domingo, 23 de diciembre de 2018

HISTORIA DE LOS MOLINOS









Una vista del barrio de la Molina
Hola amigos: Cuando ya hace unos años mi buen amigo Paulino Díez Cos, publicó en una hoja periodística el estupendo artículo sobre la historia de los molinos de nuestra comarca, yo me quedé impresionada con una lectura que me hizo revivir un pasado ya bastante lejano, en que los vecinos de los muchos pueblos que componen esta zona nuestra del Nansa, relacionábamos nuestro diario vivir en función de esos molinos.

Edificio donde esta ubicado el molino

 No me fue extraña la lectura de dicho reportaje, y no me lo fue, porque me crié en una de las muchas casas de labranza de las que entonces había en estos pueblos del medio y alto Nansa. Unos pueblos en que se vivía básicamente del campo y de la ganadería. Por eso el que estos molinos proliferasen de forma abundante, tenía su explicación en la necesidad de la harina que a través del maíz fuese una de las materias básicas en la alimentación de las familias ganaderas.
 La historia - que Paulino nos relata, es la historia ni mas ni menos, de lo que fueron nuestras vidas en un tiempo de avances muy rudimentarios, pero avances muy importantes en lo esencial, y que sentaron las bases de estudios mucho mas novedosos en el pasar de los años.




Ubicación de la maquinaria y río de la Molina
 Hoy este relato que Paulino nos cuenta tiene que servir para que esa historia no se olvide, ya nos faltan muchos de estos molinos que formaron parte de nuestra vida con el servicio que nos prestaron. Aquellos molineros y molineras que con sus caras y ropajes cubiertos con la pátina del polvillo de la harina nos recibían en sus molinos, creo que será para siempre algo que solo podremos recordar nostalgicamete, o si se quiere, de forma romántica, pues asociada a la vida de los molinos se podrían contar algunas bonitas historias amorosas, pero esto tal vez es mejor dejarlo reposar en el baúl de algunos recuerdos.


Maquinaria en el interior de los arcos
Como digo en la mayoría de los casos, de esos molinos solo queda la leyenda del pasado. En el recorrido que hice por varios lugares de le ubicación de esos molinos solo pude conocer su lugar de asentamiento, y... poco más. La ruina, el abandono, la reparación del terreno, sus nuevos usos reconvertidos, o la falta de la maquinaria que los movía en otros tiempos, han hecho inviable el poder recuperar mas datos.
                                                     Marene muestra con orgullo el museo de su molino
 Seguramente que en algunos lugares tienen que quedar molinos a los que sus dueños, o personas amantes de estos edificios, han conservado como un pequeño museo que nos hable de ese pasado reciente, aunque en cierto modo también lejano, todo seria dedicarse a investigar por parte de aquellas personas que sientan alguna inquietud o nostalgia  por saber mas cosas relacionadas con su arquitectura y tal vez diesen con algunos.

                                                                  

                                                              Arriva cajoneras que encierra las piedras molares 
Se puede catalogar de éste modo elde la Molina, un lugar que conserva toda su maquinaria y utensilios en casi perfecto estado, pero es que el molino de la Molina fue mucho mas que un Molino. La Molina fue la primera Central eléctrica que díó luz a nuestra Comarca, y cuya historia ya esta relatada dentro del artículo que nos relata Paulino en su reportaje.
 Un reportaje en el que también nos cuenta la historia asociada a dichos molinos, sobre la vida de otro importante artilugio que fue muy necesario también en el mismo tiempo y espacio de la vida de los molinos. "Las pisas", cuya lectura explicativa tampoco tiene desperdicio en el relato.  Esta es la historia de los molinos del Nansa.
   
          Introducción de MARI PÉREZ.   DE CELIS.


Antigua piedra del molino de la Molina

                                           Relato de Paulio Díez Cos
  
Hay un refrán que dice: septiembre seca las fuentes o se lleva los puentes. Este año de 2011 ha sido de los que secan las fuentes. A pesar de que en todo el verano, apenas hizo sol aquí en Asturias, el mes de septiembre y octubre, han sido de los mas soleados de los últimos años. Esto a su vez me trae a la mente otros meses de septiembre de mi niñez; concretamente el  mes de septiembre de 1939. El día 9 de este mes y año, el río Nansa,( Cantabria), registró una de las mayores crecidas que recordamos los que la conocimos; pero además se dio la  casualidad de que coincidía exactamente con el treinta aniversario de una crecida de iguales proporciones acaecida el nueve de septiembre de 1909. Así lo manifestaban los que habían conocido aquella avenida. En la Herrería en el año 1939 el agua llegó hasta el primer peldaño de la escalera de la casa de mi abuelo.
Depósitos de salida del maiz hecho harina

Aquella crecida inutilizó los molinos de Las Bárcenas y la Herrería, que servían al concejo de Celis. En el molino de Bárcenas fueron sorprendidos por la crecida el dueño del molino y una hija[1] y se pasaron dos días en el desván del molino hasta que las aguas bajaron lo suficiente para poder salir. Mi abuelo ( el tíu Cos  [2] ) , que había sido molinero en aquél molino[3], quería entrar nadando para sacarlos, pero la familia y los vecinos le hicieron desistir de tal idea, pues era imposible salir de ella con vida, dada la velocidad con que circula el agua en esos casos. Los componentes de este molino de Bárcenas, vigas molares, piedras y ejes, los aprovechó Ricardo Cos para el molino que construyó en la Molina, allá por los años cuarenta y tantos del siglo pasado. Una de las piedras del molino está en Cades en la finca “La Sofia”.
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[1]Lenor Cortines y su padre
[2]En tiempos, aquellos pueblos cuando una persona cumplia cierta edad se la denominaba  tío fulano o tía mengana
[3]El mollino de Bárcenas estaba en la margen derecha del río Nansa y para los vecinos del concejo que vivían en la margen izquierda pudieran pasar a moler tenían una barca , cogida a un cable que atravesaba el río pasaba a los clientes y la molienda al molino. El cable en el lado de Celucos estaba sujeto a un hierro clavado en una peña y en lado de Celis atado a un castaño que estaba cerca del molino. Los clientes para avisar al molinero tiraban de la cuerda que hacia sonar un pequeño cencerro que habia en el molino. Mi madre nació en ´´La casona de Bárcenas``, el mismo barrio ,considerada una de las más antiguas del concejo de Celis.
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Yo conocí el edificio del molino de la Herrería, estaba enfrente de la casa de Ceferino y la de Genia Cos; como a unos sesenta metros en dirección del río. El edificio era bastante rudimentario, como casi todos los que entonces se dedicaban a los molinos. Las paredes de la planta baja eran de piedra, y la parte alta daba hacia las casas de Ceferino y Genia, eran de zarzo.
                                                                       El rio Nansa bajo los puentes nuevo y viejo a la otra parte de dicho puente se encuentra el antiguo molino. Hoy sus ruinas
 Le tengo oído a mi madre que había una molinera que se llamaba tía Lisa, y en Celis [4] por los años cincuenta del siglo pasado había una señora que le llamaban Mari  Molino, que vivía en la Llosa, que creo que era hija de la tía Lisa.La desaparición de estos molinos, probablemente la aprovechó el ingeniero D. Julio Gutiérrez de Celis para construir en Celucos la central de la Molina, compuesta por un generador eléctrico de 50 KW  y dos molinos para moler maíz, que comenzaron a funcionar en 1911. (Precisamente estamos en el centenario de aquellas efemérides).
                                         Antiguo puente en Cosío antes de la remodelación de la carretera
 Hay que reconocer que la instalación era modélica en aquellos tiempos, y que muy difícilmente hubiesen podido competir con ella los antiguos molinos [5].
Las turbinas que mueven los molinos y el generador eléctrico son del tipo Paltón, dado el poco caudal de que dispone y la gran altura del salto de agua, pues funciona más por la altura que por la cantidad. Los molinos llevan una gran reducción de velocidad a base de engranajes para adaptar la gran velocidad de la turbinas a los 110 r.p.m. que necesitan los molinos. La central eléctrica alimentaba a los pueblos de Cabrojo, Obeso,  Pedreo, Puentenansa, y Rioseco.

 No funcionaba nada más que por la noche, o sea, desde que el molinero consideraba que hacía falta luz, hasta que amanecía al día siguiente. Algún verano que había mucha sequia, no funcionaba toda la noche, pues no represaba bastante agua el río de la Molina, a pesar de necesitar una cantidad muy pequeña. Cada abonado tenía una lámpara de 25 W A 125 V.  Para los pueblos del concejo de Celis [6] la corriente salía en baja tensión desde la central y para los de Puentenansa se transportaba a 2500 V. La corriente era monofásica. Los abonados generalmente usaban la lámpara como portátil y la trasladaban al local de la casa donde se necesitaba.

                                                  Viejo molino visto desde el puente a la entrada de Cosio
 No había contadores y creo recordar que antes de la guerra de 1936 cada abonado pagaba 0,25 pesetas al mes por cada lámpara contratada. El molinero que atendía la central eléctrica y las líneas de los pueblos, tenía como compensación lo que producían los molinos. En aquellos tiempos, en que la mayoría de las fincas estaban dedicadas al cultivo del maíz, esta compensación era razonable [7].
El embalse o “depósito” está situado en el sitio más adecuado según la configuración del terreno y las consideraciones técnicas, pero la central está situada a media ladera entre el  “depósito” y el nivel del río Nansa [8], nivel que sería el más adecuado para sacar la máxima energía del salto del agua. El situarla donde está, me parece haber oído decir, que fue a causa de haber adquirido la propiedad de un antiguo molino que allí había.
                        Este antiguo molino creo que pertenece a la familia de los Pellejeros de Puentenansa
Con el tiempo aumentó mucho el consumo de electricidad en aquellos pueblos y la central de la Molina, evidentemente, era insuficiente. El dueño, el citado Don Julio Gutiérrez de Celis, que había adquirido el molino y la finca de Rehondillo, a orillas

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[4] Nacido en Riclones. Sus restos están en el cementerio de S. Pedro de Celis en un nicho anónimo, pues al quedar el panteón familiar abandonado fue vendido, y los restos que contenía los depositaron en un nicho.
[5] Los molinos tienen, entre otras muchas perfecciones, una central de engrase que con un pequeño giro de un volante se engrasan todos los puntos que lo necesitan.
{6]La primera casa que tuvo luz eléctrica fue la de Minguín el de la Cuesta, que era pariente de D. Julio.
{7] El primer molinero que hubo en la Molina fue José Álvarez Vélez ( Joseito el de Celis), hermano de Minguín el de la Cuesta, y por lo tanto, también pariente de D. Julio.
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del río Nansa, pensó el trasladar la central de la Molina a Rehondillo, doblando considerablemente la potencia de la misma, pero por un cúmulo de razones complejas, lo fue demorando y terminó vendiéndolo todo. El molino de Rehondillo me parece que ya estaba construido. Estaba en el mismo sitio que está hoy la central de Celis, Hace unos años Ceferino Gutiérrez  Gutiérrez ( padre), vecino de la Herrería me dijo que el tío Xico, de Riclones, había estado de molinero y que se había caído un crío del corredor y se había matado.
                                                 Molino de Ricardo Cos ''El Cojo'' hoy prazticamete en ruinas 
De todas formas D. Julio reformó el molino y lo modernizó. Una de las ventajas con que contó fue el disponer de casi toda el agua del río Nansa, lo que le permitió contar con una considerable potencia hidráulica. Recuerdo el abundante cauce de agua que destinaba al funcionamiento del molino con una gran abundancia de truchas en unas aguas cristalinas maravillosas.
                                    Torrente del rio de la Molina que alimentaba el molino, hoy seco a falta de llubias
Lo primero que hizo fue sustituir la antigua presa de estacas y maderas con piedras, por una presa a base de gaviones de alambres rellenos de piedras[9][10], limpió y amplió el cauce de alimentación del molino; instalando compuertas en la toma de la presa, en mitad del cauce y en el aliviadero, instaló una turbina metálica tipo Girad de admisión total para el acondicionamiento  del molino.
Instaló rejillas de protección en la salida de aguas para el molino. Las piedras del molino no sé si son las que había o si las cambió.
                     Muro de contencion que alimentaba el molino hoy todo el entorno cubierto por la maleza
 Eran muy grandes, así que el rendimiento era tan grande como el de los dos molinos de la Molina. Instaló dos compuertas en el molino y otra para la alimentación de la pisa.Esto de la pisa merece consideración aparte, pues era una instalación muy interesante. No tengo idea de que hubiese “pisa” antes de las reformas hechas por D. Julio, yo ya conocí la nueva instalación.
Lugar de Rehondillo donde estaba ubicado el antiguo molino y pisa. Hoy Central de saltos del Nansa

 El canal de desagüe del molino era muy profundo y en el fondo de este canal de desagüe estaba la rueda hidráulica que movía la pisa. Esta era una rueda metálica de paletas planas de madera, alimentada por debajo, de unos 2,30 m. de diámetro que cómo digo más arriba se alimentaba con el agua que alimentaba el molino, cuando funcionaba éste, y cuando no funcionaba se habría una compuerta para dar paso desde el camarao, al agua para exclusivo funcionamiento de la pisa. Cómo digo el canal de desagüe era muy profundo y la pisa estaba unos cuatro metros más alta que el fondo del canal.

Rehondillo

[8] Donde desemboca el río de la Molina.
[9] De ésta presa de gaviones tengo un recuerdo muy personal. Entonces; que el río Nansa circulaba libremente por su cauce, casi todos los años había una crecida considerable que causaba algún daño en la presa. Una de estas veces que estaban reparando una abertura bastante grande que había abierto una crecida, tenían puesta una madera para cruzar sobre ella. Debía de tener yo muy poca edad y me gustaba ir con mi padre a cualquier sitio que el fuese, el caso es que por las tardes después de comer, me llevaba con él a Rehondillo y mientras él trabajaba con los otros obreros en el mantenimiento de la presa y el molino yo me pasaba la tarde jugando a mi aire cerca de donde ellos estaban. Una tarde cuando terminaron la faena y quitaron la madera que tenían puesta para cruzar la brecha que había abierto el río, yo me encontraba en la margen derecha y en lugar de pedir que me pasasen, me puse a cruzar yo la corriente, pero era tan fuerte que me arrastró y me tiró al suelo. Con el ruido de la corriente no me oían hasta que se dio cuenta mi tío Pedro y dijo:  ¡aquél crío!, y salió corriendo a sacarme de la corriente. No recuerdo como terminó la cosa, pero creo que seguí yendo con mi padre hasta que me incorporé a la escuela a los seis años.
[10] Don Julio vendió toda la propiedad de la Molina y Rehondillo a D. Venancio Díaz,  de Rábago, y este construyó una presa de hormigón en lugar de la de gaviones, la presa la construyó un constructor de Bielva llamado Paulino.
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Desague del canal de Saltos del Nansa que mueve sus turbinas
 El movimiento de la rueda se transmitia a las levas de los mazos por medio de un eje vertical acoplado por sendos juegos de piñones cónicos en sus extremos. Las levas estaban constituidas por dos bastidores metálicos, con un rodillo en cada extremo, calados sobre un eje horizontal con un desfase de 90 grados.
 La estructura que soportaba los mazos era de madera de roble perfectamente encuadrada y enlazada y de un tamaño y aspecto imponente. He visto varias pisas antiguas, verdaderamente chapuceras comparadas con la que nos ocupa [11].  El agua necesaria para remojar la tela que se pisaba procedía de las fuentes de Rehondillo que nace a unos treinta metros de donde estaba la pisa. Esta fuente de Rehondillo, hay que recordar que después de construirse la Central de Celis y la cámara de carga, se secó y estuvo dos o tres años sin manar agua, hasta que inesperadamente volvió a manar con normalidad.
Antigua fuente que se conserva en el lugar de Rehondillo
Detrás del molino había un nogal bastante corpulento y de una rama del árbol había colgado de unos cables de acero un columpio que volaba sobre el canal de desague del molino [12].  Creo que inspiraba terror el columpiarse en aquel artefacto, pues nunca vi a nadie usarle [13].
Es necesario decir algo del “sayal”. El sayal es la tela que se sacaba de las de la pisa y era una tela tejida con lana de oveja. Generalmente la lana que se empleaba era la de las ovejas negras, pues era el que se utilizaba para hacer escarpines y estos eran negros.  Cuando se iba a destinar para el sayal la lana una vez hilada se mandaba a tejer. Esto se hacía en las Bárcenas en casa de tía María; una de las hijas que había aprendido el oficio de tejedora - creo que era Ción -; también había en Celis una señora que se llamaba Sofía la tejedora, que – como su nombre indica,- también tejía el sayal.
No tengo idea que en el valle del Nansa hubiese mas tejedoras que estas dos señoras[14], ni mas batanes que el de Rehondillo.
Rio Nansa a su paso por el barrio de Las Barcenas

La elaboración de la lana en aquellos tiempos ocupaba bastante a las mujeres.  Las ovejas se esquilaban dos veces al año, en el mes de mayo y en el mes de septiembre. Se lavaba con agua caliente( generalmente en el río Nansa) y después de seca se “ escarmenaba” , luego se cardaba con unas cardas de púas metálicas, se hacían las lluetas y puestas en la rueca se hilaban “ se jilaban”. La rueca la sujetaban las mujeres mayores, pues las generaciones aparecidas después de la guerra de 1936 ya casi ninguna aprendió a hilar. Sin embargo casi todas las jóvenes eran diestras tejedoras con agujas y ganchillo. Confeccionaban con suma destreza calcetines, jerséis, bufandas…Mención aparte merece tía Fernandina la de la Herrería, pues sentada en el corredor de su casa tejió con las agujas miles de pares de calcetines.
Por esta canal tapada por la maleza discurria el arroyo del molino de las Barcenas


En el concejo de Celis abundaban los molinos y hay constancia de otros, además de los mencionados hasta ahora. El río llamado de la Molina era propicio para instalar en el artefactos  hidráulicos dada su pendiente y constancia relativa de caudal. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que los edificios que contenían los molinos tenían muy poca entidad arquitectónica y eran poco más que cobertizos provisionales. Teniendo esto en cuenta voy a mencionar los que tengo alguna idea de ellos. El primero que se me ocurre y además comenzando por la desembocadura del río Nansa, es el Molino de Morea. Este se encontraba un poco más abajo del puente que cruza el río y que da paso al camino que paseando por la central de Celis se dirige al barrio del Robreo pasando por la Peña el Pollo. Yo había oído hablar de él pero no tenía noticia muy exacta de donde se encontraba[15].

Con la ayuda de Tista, hijo de Turo, que apartó la maleza pudimos descubrir la base de los muros del molino
Un poco mas arriba, donde cae la cascada que sale del Molino de Ricardo Cos, también hubo otro molino; hace unos años un vecino de Celucos encontró allí una de las piedras del molino y la tiene como mesa en Celucos en el lugar denominado La Huertezuca. La piedra del edificio del molino la llevaron para construir la casa de la Cotera de San Pedro.
Siguiendo el curso del río hacia arriba, nos encontramos con el Molino del Cojo que construyó Ricardo Cos por los años cuarenta y tantos del siglo pasado. No tubo mucho éxito el proyecto y hoy está abandonado. Este molino tiene las piedras y las vigas molares del Molino de Las Bárcenas, además de algún otro componente procedente de este molino. Siguiendo el curso del río, un poco mas arriba de donde cruza la carretera se encontraba el Molino del “tíu Fraile” [16].

En esta zona desaguaba el arroyo de alimentación de agua del molino
Yo le conocí intacto, aunque parado. Estaba muy bien construido, parecía un juguete; el camarao y el cauce eran de piedra de sillería perfectamente labrada, el edificio del molino era muy pequeño, así que habían construido algunos anexsos alrededor de el. Fue destruido allá por los años sesenta del siglo XX para aprovechar la piedra para una casa que se hizo en Celucos. Siguiendo río arriba nos encontramos con la central La Molina que ya describimos anteriormente.

Me parece el haberle oído a mi madre que un poco más arriba de la central de La Molina había restos de otro molino, pero la idea que tengo es tan difusa que apenas la expongo. Nano me confirma que sí que allí hubo otro molino.
Dos piedras  pertenecientes al molino del barrio de La Herreria
La toponimia nos ayuda muchas veces en la historia, y teniéndolo en cuenta, pienso que en el lugar llamado “ Las Pisas” debió de haber en alguna ocasión algún mecanismo de esta índole. Una inspección visual de dicha zona quizás nos diese algún dato más concreto sobre el asunto.
Siguiendo con esta idea de la toponimia; más arriba del depósito de la central de la Molina hay un prado que se llama prado de Verde – Molín. Lo de verde es evidente, pues es un prado húmedo y se mantiene verde en cualquier época del año, y lo de Molín no puede ser mas evocador. Ahora sí: hay que tener en cuenta que si lo de Molín quiere decir algo, es casi seguro  que está relacionado de la proximidad con el barrio de Trespeña, cuya historia sería muy interesante investigar. Relacionado con el barrio de Trespeña,  me han dicho, que que un poco mas abajo del  Ojurrió (sic) hay restos de un antiguo molino que indudablemente pertenecería a éste barrio.  El Ojurrió es el nacimiento del río de la Molina, de donde se suministra de agua ahora todo el concejo de Celis.


Lugar por donde discurría el agua para alimentar el molino de La Herreria. Hoy cubierto de tierra forma un prao
También existieron molinos en el término de Riclones, en el río de Lamasón. Uno de ellos fue el de Bollano. El fijar la situación de éste molino me cuesta trabajo, pues desconozco el nombre de los lugares que le rodean. Lo primero que puedo decir para aproximarme es que estaba en el vado que se utilizaba para cruzar el río desde Riclones en dirección a Cades [17]. También parece que había una pisa con el molino, pero no pude comprobar nada.
``Bojar´´ por donde discurría el canal de agua que alimentaba el molino de la Herreria. De sus restos solo quedan las dos piedras molares vistas anteriormente
Restos de otros molinos también se encuentran sumergidos bajo el embalse de La Palombera, casi en la unión del río Nansa y el río de Lamasón. Antes de construir el embalse era perfectamente visible. Para ser preciso en la situación de ambos molinos voy a recurrir a las coordenadas geográficas. Puede que parezca un método demasiado rebuscado, pero al fin es el más sencillo y el más preciso. Cualquiera con un ordenador puede fijar en treinta segundos la situación de ambos molinos.
La situación del molino de Bollano es  43º  17' 23,45'' N y 4º 27' 50,61'' W y de la que había bajo el embalse de la Palombela es 43º17'39,49'' N y 4º 27' 25,44'' W
Antiguo molino de en el pueblo de Rábago

Cómo  digo mas arriba la toponimia nos indica, o nos recuerda, cosas históricas y teniendo esto en cuenta tenemos que más debajo de la Cotera, en dirección a Barcelumbrosa, hay una peña que le llaman Castro  Molinuco y allí parece que en tiempos también hubo un pequeño molino.
En el término de Celis está el sitio llamado Las Fuentes y allí parece que también hay restos de un molino que funcionaba con el agua de dichas fuentes.
Antiguos portales cercanos al molino de Rábago
Cerca de la cueva de Riconorias también hay un sitio que le llaman Castro Molinuco y al lado hay un reguero y restos de piedras grandes que parece que allí también hobo un pequeño molino que funcionaba con el agua que bajaba de las canales de Ribolastra y Sel del Cuervo. No tengo mas datos sobre él.

Edificios anexos al molino de Rábago

[11] Como ejemplos tenemos las de Ledantes en Liebana, la de grandas de  Salime, la de Teixois en los Oscos…
[12]  Al ser esto una especie de crónica de lo que yo conocí, me permito anotar algunos detalles, al parecer sin importancia.
[13] Alguien me dijo que lo había mandado poner D. Julio para que se columpiase su hija. No lo comprendo.
[14] El sayal se media en varas y cuartas. Las piezas tenían el ancho de una vara y una longitud dependiente de la cantidad de lana. En Celucos la familia de Manuel Sánchez tenía muchas ovejas negras y por lo tanto hacían mucho sayal; como cuando se traía de la pisa estaba mojado lo colgaban a secar del corredor que estaba encima de la escuela y nos dejaban a los muchachos columpiarnos colgándonos de la tela.
[15] Mi amigo Laureano Garcia Barón,(Nano) me confirmó donde estaba. Cuando se cerró ese molino parece que incluso algún “ emprendedor” montó en el mismo sitio una taberna de efímera vida: el tiempo necesario para que los dueños y algún despistado cliente se bebiesen los dos únicos pellejos de vino que tenían.
[16] El nombre de éste molino viene del apellido Fraile, muy frecuente en Celucos en épocas pasadas recientes.
[17] Fui a ver este molino el día 29 de junio de 1998. Me encontré con mi amigo Sinforiano Torre que me indicó en que sitio había estado el molino, pero debido a la mucha vegetación y los cambios del río no encontré nada que, sin duda, me indicase que eran restos del molino. Si vi, y le hice una fotografía, una piedra que parecía preparada para el molino.
Mi amigo Foriano me contó algunas historias referentes al molino. Parece que allí había un molinero llamado Eulogio y me contó una historia de una señora de Riclones, que se llamaba Rosalía, que era viuda y se había casado en segundas nupcias. Era entonces costumbre el tocar cencerros a las puertas de las viudas que se volvían a casar, y no se libró de ello la citada Rosalía. Querían los recién casados ir de viaje de novios, y para ello tenían que ir a coger el autobús…, o la diligencia,- que no hay nada escrito sobre el caso- a Puente el Arrudo. Como pudieron burlaron a los cencerradores, pero al llegar a Bollano se encontraron con que el río Lamasón iba crecido y no podían cruzarlo; recurrieron al tío Eulogio que pasó a la novia al otro lado del río, pero con la advertencia en forma de copla que decía así: Rosalía, Rosalía/ No te vuelvas a casar/ Que las espaldas de Eulogio/ No te vuelven a pasar.



Dentro del molino no queda maquinaria alguna, nadie me dio razón de donde ha ido a parar dicha maquinaria

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Documento escrito por Paulino Díez Cos. Natural de Celucos,  Concejo de Celis.
            Avilés  10 de febrero  del 2012.