HOLA AMIGOS.
Hoy cuando tomé el teclado de mi
ordenador, para escribir el articulo que mas o menos tenía en la mente,
contemplé desde la ventana que tengo frente a la mesa desde la que escribo,
como mi prima Encarna, pasaba por la calle, ayudando a su padre ( mi tío Polo)
en su paseo de alta mañana. Me quedé un poco "colgada"
contemplándolos caminando muy despacio, y con el cuidado de que un tropiezo no
lo haría caer, pues sus pies muy inseguros apoyados en sus "
cachavas" apenas si se pueden levantar del suelo.
Fue uno de esos momentos, en que
apenas sin darme cuenta, olvidé lo que tenía en la cabeza, y empecé a recordar
como eran mis tíos, y los muchos momentos vividos con ellos en la casa de mis
abuelos donde yo nací. Entonces pensé cuanto se merecían todos mis tíos y mis
tías, que yo les dedicase este artículo, por que amigos lectores, todos ellos
eran unos chavales muy jóvenes cuando yo llegué a sus vidas, y siempre les
escuché la gran novedad que ello supuso para todos ellos.
Me relataban cantidad
de anécdotas de lo vivido con ellos en aquellos primeros años, y una de las que mas
les escuché siempre, fue el recuerdo que tenían de el día que di mis primeros
pasos en la sala de la casa, de mis abuelos, en "La Corrolá," en la
que todos alrededor me llamaban para que,
aquellos vacilantes primeros pasos, en los que contaría con un año mas o
menos, me llevasen hasta cualquiera de ellos, y la alegría que les suponía a
aquel, o aquella, de mis tíos, a la que
medio tambaleante, yo me dirigía. Esta
y algunas anécdotas mas, se las escuché a todos mis tíos durante muchos años, Cuando contaba año y medio, nació mi hermana
Carmina, con lo que en aquellos primeros años de nuestras vidas, a mis tíos a
los que no les faltaron trabajos ni obligaciones desde muy pequeños, el
sentirse tan importantes como ser tíos tan jóvenes, seguramente fue una de sus
mayores alegrías, siempre nos tuvieron un cariño muy especial, seguramente
pasarían con nosotras muchos ratos de entretenimiento, pues como digo trabajos
y obligaciones desde muy pequeños tampoco les faltaron. Mas adelante mis padres se fueron a vivir a su
propia casa, en la que con los años nacieron mis otros hermanos, sin embargo,
lo vivido junto a nuestros abuelos y tíos, a Carmina y a mi nos marcó en su recuerdo
durante toda nuestra vida, las dos nos turnábamos para quedarnos en casa de los
abuelos, un día cada una, con el tiempo Carmina fue la que mas vivió con ellos,
pues yo, como tantas hermanas mayores, le hacía mucha falta a mi madre en el
cuidado de mis hermanos pequeños, cuando ella tenía que salir fuera de casa, al
tener a otras obligaciones.
Fueron pasando los años, mis tíos
fueron formando sus propias familias, aunque durante muchos de esos años el
trabajo en ayuda de los abuelos ( que siempre vivieron del campo, y del trabajo
de mi abuela como modista) se siguió compartiendo. Cierto que ya, cada
uno de ellos tenía sus propias responsabilidades, tanto mis tíos, como mi
padre, y los maridos de mis tías, trabajaban de mineros en las minas de La
Florida, y entre este trabajo y algo del campo, fueron saliendo adelante, pero
cuando hacía falta todos echaban una mano en casa de sus padres. Claro que la
mayor ayuda que con los años contaron, fue con la de mi tío Chucho, " el Chatu", como
siempre ha sido conocido, o como "Pino" nombre con el que al parecer
yo empecé a llamarlo cuando empezaba a hablar, pues al ser mi padrino, no
acertaría a llamarlo de otro modo, y con dicho nombre lo llamamos todos sus
sobrinos en muchas ocasiones. Mi tío Chucho no parecía tener mucha prisa por
dejar el nido, pese a que su madre siempre le aconsejaba que se buscase una
novia y fuese encauzando su propia vida, ¡yo no voy a estar aquí siempre! le
decía, y aunque era muy fiestero y le gustaba recorrerse todas las romerías de
la zona, lo de formar un compromiso serio no era lo que mas entraba en sus
planes.
La muerte de mi abuela, una mujer
buena y generosa donde las halla, supuso un duro golpe para toda la familia,
ella siempre tubo sus achaques, eran tiempos en que las mujeres llevaban un
gran peso familiar sobre sus espaldas, y sus problemas de salud muchas veces se
los guardaban para ellas, sus vidas eran muy sacrificadas, el campo y el ganado
no siempre respondía a las espectatíbas que se esperaban, el abuelo era un
hombre muy trabajador, pero de genio vivo, y muy impaciente para todos los
trabajos. Mi abuela Luisa sacaba adelante también su trabajo como modista, que
le quitaba muchas horas de sueño, entre unas cosas y otras su salud se
resentía, y aunque el abuelo siempre le aconsejaba que fuese a los médicos que
pudieran ayudarla, ella quizás no supo, o no pudo encontrar los momentos de
reposo que tanta falta le habrían hecho, ( como a tantas mujeres de aquellos
años) que sacrificaban su vida y su tranquilidad por ayudar a los suyos, sin
encontrar el tiempo necesario para ocuparse de si misma.
Cuando mi abuela murió
toda la familia quedó desolada, era una mujer todavía joven, solo contaba
sesenta y tres años, pero eran años en que el poco cuidado que las mujeres
dedicaban a si mismas, les hacía parecer mucho mayores, y aunque su gusto a la
hora de confeccionar los vestidos de su clientela le habían dado muy buena
fama, para ella nunca buscó modernidades, precisamente por uno de sus problemas
de salud, había ofrecido a la Virgen del Carmen- de la que siempre fue muy
devota- llevar de por vida su hábito, y yo no recuerdo nunca haberla visto
vestir de otro modo, eso si, siempre compaginaba dos vestidos para el diario, y
otro mas elegante para los días festivos, pero ese fue durante todo el tiempo
que yo tengo recuerdo de ella su forma de vestir.
Cuando la abuela murió, el que
mas desamparo sintió por su pérdida fue precisamente mi tío, Chucho, el hijo
que nunca pensó en dejar la casa de sus
padres, creo que se sintió muy perdido durante mucho tiempo, pese a que una vez
desecha la casa de sus padres, el se fue, junto con mi abuelo a vivir, con los
míos, con su hermana mayor, -mi madre- con los que siempre mantuvo una buena relación
de hermanos, pero que además, el tampoco quería dejar solo al abuelo, con lo
cual se les acondicionó un cuarto para que pasarían, por lo menos los primeros meses dándose mutua
compañía.
Después de hechas las particiones
de la herencia,- algo que mi abuelo quería dejar solventado cuanto antes, - mi
tío pudo conservar, su parte de la herencia, compaginándola con otros trabajos
que iban surgiendo, pues durante unos años, tanto su parte como la de mis
padres se trabajó conjuntamente, sin embargo el comprendió, ( y también
aconsejado por mi madre que se lo escuchó muchas veces a la abuela) que lo
mejor que podía hacer, era buscarse una buena muchacha, y dejar de gastarse las
suelas de los zapatos bailando en las romerías, hay que entender la mentalidad
de entonces, mi tío ya tendría sus treinta largos años contados, su vida
seguramente seguiría transcurriendo en su propio pueblo, o como mucho en alguno
de los alrededores. Entonces nadie tenía coches para los desplazamientos, y por
haber dedicado toda su vida al sostenimiento de la casa de sus padres, tampoco tenía ningún
oficio al que se habría podido dedicar, tubo la suerte que gracias a una
amistad que conservaba el abuelo, ( una amistad y un gran agradecimiento de los
tiempos de la guerra,). Mi tío pudo con el tiempo entrar a trabajar en la mina
de La Florida, - donde ya trabajaban sus hermanos y sus cuñados.Después de esto, todo lo demás fueron buenos
propósitos, pues buscó, y encontró a esa mujer a la que siempre le animó su madre que
buscase, a veces la vida tiene esas carambolas, seguramente algo que para mi
tío fue tan doloroso, como la pérdida de su madre, a la que tanto quería, con
el tiempo propició el que encontrase a esa buena muchacha con la que ésta tanto
le aconsejó que formase su propia familia.
Han pasado muchos años desde el
recuerdo de lo que les estoy relatando, algo que por lo demás para nadie es
ningún secreto, en los pueblos todos nos conocemos, hoy mis tíos y tías son
bastante mayores, tanto por parte de madre como de mi padre, pero tengo la gran
suerte de tenerlos a todos ahí, bueno por desgracia la mina a la que todos
dedicaron su vida se cobró la de mi tío Luís, de el tengo menos recuerdos, pues
era muy joven todavía cuando en ella se mató, pero no son malos recuerdos, pues con nosotras,
las sobrinas que llegamos a conocerle, fue siempre muy cariñoso, su hijo al que
vemos muy poco es muy querido en la familia, y yo se que todos sus tíos siempre
estarán ahí si los llegase a necesitar, su abuelo le incluyó en la herencia con
la misma parte de las "hijuelas" que al resto de sus hijos.
Mi tío Polo, siempre fue muy
fuerte, todos ellos tenían fama de buenos comedores, en casa de sus padres no
habría cosas especiales, ni las exquisiteces que ahora se puedan tener, pero
nunca faltaron buenos cocidos, buenas tortas o pan, y buenas tazas de leche que
también había en abundancia, ni buenas matanzas, trabajar lo que quieras, pero
bien alimentados siempre lo estuvieron.
Hoy los años dejan pasar las
facturas del tiempo, sin embargo veo a mis tíos- a todos ellos- muy bien
cuidados y atendidos por sus hijas, y también por los hijos, todo hay que
decirlo, estos han sido menos, en la familia hemos ganado las mujeres por
mayoría, -por lo menos en la de mi madre y mis tíos maternos,- no así por parte
de padre, pues ahí mis primos ganan por goleada, y yo me siento muy feliz y
contenta al ver con el esmero y
atenciones con que sus hijos los cuidan. Hoy Polo y Angelita, viven una
tranquila vejez, atendidos principalmente por su hija mayor, Encarnita, que es
quien lleva la casa, y está pendiente de ellos en todo momento, sus otras
hermanas vienen a verlos siempre que pueden pues no viven en el pueblo, aunque
siempre están al tanto de cualquier necesidad que tengan. Además atiende su
propia familia y a su hermano " Vasio" que viven en la casa.
De mi
tío Chucho " El chatu" otro tanto. Este a raíz de una caída que
sufrió hace ya unos años, su salud se ha resentido bastante, sobre todo en su
movilidad, pero sus hijas y nieta
siempre están pendientes de el, sobre todo mi prima Gema que es la que mas vive
con ellos, su mujer Maria Cruz tiene la suerte de encontrarse en buena salud, y
el disfrute de tener tan buena compañía será seguramente lo que con mas
satisfacción contemplará su madre, allá desde donde los este mirando.
De mis tías Maria Paz, Marina, y
Azucena, puedo decir lo mismo. Todas ellas han tenido su parte de sufrimiento
en la vida, nadie se va de esta vida sin saber que estuvo en ella, Maria Paz,
que fue la única que abandonó su pueblo al casarse, es la que menos contacto ha
tenido con el resto de la familia, pero siempre se ha interesado por todos
nosotros, y también siempre que ha podido, ha viajado desde Manresa, donde
siempre ha vivido, para poder pasar unos días junto a los suyos, su único hijo
vive muy pendiente de ella, aunque también formó su propia familia. Mi tía se
casó muy joven, con el hijo de una familia que recaló en nuestro pueblo en la
época de la construcción de la Empresa Saltos del Nansa, en la que dicha
familia, trabajó, como encargado el padre, y empleados sus hijos. Esta familia
vivió en el pueblo en el tiempo en que ésta Obra mantuvo su construcción, -
como esta familia llegaron varias en aquel tiempo- y con un hijo de dicha
familia fue con quién se casó mi tía Maria Paz, marchando con su marido cuando
a este y a los suyos le surgieron otros trabajos, una vez finalizada aquí dicha Obra.
Se establecieron en la ciudad catalana de Manresa, donde han vivido desde entonces, que es como decir toda la vida. Mi tío Gabriel, su marido falleció hace ya unos cuantos años, siendo todavía bastante joven, y mi primo Juan Pedro, así como su nieto, (que es su gran orgullo) pues un muchacho muy cariñoso con ella, además de muy inteligente, son para ella lo mejor de su vida.Mi tía Marina, y mi tío Darío, son también un ejemplo para sus hijas, Marina cuya salud no ha dejado desde hace años de mortificarla, lo ha sabido siempre llevar con mucha resignación, Darío, su marido, que también tiene sus achaques, propios de la edad, pues cumplirá pronto los 91 años, ha sido para ella un gran marido, y un hombre trabajador que siempre ha vivido para su familia, es un tío por el que yo siento un cariño muy especial, pues al haber vivido muy en contacto con mis tías siempre ha estado ahí para todo lo que lo hemos necesitado. Mis primas -sus hijas- han sido como nuestras hermanas, son las primas con las que mas contacto hemos tenido. Muchas veces nos quedábamos unas en casa de las otras, y yo que soy la mayor de todas, y todos los primos de la familia, siendo pequeñas las cuidé y jugué con ellas, tanto como con mis hermanos mas pequeños, ellas a medida que crecían siempre había alguna en nuestra casa, pues siempre vivimos totalmente mezcladas las unas y las otras. Tengo que decir que al ser seis mujeres y no tener ningún hermano, su juguete de pequeñas era su primo, mi hermano Manuel Antonio, único chico en mi familia, y por el que- sobre todo las primas mayores- sentían verdadera adoración. Siempre he querido mucho a todos mis primos, pero lo cierto es que por las de la tía Marina, hemos tenido desde siempre mucha mas cercanía.
Se establecieron en la ciudad catalana de Manresa, donde han vivido desde entonces, que es como decir toda la vida. Mi tío Gabriel, su marido falleció hace ya unos cuantos años, siendo todavía bastante joven, y mi primo Juan Pedro, así como su nieto, (que es su gran orgullo) pues un muchacho muy cariñoso con ella, además de muy inteligente, son para ella lo mejor de su vida.Mi tía Marina, y mi tío Darío, son también un ejemplo para sus hijas, Marina cuya salud no ha dejado desde hace años de mortificarla, lo ha sabido siempre llevar con mucha resignación, Darío, su marido, que también tiene sus achaques, propios de la edad, pues cumplirá pronto los 91 años, ha sido para ella un gran marido, y un hombre trabajador que siempre ha vivido para su familia, es un tío por el que yo siento un cariño muy especial, pues al haber vivido muy en contacto con mis tías siempre ha estado ahí para todo lo que lo hemos necesitado. Mis primas -sus hijas- han sido como nuestras hermanas, son las primas con las que mas contacto hemos tenido. Muchas veces nos quedábamos unas en casa de las otras, y yo que soy la mayor de todas, y todos los primos de la familia, siendo pequeñas las cuidé y jugué con ellas, tanto como con mis hermanos mas pequeños, ellas a medida que crecían siempre había alguna en nuestra casa, pues siempre vivimos totalmente mezcladas las unas y las otras. Tengo que decir que al ser seis mujeres y no tener ningún hermano, su juguete de pequeñas era su primo, mi hermano Manuel Antonio, único chico en mi familia, y por el que- sobre todo las primas mayores- sentían verdadera adoración. Siempre he querido mucho a todos mis primos, pero lo cierto es que por las de la tía Marina, hemos tenido desde siempre mucha mas cercanía.
De mi tía Azucena diré que tal
vez por la edad, con los años casi la consideraba mas como a una hermana mas
mayor, también viví muy en contacto con ella, pues aunque al casarse con mi tío
Manolo, y marchar a vivir a el poblado que quedaba muy cercano a las minas de
La Florida, - ya que, para que no faltase nadie el también era minero- yo pasé muchas temporadas en su casa, con lo
cual a las hijas de mis tíos Azucena y Manolo, también las zagaleé bastante, una
de ellas, a la que puse mi nombre, es mi ahijada, y por todas ellas, así como
por el benjamín de la familia, mi primo Manolín, siento también un gran cariño.
Mi tío Manolo fallecido hace unos años dejó un gran vacío en toda su familia,
la recuperación para mi tía a sido lenta, pero con la ayuda de sus hijos y el
cariño de el resto de la familia, ha empezado a salir adelante, y ella al igual
que a tantos en esta vida, solo el tiempo le dará la ayuda y la paz que, todos
en algún momento de la vida hemos necesitado.
A mis tías paternas no las traté tanto
desde pequeñas como a las maternas, es comprensible, -con estas me crié,- sin
embargo también por ellas siento mucho cariño, sobre todo por mi tía Cuca,
también por mi tía Anita, aunque a esta y a la otra tía, Isabel, apenas las
veo, y el contacto con ellas es mucho menor. Todos mis primos paternos son
también muy cariñosos y simpáticos, pero
con los que mas trato tengo es con los de mi tía Cuca, son los que mas han
vivido en el pueblo, aunque en la época en la que mas se estrechan las
relaciones familiares, siendo muy pequeños, al tener la desgracia de perder a
su padre, marcharon toda la familia, a vivir a Santander, donde mi tía, ayudada
por el "Indiano" un tío con quien siempre vivieron, podía darles a
sus hijos unos estudios y una mejor preparación, con el tiempo regresaron a la
gran casa que tienen en el pueblo, y tanto mi tía Cuca como mis primos viven
hoy muy holgadamente, pues todos tuvieron la suerte de tener muy buena manera
de ganarse la vida, todos ellos, así como mi tía Cuca, son muy queridos y
respetados en el pueblo.
A mi solo me falta al finalizar
este relato dedicado a todos mis tíos, decir que ¡¡ojalá nos duren muchos años
!! yo que ya cuento con una larga madurez, pienso, que ya de mi vida pasada es
lo único que me queda,- bueno que nos queda.- Mis padres son los únicos que nos
faltan en la familia por ambas partes, tanto por la de mi padre como por la de
mi madre, si descontamos al pobre Luís que después de tantos años se ha perdido
bastante en el recuerdo, por eso pienso que somos afortunados por que todavía
contamos con todos los tíos y tías ahí, aferrados a la vida, y sostenidos todos
ellos, por unos hijos que los quieren y los cuidan. Yo si me lo permitís solo
os diré, que sería muy feliz si pudiese hoy tener a los míos, hoy que tengo
tiempo para cuidarlos y atenderlos, nos daríamos mucha compañía, yo a ellos, y
ellos a mi, lo malo es que quizás en su día esa compañía no la supe valorar tanto
como hoy la valoraría, pues aunque creemos que los queremos mucho, siempre en
la vida todo es mejorable. no lo olvidéis nunca los que todavía los podéis
disfrutar, es muy puesto en razón, que todo lo que de bueno se pierde nunca se
olvida.
UN SALUDO . DE MARY
PEREZ. DE CELIS
Que bonito Prima Mary!!! Es precioso el relato.
ResponderEliminarEl cariño ya sabes que es recíproco, que en esta familia siempre te queremos mucho.
Un abrazo fuerte y muchos besos.
Azu
muchas gracias Azu , eso ya lo sabía yo, otro beso para ti
EliminarMuy bonito Mary
ResponderEliminar