Todavia mucha gente
recuerda a otra mujer, que asimismo se vio sola para atender una numerosa
familia. Maria, “ Marimolinu” como siempre se le llamó. A María siempre se la llamó así, por que sus padres por lo visto tenían un molino en el barrio de la Herreria. Su madre que es de la única que conozco el nombre, se llamaba,- o la llamaban,- tía Lisa. Este molino un año que vino una gran riada desapareció casi por completo, llegando el agua, según me dicen, hasta las mismas casas del barrio, y eso que este queda bastante apartado de las orillas del río. Esta parte del barrio, al ser la mas baja, y muy a nivel del río, contribuyó a que, con aquella tremenda riada el agua llegase a las mismas puertas de esas casas. Hoy esto sería totalmente imposible, pues el apresamiento del agua, en las presas que la Empresa Saltos del Nansa, construyó años mas tarde en el cauce de dicho río, se encarga de represarlo en los diferentes embalses de estas Centrales. Empres, que justo es decirlo, dio, y sigue dando mucha notoriedad, ( y hace años muchísimo trabajo, a numerosos obreros de toda la zona)
Marimolinu tuvo diez hijos, entre mujeres y hombres.
De algunas hijas no recuerdo los nombres, pues se casaron y marcharon del pueblo siendo yo muy pequeña, una en Puentenansa, otras dos en Cabuérniga, otra vivió muchos años en Barcelona… A las que conocí algo mas, fueron a Josefa casada en Puentenansa, y a Rosa casada en Labarces. Otra de sus hijas, Delfina, vivió en Asturias, concretamente en Aviles, y se que tenía hijos, pero no se cuantos, ni el número de hombres y mujeres. Lo que si he sabido es que uno de ellos se casó con una chica de S. Sebastian de Garabandal, pero creo que viven en Asturias,
La que siempre vivió con su madre fue Lola, la mas pequeña, y también sus hermanos, Lecio, y Joseón.
A los hijos de Lola los conozco mucho mas, una de ellas, Lines, sigue viviendo en la casa familiar del barrio de la Llosa, Lines siempre ha sido muy acogedora con el resto de sus hermanos, los cuales visitan muy a menudo la casa familiar.
Lola estuvo casada con Angel, del pueblo de Riclones, tuvieron, además de Lines, que es una de las mas pequeñas, a Loli, Angelín, Blanqui, Ramón ( Mon), y Chus. Loli casada en Santander, tiene dos hijos, casados y con nietos. Angelín vive soltero, Món casado con Maribel de Celucos, tienen un hijo, este tiene su pareja y un hijo.
Blanqui, se caso en Reinosa, y tiene dos hijos, Chus vivió y trabajó casi siempre fuera, se casó en Santander, con Pilar, y tienen dos hijas, de las cuales, la mayor, ya los ha hecho abuelos. Pilar es una simpática chica, a la que le encanta participar, junto a sus cuñadas de cualquier fiesta o evento que se celebre en el pueblo de su marido, algo que es muy de agradecer.
Y por supuesto, Lines, casada también en San Vicente del Monte, ella y su marido al que llamamos el Nene, tienen dos hijos, Janet, y Francisco. Janet casada con un chico de Casamaria, tienen dos hijos niño y niña. Como digo, su nieta Lines, junto con su marido, son los que ahora siguen viviendo en la casa familiar. Marimolinu, era una mujer muy peculiar, siempre atareada con cualquier quehacer, su propio lenguaje tenía en sí, la característica de unas palabras como si estuviesen inacabadas. Esta misma caracterización en el lenguaje, la tuvo siempre su hijo José ( Joseón) el cual no eran pocas las veces en que se habría necesitado un traductor para lograr entenderle, pero éste al contrario que su madre, era más bien por lo atropellado de dicho lenguaje.
Marimolinu tuvo diez hijos, entre mujeres y hombres.
De algunas hijas no recuerdo los nombres, pues se casaron y marcharon del pueblo siendo yo muy pequeña, una en Puentenansa, otras dos en Cabuérniga, otra vivió muchos años en Barcelona… A las que conocí algo mas, fueron a Josefa casada en Puentenansa, y a Rosa casada en Labarces. Otra de sus hijas, Delfina, vivió en Asturias, concretamente en Aviles, y se que tenía hijos, pero no se cuantos, ni el número de hombres y mujeres. Lo que si he sabido es que uno de ellos se casó con una chica de S. Sebastian de Garabandal, pero creo que viven en Asturias,
La que siempre vivió con su madre fue Lola, la mas pequeña, y también sus hermanos, Lecio, y Joseón.
A los hijos de Lola los conozco mucho mas, una de ellas, Lines, sigue viviendo en la casa familiar del barrio de la Llosa, Lines siempre ha sido muy acogedora con el resto de sus hermanos, los cuales visitan muy a menudo la casa familiar.
Lola estuvo casada con Angel, del pueblo de Riclones, tuvieron, además de Lines, que es una de las mas pequeñas, a Loli, Angelín, Blanqui, Ramón ( Mon), y Chus. Loli casada en Santander, tiene dos hijos, casados y con nietos. Angelín vive soltero, Món casado con Maribel de Celucos, tienen un hijo, este tiene su pareja y un hijo.
Blanqui, se caso en Reinosa, y tiene dos hijos, Chus vivió y trabajó casi siempre fuera, se casó en Santander, con Pilar, y tienen dos hijas, de las cuales, la mayor, ya los ha hecho abuelos. Pilar es una simpática chica, a la que le encanta participar, junto a sus cuñadas de cualquier fiesta o evento que se celebre en el pueblo de su marido, algo que es muy de agradecer.
Y por supuesto, Lines, casada también en San Vicente del Monte, ella y su marido al que llamamos el Nene, tienen dos hijos, Janet, y Francisco. Janet casada con un chico de Casamaria, tienen dos hijos niño y niña. Como digo, su nieta Lines, junto con su marido, son los que ahora siguen viviendo en la casa familiar. Marimolinu, era una mujer muy peculiar, siempre atareada con cualquier quehacer, su propio lenguaje tenía en sí, la característica de unas palabras como si estuviesen inacabadas. Esta misma caracterización en el lenguaje, la tuvo siempre su hijo José ( Joseón) el cual no eran pocas las veces en que se habría necesitado un traductor para lograr entenderle, pero éste al contrario que su madre, era más bien por lo atropellado de dicho lenguaje.
Lecio, el otro hermano, vivió y trabajó muchos años fuera
del pueblo, en Colombres, Con anterioridad, por lo visto, habia trabajado en Madrid, creo recordar, lo que no recuerdo fue en qué consistió dicho
trabajo. Hace años lo más normal en las familias que no había caudal, para que los hijos ayudasen a
sacar adelante la casa de sus padres, éstos salían muy jóvenes a buscarse la
vida. A veces esto era en otras casas, y con otras familias que los empleaban, por lo tanto tampoco era raro que éstos hijos,
se pasasen hasta varios años sin volver por la casa familiar.
Hay que entender
que, aunque esa vida laboral estuviese en algún lugar no demasiado alejado
de su propia casa, con el tiempo, y con
la adaptación a la nueva familia, y con unos horarios de ocupación, en muchos
casos, continuos, poco a poco, fuesen perdiendo todo contacto con su propia
gente. Eran tiempos en que el disponer
de un coche propio, no se las pasaba ni por la cabeza, pues en aquellos años,
esto era un lujo que solo estaba al alcance de unos pocos privilegiados, y
desde luego con importante poder adquisitivo. También, el que fuesen conociendo
nuevas amistades, e incluso que se llegasen a casar y formar su propia familia,
era motivo suficiente, para volver cada vez mas de tarde en tarde por la casa
de sus padres.
No fue este el caso de Lecio, el hijo de Marimolinu, pues
nunca se casó, lo que sí es cierto, es que una vez jubilado, si que regresó a
la casa de su madre, y también es cierto que hasta su muerte, fue muy bien atendido
por la familia de su hermana Lola, y también por todas sus sobrinas.
En esta casa tanto la abuela Marimolinu, como sus hermanos solteros Joseón y Lecio, siempre tuvieron un gran acogimiento en sus últimos años de vida. Aurelio fue el único de sus hijos que se casó, su mujer Mariuca, es hija de Pepito y Mercedes, familia ya incluida en otro de estos relatos.
Mención aparte, fue su nieto Pepín, el cual se crió como un hermano mas en la casa de su abuela. Su madre, hija de Marimolinu, lo había tenido de soltera, y en esta casa se crió con todas las atenciones y el cariño de su abuela y tíos. Al casarse años despues su madre, y marchar a vivir a otro lugar de la provincia, Pepín, que ya estaba muy integrado en casa de su abuela, decidieron que siguiese viviendo en ella como si fuese la suya propia, algo como lo que siempre le consideraron su abuela y sus tíos, así como mas adelante sus primos, los hijos de su tía Lola.
Pepín se casó con Blanca Nieves, una muchacha del barrio de Arenas, hija de Marcelino Campa, de cuya familia daré cuenta en otro de estos capítulos. Pepin murió hace ya bastantes años, en una todavía joven edad. tuvieron dos hijas y también algunos nietos.
En esta casa tanto la abuela Marimolinu, como sus hermanos solteros Joseón y Lecio, siempre tuvieron un gran acogimiento en sus últimos años de vida. Aurelio fue el único de sus hijos que se casó, su mujer Mariuca, es hija de Pepito y Mercedes, familia ya incluida en otro de estos relatos.
Mención aparte, fue su nieto Pepín, el cual se crió como un hermano mas en la casa de su abuela. Su madre, hija de Marimolinu, lo había tenido de soltera, y en esta casa se crió con todas las atenciones y el cariño de su abuela y tíos. Al casarse años despues su madre, y marchar a vivir a otro lugar de la provincia, Pepín, que ya estaba muy integrado en casa de su abuela, decidieron que siguiese viviendo en ella como si fuese la suya propia, algo como lo que siempre le consideraron su abuela y sus tíos, así como mas adelante sus primos, los hijos de su tía Lola.
Pepin con un grupo de amigos, es el primero por arriba a la iqda, los demas son Manolo de Nino, y Pedro el mellizo. Abajo, Julian y Chusin |
Pepín se casó con Blanca Nieves, una muchacha del barrio de Arenas, hija de Marcelino Campa, de cuya familia daré cuenta en otro de estos capítulos. Pepin murió hace ya bastantes años, en una todavía joven edad. tuvieron dos hijas y también algunos nietos.
Una gran familia y unos buenísimos vecinos.
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Un recuerdo mucho mas reciente, tengo de Adela la de San Roque, No así a su marido Higinio, pues murió cuando estos eran pequeños, por tanto Adela enviudó joven, sus hijos son Juliuca, Concesina, y Jesús, por suerte viven los tres, aunque Jesús el mas pequeño de los tres, cuenta muy largos los ochenta, Juliuca creo que va para noventa y seis, y Concesa, los noventa y tres.
En su casa en el barrio de San Roque, siguen viviendo sus hijos Concesina, y Jesús, aunque esa casa siempre es visitada por toda la familia, algo que es una alegría para los dos hermanos, pues siempre han sido muy acogedores con el resto de la familia.
Juliuca fue la única que se casó de estos tres hermanos, su marido, Laurencio( Encio) era hijo de otro de los matrimonios que hoy serian ya muy lejanos en el tiempo, Joseito y Loina, pues por desaparecer, ya han desaparecido también todos sus hijos, y la mayoría serian hoy casi centenarios.
Además de Encio, los hijos de Joseito y Loina, fueron Ceto, que siempre vivió en Ceuta, y mas tarde en Algeciras, Toñu, al que todos conocíamos como “ el negru,” Jesús, Pepe, y Miliuca.
En la casa de Adela, en el primer piso, recuerdo que vivía también Jesusa, una vecina viuda. Jesusa, tuvo varias hijas, y un hijo, al que siempre se le llamaba por el nombre y apellido, Ramón Nuñez. Ramón, estaba casado con Milagros, de una familia de Arenas, de la que ya daré cuenta. No tuvieron hijos.
Las demás hijas de Jesúsa se llamaban, María, Jesúsa, Santa, y Regina. Solo he tenido noticias de que la única que se conoce que estuvo casada, fue Regina, la cual se casó con Jesús, de la familia de los Gómez de Puentenansa.
Nada he podido saber de las otras hermanas, por lo visto siempre vivieron fuera, aunque alguna vez viniesen a visitar a su madre.
Lo que si he sabido, es que muy mayor, Jesúsa se fue a vivir con una de sus hijas, y murió en su casa. Sus hijas, murieron también todas, ya muy mayores, al igual que su hijo Ramón y la mujer de este Milagros, hace muchos años.
Es increíble, como los recuerdos de éstas personas, nos trasladan a unos años que parecen tan lejanos, y sin embargo, somos mucha gente del pueblo, los que los tratamos, y recordamos.
Claro que para estas nuevas generaciones, todas estas personas, vecinas nuestras de toda la vida, es como si nunca habrían existido, tan lejanos les quedan todos estos recuerdos.
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Vecinos de Loina y
Joseito fueron Margarita y el “Mozón,” este matrimonio no tenía hijos, y
vivieron casi siempre en la casa que hoy pertenece a Manolo "el Herrero". El Mozóm una vez fallecida su mujer,
Margarita, se fue a vivir con unas parientas que tenía en la provincia de
Cadiz. San Lucar de Barrameda, donde
falleció hace muchos años. Nunca supe su
nombre, pues toda la vida así se le llamó, el Mozón. Lo que creo, es que era hermano de Marcelina, la
mujer de Fidel, del barrio de la Llosa,
de cuya familia ya he dado cuenta.
( Como aclaración, indico, que todos los nombres que pongo en diminutivo, es simplemente porque así fue como siempre les conocimos, tal vez el llamarles por su nombre real, pueda mas fácilmente llevar a equívocos).
Volviendo a los hijos de Joseito y Loina, de los hijos de Ceto solo conocí de niños, a Juan José, y a Joaquín, por pasar algunas temporadas en casa de sus tíos, los demás no los conozco.
De Encio y Juliuca son hijos, Loli, Manuel, Jesús, y José Antonio. Loli casada en Muñorrodero, tiene dos hijos, uno casado y con dos hijos, el otro está soltero, pero creo que tiene pareja, y no tiene hijos. Manuel Jesús está soltero y vive con su madre en la casa familiar. José Antonio, está casado con Luisina, una nieta de Gervasio y Luisa, tienen un hijo y una hija, el hijo tiene pareja, y no se si la hija también, no estoy segura.
Luisina y José Antonio, viven desde que se casaron en el poblado minero de Cabiña. Miliuca y Teodoro, su marido,( fallecidos los dos,) tuvieron un hijo, Javier, está soltero, y actualmente vive en Unquera. Jesús casado con Lines, de otra familia del pueblo. No tuvieron hijos y los dos ya han fallecido. Toñu no se casó, y que se sepa, nunca tuvo hijos. Toñu, también murió hace varios años
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( Como aclaración, indico, que todos los nombres que pongo en diminutivo, es simplemente porque así fue como siempre les conocimos, tal vez el llamarles por su nombre real, pueda mas fácilmente llevar a equívocos).
Volviendo a los hijos de Joseito y Loina, de los hijos de Ceto solo conocí de niños, a Juan José, y a Joaquín, por pasar algunas temporadas en casa de sus tíos, los demás no los conozco.
De Encio y Juliuca son hijos, Loli, Manuel, Jesús, y José Antonio. Loli casada en Muñorrodero, tiene dos hijos, uno casado y con dos hijos, el otro está soltero, pero creo que tiene pareja, y no tiene hijos. Manuel Jesús está soltero y vive con su madre en la casa familiar. José Antonio, está casado con Luisina, una nieta de Gervasio y Luisa, tienen un hijo y una hija, el hijo tiene pareja, y no se si la hija también, no estoy segura.
Luisina y José Antonio, viven desde que se casaron en el poblado minero de Cabiña. Miliuca y Teodoro, su marido,( fallecidos los dos,) tuvieron un hijo, Javier, está soltero, y actualmente vive en Unquera. Jesús casado con Lines, de otra familia del pueblo. No tuvieron hijos y los dos ya han fallecido. Toñu no se casó, y que se sepa, nunca tuvo hijos. Toñu, también murió hace varios años
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Recuerdo muy bien a Aniceto(Cetón para que nos
entendamos) también a su mujer, Concha, de la que mi recuerdo es más lejano, y
mucho más a su hija Lucinda, así como a Gorio, su marido, del pueblo de
Puentenansa, un hombre muy cercano y agradable, vivió muchos años de su trabajo
de herrero, y más adelante como empleado en las minas de la Florida. Todos han
muerto hace muchos años, excepto Lucinda que murió mucho mas tarde, con noventa
y muchos años.
Y cómo nó, a todos sus hijos, algunos de mi misma, o parecida edad. Aunque los mayores ya pasan de largo de los setenta. Hoy Lucinda y Gorio, serian centenarios. Todos sus hijos son sobradamente conocidos, Manolo, “ el Herrero” oficio que aprendió de su padre, Ramón, Rafa, Goriucu, Conchi, Cetucu, y Josefina. Menos Ramón todos casados. Manolo con Ricardita, natural de Carmona, tienen tres hijas también ya con sus respectivas parejas. Rafa, casado con Milia del pueblo de Rábago, tienen cuatro hijos, Rafi, Nacho, Águeda, y Hector.
Rafi y Nacho son los integrantes, -junto a las dos hijas de Rafi – de famoso grupo “Los Cosio.” Su hija, Águeda, se casó con un chico de Torrelavega, donde han vivido desde que, una vez cerradas las minas de la Florida, donde estaba empleado su padre, emprendieron su nueva andadura laboral, en las minas de Reocín, pertenecientes a la misma compañia que las de la Florida. Águeda, tiene dos hijos, Goriucu, esta casado con Begoña, integrante de otra de las familias nombradas en el relato, y tienen dos hijas y nietos. Hago constar, que algunos integrantes de las familias reseñadas, pueden ya estar relatadas en la del marido y viceversa. Éste es el caso de la familia de Goriuco y Begoña, ya incluida en la de la familia de ésta. Conchi se casó con un chico sevillano, y tienen una hija,Ana, toda la familia vive en esa ciudad, aunque visitan con asiduidad la casa familiar de "la Campona"
Cetucu, vive con su mujer y su hijo creo que en Suances. Y Josefina, que como ya queda dicho en otra parte del relato, está casada con un hijo de Carmina “La Rojita” y Jose Luis, y tienen dos hijas. Toda esta familia, son muy conocidos en nuestra zona, así como entre numerosa gente de Torrelavega.
En la comarca del Nansa, por ser todos ellos desde los tiempos de su padre, Gorio Cosío, herrero de primera profesión, junto con su hermano Clemente, el cual ejerció este oficio en Puentenansa toda su vida. Éste, además de venir de una saga de herreros de ese pueblo, sobresalieron también como integrantes de grandes cuadrillas de cazadores en esta comarca del Nansa. Todos sus hijos desde el mayor al mas joven, han seguido esta tradición, de cuya afición también han participado los nietos.
Como recuerdo a lo que fue una constante en su familia, es precisamente Rafi, su nieto, quien ha inmortalizado dicha tradición, en unas de sus canciones mas exitosas, como son” Cazadores los de antes” y “Mi perruca Sagra” un emocionante alegato al profundo amor que estos animales despiertan en quienes los crían y protegen.
En Torrelavega, donde , como antes apuntaba, con los años, y debido a su vida laboral recalaron Rafa, y Goriucu, es donde Rafa es muy conocido por su labor como albarquero, oficio que alternaba con su horario laboral en las minas de Reocín.
Una vez jubilado, la dedicación a este trabajo tan artesanal, ha hecho que su técnica, sea de una gran finura y perfección, dándole fama creo que de ser el mejor albarquero de la provincia. Y allí sigue en su pequeño taller de la Briesca, en las cercanías del parque del mismo nombre, donde cualquiera que quiera acercarse a ese lugar, podrá contemplar con cuanta soltura y gusto, Rafa sigue dando lecciones de esta bonita y tradicional afición.
No quiero finalizar el relato de esta familia descendientes de Ceto y Concha, sin que también recordemos otra de nuestras mejores tradiciones: la canción montañesa. Hay que remontarse a los tiempos de Gorio, para recordar, con cuanto gusto, Gorio, de forma espontanea, cantaba las viejas tonadas montañesas de toda la vida.
Hoy son sus nietos, integrantes, como ya he comentado en este mismo relato, de uno de los grupos que mas fama han dado a nuestra provincia y fuera de ella. Rafi, Nacho, Angélica, y Sara, quienes forman hoy uno de los cuartetos mas importantes, en el panorama musical actual de canción tradicional montañesa, aunque tampoco son ajenos a cualquier otro estilo, como por ejemplo la canción mejicana. Precisamente de este género, tienen un bonito disco publicado, las hijas de Rafi en solitario.
Los conciertos de estos hermanos, hijas y sobrinas de Rafi y Nacho, son sobradamente conocidos en toda nuestra provincia y fuera de ella, llenando plazas, romerías y teatros. Que sea por muchos años, eso esperamos todos. Sus antepasados, remontándonos a sus bisabuelos Ceto y Concha, se sentirían enormememente orgullosos de sus logros.
Y cómo nó, a todos sus hijos, algunos de mi misma, o parecida edad. Aunque los mayores ya pasan de largo de los setenta. Hoy Lucinda y Gorio, serian centenarios. Todos sus hijos son sobradamente conocidos, Manolo, “ el Herrero” oficio que aprendió de su padre, Ramón, Rafa, Goriucu, Conchi, Cetucu, y Josefina. Menos Ramón todos casados. Manolo con Ricardita, natural de Carmona, tienen tres hijas también ya con sus respectivas parejas. Rafa, casado con Milia del pueblo de Rábago, tienen cuatro hijos, Rafi, Nacho, Águeda, y Hector.
Rafi y Nacho son los integrantes, -junto a las dos hijas de Rafi – de famoso grupo “Los Cosio.” Su hija, Águeda, se casó con un chico de Torrelavega, donde han vivido desde que, una vez cerradas las minas de la Florida, donde estaba empleado su padre, emprendieron su nueva andadura laboral, en las minas de Reocín, pertenecientes a la misma compañia que las de la Florida. Águeda, tiene dos hijos, Goriucu, esta casado con Begoña, integrante de otra de las familias nombradas en el relato, y tienen dos hijas y nietos. Hago constar, que algunos integrantes de las familias reseñadas, pueden ya estar relatadas en la del marido y viceversa. Éste es el caso de la familia de Goriuco y Begoña, ya incluida en la de la familia de ésta. Conchi se casó con un chico sevillano, y tienen una hija,Ana, toda la familia vive en esa ciudad, aunque visitan con asiduidad la casa familiar de "la Campona"
Cetucu, vive con su mujer y su hijo creo que en Suances. Y Josefina, que como ya queda dicho en otra parte del relato, está casada con un hijo de Carmina “La Rojita” y Jose Luis, y tienen dos hijas. Toda esta familia, son muy conocidos en nuestra zona, así como entre numerosa gente de Torrelavega.
En la comarca del Nansa, por ser todos ellos desde los tiempos de su padre, Gorio Cosío, herrero de primera profesión, junto con su hermano Clemente, el cual ejerció este oficio en Puentenansa toda su vida. Éste, además de venir de una saga de herreros de ese pueblo, sobresalieron también como integrantes de grandes cuadrillas de cazadores en esta comarca del Nansa. Todos sus hijos desde el mayor al mas joven, han seguido esta tradición, de cuya afición también han participado los nietos.
Como recuerdo a lo que fue una constante en su familia, es precisamente Rafi, su nieto, quien ha inmortalizado dicha tradición, en unas de sus canciones mas exitosas, como son” Cazadores los de antes” y “Mi perruca Sagra” un emocionante alegato al profundo amor que estos animales despiertan en quienes los crían y protegen.
En Torrelavega, donde , como antes apuntaba, con los años, y debido a su vida laboral recalaron Rafa, y Goriucu, es donde Rafa es muy conocido por su labor como albarquero, oficio que alternaba con su horario laboral en las minas de Reocín.
Una vez jubilado, la dedicación a este trabajo tan artesanal, ha hecho que su técnica, sea de una gran finura y perfección, dándole fama creo que de ser el mejor albarquero de la provincia. Y allí sigue en su pequeño taller de la Briesca, en las cercanías del parque del mismo nombre, donde cualquiera que quiera acercarse a ese lugar, podrá contemplar con cuanta soltura y gusto, Rafa sigue dando lecciones de esta bonita y tradicional afición.
No quiero finalizar el relato de esta familia descendientes de Ceto y Concha, sin que también recordemos otra de nuestras mejores tradiciones: la canción montañesa. Hay que remontarse a los tiempos de Gorio, para recordar, con cuanto gusto, Gorio, de forma espontanea, cantaba las viejas tonadas montañesas de toda la vida.
Hoy son sus nietos, integrantes, como ya he comentado en este mismo relato, de uno de los grupos que mas fama han dado a nuestra provincia y fuera de ella. Rafi, Nacho, Angélica, y Sara, quienes forman hoy uno de los cuartetos mas importantes, en el panorama musical actual de canción tradicional montañesa, aunque tampoco son ajenos a cualquier otro estilo, como por ejemplo la canción mejicana. Precisamente de este género, tienen un bonito disco publicado, las hijas de Rafi en solitario.
Los conciertos de estos hermanos, hijas y sobrinas de Rafi y Nacho, son sobradamente conocidos en toda nuestra provincia y fuera de ella, llenando plazas, romerías y teatros. Que sea por muchos años, eso esperamos todos. Sus antepasados, remontándonos a sus bisabuelos Ceto y Concha, se sentirían enormememente orgullosos de sus logros.
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Pasé por alto, que otros vecinos de Joseito y Loina, fueron, Teresita, hermana de Candidín, así como su hermano Cecilio, que vivieron en una casa ( hoy demolida) al lado de la carretera, y frente por frente de la de Joseito y Loina. Con la remodelación de la carretera de hace unos años, y al haber desaparecido ya sus propietarios, esta casa fue comprada por los vecinos colindantes a sus herederos, y al ser expropiada una gran parte de ella, por dichas obras, fue derribada para construir un gran paredón a pie de carretera. Cecilio, era el único que estaba casado, lo estaba con Rosa, del barrio de Arenas, Cecilio trabajó muchos años para el “Indiano.”
El y Rosa tenían tres hijos, Rosina, Paco, y Manolín, los tres gracias a Dios vivos y sobre todo Paco y Manolo, en muy buena edad, Rosina es unos cuantos años mayor que sus hermanos, pero goza de muy buena salud.
Su marido Milio, murió hace unos cuantos años. Paco y Manolin, se casaron y viven con sus respectivas familias en Santander, aunque les gusta volver de vez en cuando por su barrio de Arenas.
Pasé por alto, que otros vecinos de Joseito y Loina, fueron, Teresita, hermana de Candidín, así como su hermano Cecilio, que vivieron en una casa ( hoy demolida) al lado de la carretera, y frente por frente de la de Joseito y Loina. Con la remodelación de la carretera de hace unos años, y al haber desaparecido ya sus propietarios, esta casa fue comprada por los vecinos colindantes a sus herederos, y al ser expropiada una gran parte de ella, por dichas obras, fue derribada para construir un gran paredón a pie de carretera. Cecilio, era el único que estaba casado, lo estaba con Rosa, del barrio de Arenas, Cecilio trabajó muchos años para el “Indiano.”
En la foto los vecinos mas cercanos a los hermanos Candidin, y Teresa, fueron Miliuca y su marido Teodoro, hija y yerno de Loina y Joseito. |
El y Rosa tenían tres hijos, Rosina, Paco, y Manolín, los tres gracias a Dios vivos y sobre todo Paco y Manolo, en muy buena edad, Rosina es unos cuantos años mayor que sus hermanos, pero goza de muy buena salud.
Su marido Milio, murió hace unos cuantos años. Paco y Manolin, se casaron y viven con sus respectivas familias en Santander, aunque les gusta volver de vez en cuando por su barrio de Arenas.
Por este barrio volveré mas adelante, pues en
el, vivieron, y viven actualmente, algunos vecinos que hay que recordar.
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Del barrio de la Torre fueron, Don Fausto, sus hermanos,
Vicente y Basilio, aunque yo a estos últimos solo los recuerdo de oídas, así
como a Doña Nemesia, que creo seria su madre, pero no estoy muy segura. Si
recuerdo mucho a Don Fausto, que murió siendo yo una cría.
En su casa se criaron sus sobrinos, los hermanos Pérez de la Canal. Miguel Ángel, María de los Ángeles, Carmina, Reyes, y Rosita. De esta buena familia tenemos en el pueblo un gran sentimiento de buena vecindad.
Estos hermanos vivieron en su juventud en el pueblo de sus padres, en la gran casa estilo montañés donde se criaron al quedar huérfanos muy jóvenes, casi unos niños, y fueron su tío Don Fausto, y una fiel niñera, Emiliana, casi una madre para estos hermanos, los que más estuvieron con ellos. Su otro tío Vicente vivió con ellos hasta su muerte. Basilio, vivió en Santander con su propia familia.
Con los años, y una vez fallecido Don Fausto, la vida de los hermanos ha transcurrido siempre en Madrid, donde desarrollaron su vida laboral. Miguel Ángel, el único hermano, fue un importante abogado del Estado
Estos hermanos nunca han dejado de volver a su casa de Celis, sobre todo en los veranos, donde pasan la mayor parte de este, pero todos ellos ya son muy mayores, y solo esperamos que puedan seguir viniendo, pero eso solo el tiempo lo dirá.
La verdad es que son una familia muy querida en el pueblo, por su simpatía y gran solidaridad, para cualquier evento que se precise de ellos.
Esto es entendible que sea así, pues los mejores años de su juventud, los pasaron en este pueblo, y aunque ninguno de ellos se casó, no dejaron de participar en todas las romerias y bailes que se celebrasen, sobre todo en los bailes de los domingos en el “Portalón” del “Pasiego”en aquellos años juveniles.
En su casa se criaron sus sobrinos, los hermanos Pérez de la Canal. Miguel Ángel, María de los Ángeles, Carmina, Reyes, y Rosita. De esta buena familia tenemos en el pueblo un gran sentimiento de buena vecindad.
Estos hermanos vivieron en su juventud en el pueblo de sus padres, en la gran casa estilo montañés donde se criaron al quedar huérfanos muy jóvenes, casi unos niños, y fueron su tío Don Fausto, y una fiel niñera, Emiliana, casi una madre para estos hermanos, los que más estuvieron con ellos. Su otro tío Vicente vivió con ellos hasta su muerte. Basilio, vivió en Santander con su propia familia.
Con los años, y una vez fallecido Don Fausto, la vida de los hermanos ha transcurrido siempre en Madrid, donde desarrollaron su vida laboral. Miguel Ángel, el único hermano, fue un importante abogado del Estado
Estos hermanos nunca han dejado de volver a su casa de Celis, sobre todo en los veranos, donde pasan la mayor parte de este, pero todos ellos ya son muy mayores, y solo esperamos que puedan seguir viniendo, pero eso solo el tiempo lo dirá.
La verdad es que son una familia muy querida en el pueblo, por su simpatía y gran solidaridad, para cualquier evento que se precise de ellos.
Esto es entendible que sea así, pues los mejores años de su juventud, los pasaron en este pueblo, y aunque ninguno de ellos se casó, no dejaron de participar en todas las romerias y bailes que se celebrasen, sobre todo en los bailes de los domingos en el “Portalón” del “Pasiego”en aquellos años juveniles.
Una gran familia, de la que ya falta la mayor de las
hermanas, María de los Ángeles,
fallecida hace unos años.
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