en su primo Nano “el de las Conchas,” vecino de Celis, los dos dejaron innumerables muestras de cómo con trabajo, inteligencia e idea se podía sacar adelante cualquier menester que se le presentase.

Y no seria por que sus estudios no fuesen mucho mas allá de unos pocos años de escuela en sus pueblos.

 Cunda la mujer de Manuel, además de ser también, al igual que su marido, una mujer de carácter simpático y alegre, era una excelente cocinera, muy solicitada en todos los eventos que se precisase una cocina con todas las garantías para quedar bien.

 Sobre todo en las bodas que se celebraban en los pueblos hace años, el tener a Cunda como cocinera, era seguridad de que la cocinera reunía todas las garantías de buena comida. Cunda y Manuel fueron también padres prolíficos, sus nueve hijos.
Solina, Lupe, Manolo, Juan, Santiago, Covadonga, -a la que hace muchos años que no veo, pero que recuerdo también con mucho cariño,- Aurora, (Guina a la que mando un gran abrazo, pues se por los duros momentos que está pasando, un abrazo, también para toda su familia.) Ricardo, y Lolita. son la prueba de ello, unos hijos y unos nietos que siempre han demostrado mucho cariño por sus padres y por sus raíces. En resumen por su pueblo de Celucos.

Otras de las buenas gentes de Celucos, son la familia Fraile, y muy especialmente mando un abrazo a Ceferino, una de las mejores personas que yo halla conocido en toda mi vida, y también un recuerdo inolvidable para Jose Luis, así como a Parines su mujer. Toda la familia es digna de recuerdo, pero a estas personas en particular, les he tenido – y les tengo – un cariño especial.

Y como no, un recuerdo también, para la familia Lamadrid, Ángela y su marido Rumaldo,( creo que se llamaba así),  cuyo recuerdo se pierde un poco, por los muchos años de su fallecimiento.

Pero queda el recuerdo de sus hijos, Francisco, ( Quico el de la Portilla) Manolín, Rumaldo, Maria,y Ángeles. Ninguno vive en la actualidad, pero todos, excepto Ángeles, y Manolin, solteros los dos, han dejado herederos de la saga. Que sea por muchos años.Seguramente se me quedan muchas personas por nombrar. aunque estoy incluyendo algunas fotos y recuerdos que me van llegando. esta foto, por ejemplo, ha llegado a mi de manos de Nano, el hijo de Juan y María Barón. Su recorrido también es muy interesante. Un día se enteró de que esta foto la tenía Gabriela Rubín, nieta del tío Valentin de la Coterona. 

 El interés de Nano por esa foto, era debido a que en ella estaba un tío suyo, hermano de su padre, y el motivo de que estuviese en poder de Gabriela era que este había sido contratado como carretero por su abuelo, el tío  Valenin. Incluyo la foto en este relato, y también los nombres de dos personas que Nano me comentó, que eran hermanas y que también fueron importantes en Celucos por buenas razones, son estos nombres los de Teresa la "portilla" y su hermana Milagros. Yo como comprenderéis  no tuve el gusto de llegar a conocerlas, seguramente sería muy pequeña cuando murieron, pero me parece puesto en razón que se incluyan aquí sus nombres, seguramente las gentes de Celucos tendrán buenos recuerdos de ellas.
El nombre del protagonista de la foto que me prestó Nano, creo que ya lo conoceréis, sobre todo las personas de una cierta edad.


Su nombre -como consta en el reverso de la fotografía -  era Jorge Garcia, y en ese mismo reverso se puede leer la dedicatoria completa.  Como estos, hay otros nombres que consevo en la memoria . Marivitor, Lores, Maria Cos, madre de Ceta de Logio  y de mi buen amigo Paulino. Creo que el padre de estos se llamaba Valeriano. Algunos mas se me quedarán y mucho que lo siento, y pido perdón por ello.



 En mi disculpa está el que yo seguramente no los conozco a todos. Sin embargo, estén o no estén, entre los aquí nombrados, en nada desmerecen entre todos ellos.



 Y solo ruego perdonen el olvido, pues siempre será involuntario.  También puedo haber cometido algunas inexactitudes, digo lo mismo, y también pido perdón. De todos modos, no descartaré algunos mas que me puedan ir llegando, pues nunca está demás que conservemos su memoria




    Como posdata, alusiva a su Santo Patrón San Juan, y con motivo de su fiesta y recuerdo de homenaje a Eduardo el hijo de Ina y Andres, que nos dejo recientemente, incluyo las fotos del día de la festividad del Patrón, en su capilla de Celucos.




 También agradecer la excelente barbacoa con la que fuimos convidadas cuantas personas nos acercamos a la bolera, donde una organización de lo más activa, repartía tortas de maíz con huevos fritos, panceta, salchichas… así como un arroz con leche que estaba para repetir,- algo que hicimos,- convidadas como digo, por la atención de las cocineras.


 Mi felicitación a esa buenísima merienda, así como a las cocineras, particularmente a Rosi y a Lolita, pero sin desmerecer en nada a todas las personas que esa noche se desvivieron por atender a todos cuantos nos acercamos a la bolera de Celucos en la fiesta de San Juan. Repito, felicidades a tan buena organización.

                 DEDICO ESTE ARTÍCULO A CELUCOS Y A TODA SU GENTE
                                    UN SALUDO PARA TODOS, DE MARY PÉREZ.   DE CELIS.